La preocupación de Adelina Díaz hizo que el corazón de Ana se llenara de calidez, —No, la búsqueda de trabajo ha ido bastante bien, y esta empresa incluso proporciona alojamiento, está cerca de la empresa y es fácil de transportar, ahora estoy en el dormitorio.

Para no preocupar a Adelina Díaz sobre su situación, Ana tuvo que mentirle.

Su situación actual era complicada y difícil de mencionar, y no sabía cómo comenzar a explicar.

—¿De verdad? Eso es genial, entonces trabaja bien y nos vemos el fin de semana, saldremos a comer algo bueno.

Adelina Díaz tampoco pensó mucho en ello y se alegró de que Ana encontrara un trabajo satisfactorio.

Las dos mujeres charlaron un rato más antes de colgar el teléfono.

Ana dejó el celular, y la sonrisa en su rostro se desvaneció de nuevo.

Aunque había logrado acercarse a Lucas, tenía que obtener información sobre los movimientos de ese hombre para satisfacer a Olga, que no se daría por vencida.

Sin embargo, ¿qué hacer? Lucas probablemente todavía estab