Capítulo 1148
Lucas la miró.

—¿Todavía no duermes? —preguntó Ana, con valentía.

Ella se tumbó al borde de la cama, tratando de mantener la mayor distancia posible con Lucas. Sin embargo, al momento siguiente, el cuerpo de él se acercó. Ana se tensó un poco y estaba a punto de decir algo, pero la mano cálida de Lucas se posó en su vientre.

A través del tejido del pijama, le llegó una tenue calidez que tranquilizaba.

—Está bien, duerme —dijo Lucas con voz suave.

Ana se quedó atónita. Había pensado que Lucas quería hacer algo al acercarse, pero resultó que simplemente le había dicho eso.

—Si mañana te sigues sintiendo mal, dile a Fabiola que venga, ya sea para darte alguna medicina o preparar algo como agua azucarada. Solo cuéntaselo —murmuró Lucas, abrazando a Ana. Al oler su fragancia, se sintió somnoliento nuevamente. No tenía otra intención más que abrazarla y dormir plácidamente.

Fue entonces cuando Ana se dio cuenta de que Lucas había malinterpretado algo. Pero eso estaba bien, ya que evitó que
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