Capítulo 108
Lucas Hernández estaba a punto de arrancar el automóvil cuando Lucío Hernández lo alcanzó y golpeó la puerta con fuerza. —Ana López, baja del auto, por favor, Tío, ¡déjala ir!

Lucas Hernández lo ignoró por completo y pisó el acelerador con fuerza, alejándose rápidamente.

A través del espejo retrovisor, Ana López vio a Lucío Hernández caer al suelo debido a la fuerza del coche al arrancar, y su corazón se apretó de inmediato.

Quería decirle a Lucío Hernández que no siguiera adelante, que ya no había posibilidad entre ellos, como una llama que se extingue en la oscuridad.

Pero sólo podía ver a Lucío Hernández corriendo inútilmente detrás del automóvil de Lucas Hernández, como un cazador persiguiendo una sombra inalcanzable.

—¿Qué pasa? ¿Te duele verlo así? Ya tienes problemas tú misma, mejor piensa en ti, como una mariposa que se enfoca en su propia supervivencia.

Lucas Hernández apretó el volante con fuerza, como si quisiera exprimir la ira de sus manos, y su tono era extremadamente bu
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo