Mateo

Estaciono el auto en mi sitio de parqueadero y subo en el ascensor al piso de mis padres, si también vivo aquí creo que deberíamos comprar el edificio de una vez, cuando le dije a mi madre que me mudaría solo lloro, como siempre, pero me apoyo, aunque siento que me manipulo y estafo, al día siguiente de contarle me entrego las llaves de mi nuevo apartamento dijo que era un regaló de ella y papá para mí, yo me emocione por supuesto, pero cuando nos subimos al ascensor y subimos 3 pisos, al décimo para ser específico, me sentí estafado estuve a punto de negarme, pero mi madre coloco esa mirada de perrito herido con la que nos ha convencido a todos durante toda la vida y no pude negarme, además no esta tan mal tiene sus ventajas, como por ejemplo comida gratis cuando no quiero cocinar, solo tengo que bajar tres pisos y tendré comida donde sea, donde mis padres o mis tíos, y para hacer la cosa más amena tengo de vecino a mi mejor amigo, mi primo Dylan, si su madre le hizo exactamente lo mismo que la mía, así que bueno somos independientes, pero estamos cerca y en este momento me viene de maravilla, al llegar al piso de mis padres entro en el departamento que tiene la puerta abierta, todos están allí, esperándome, mis tíos Daniel y Robyn, la mejor amiga de mi madre y mi tía por defecto Amy y su esposo Ándres, mis padres, mi hermanita Alexa y mi primo Dylan, los únicos que se han salvado del seno familiar son los hijos de mi tía Amy, ellos decidieron estudiar fuera del país, Ándres el mayor vive en estados unidos y Andrea está en Canada, congelandose eso es seguro, yo pensé en emigrar un tiempo pero después me olvide de la idea, yo amo España y no deseo vivir en ningún otro sitio.

Al entrar en la sala todos me miran y la primera en hablar es mi tía Robyn.

—Cuenta todo, ¿qué está pasando?— inquiere nerviosa.

—Primero que nada quiero que sepan que estoy bien, ayer tuve un accidente en el auto, estaba enviando un email, no sé que paso simplemente no la vi, menos mal iba a baja velocidad, pero arrolle a una chica— Como era de esperarse todos se alarman, mi madre empieza a rezar el padre nuestro y demás — Estén tranquilos, ella está bien ninguna lesión, uno que otro raspón y nada más, no me va a denunciar, ella ha sido muy gentil pero ese no es el punto, la razón por la cual les he pedido que nos reunamos hoy es que ella nos necesita, hace más de 20 años mi madre los reunió de esta misma forma a todos, esa vez fue para salvarme a mí y miren como todo resultó, pues esta vez soy yo el que les pide que ayudemos a esta chica y espero que su historia termine como la mía o mejor; Su nombre es Amira, vive en las calles, ha tenido una trágica situción, hace 1 año sus padres murieron y al parecer estaban endeudados hasta el cuello, ella quedó con toda esa responsabilidad, así que lo perdió todo su casa, su vida, tan solo tiene 24 años y no puedo siquiera imaginar estar en su situación, está en un estado deplorable gracias a Dios no consume drogas, pero sus análisis de sangre están graves, desnutrición, anemia, y demás cosas, sé que esto es algo grande y una responsabilidad impresionante, pero yo soy hijo de Hannah Ruiz y los tengo a ustedes, así que pienso asumir el reto pero para lograrlo necesito que estemos juntos en esto, vamos a darle a esa chica una mejor vida, llena de oportunidades, amor y esperanza, quiero que le demos un lugar en este familia.

Mi padre es el primero en abrazarme, lo cual me sorprende bastante, creí que sería mi madre, mientras me abraza me dice unas palabras al oído que llenan mi corazón.

—Tú eres increíble, siempre estas dándome lecciones de vida, pensé que te parecías a mí pero definitivamente eres hijo de tu madre, tienes su corazón, el de ambas, siempre confiando en un mundo mejor como Alexa y dispuesto ayudar y amar sin mirar a quien como Hannah, tú eres lo mejor que le ha pasado a esta familia, perder a tu madre fue una tragedia, pero como ella decía cada tormenta trae consigo el arcoíris, tú eres mi arcoíris, te amo hijo eres mi más grande orgullo, lo que soy ahora es gracias a ti, la familia que tengo es gracias a ti, tú llevas la luz a donde vayas y si tu corazón está en ayudar a esta chica, ella es muy afortunada de tenerte, claro que estamos contigo, yo estoy contigo, para siempre.

Te amo papá, no lo digo porque creo que voy a llorar, mi padre nunca había sido tan profundo, él me ama lo sé, me lo ha demostrado todos los días de mi vida, y siempre me lo dice, pero nunca había dicho estas cosas, él está orgulloso de mí pero yo estoy mucho más orgulloso de ser su hijo, lo abrazo fuerte, porque en este momento las palabras sobran, todos vienen abrazarnos y escucho como todos me dan palabras de apoyo, sé que están conmigo, siempre lo han estado y siempre lo estarán.

Hannah

Mi bebe es un hombre, desde que cumplió los 18 años lo es legalmente, pero siempre ha vivido sin un rumbo eso me preocupaba un poco, pero ya no su mirada ha cambiado, esa determinación en su voz, esa pasión por ayudar a esta chica, ¿por qué precisamente a ella?, creo que eso no es lo importante, lo que importa ahora es que estemos unidos y la ayudemos, Daniel va a atender su situación médica de inmediato, ella va a estar bien.

Todos se han ido ya, Alec está conversando con Mateo, mi esposo se levanta y dice que va al baño así que aprovecho para acorralar a mi cuchufleto y preguntarle lo que me ronda por la cabeza.

—Sabes que hay algo que quiero preguntarte, ¿cierto?— pregunto picará.

—Conociéndote, claro que si suéltalo ma— responde juguetón.

—Me encanta que quieras hacer esto y esta muy bien para eso estamos, para ayudar y servir, pero te conozco, no te di a luz pero como si lo hiciera, esa mirada tuya, esa determinación, me recordaste a mí, esta noche tuve un déjà vu de cuando te volviste parte de esta familia, hoy hablaste como yo lo hice, conozco ese sentimiento, es amor, yo ya te amaba en ese momento, sin que fueras mío y hoy reconocí eso en ti, esa pasión y esa entrega por las personas que amamos, ¿Lo sentiste al verla?, ¿sentiste el amor inminente?

Mateo

Sin palabras, mi madre siempre me ha leído perfectamente y creo que esta vez no es la excepción, sentí algo cuando nos miramos por primera vez, pero aún no sé que es.

¿Eres tu Amaia, la mujer de mi vida?

Llego el día, hoy Amira sale del hospital tuvo que estar cuatro días internada en observación, lograron estabilizarla y proporcionarle los nutrientes que le faltaban, mi familia no ha podido conocerla solo yo he podido entrar a verla, voy en el auto camino a buscarla, todos estan en mi casa preparándole una fiesta sorpresa, estos días me ayudaron a tener todo listo para recibirla, tuve que ir a comprar los muebles para decorar la nueva habitación de Amira por suerte mi hermana me ayudo, porqué sobre gustos de mujeres no se nada, ella se encargo de escoger todo lo que Amira podría necesitar para sentirse cómoda.

Alexa esta loca por conocerla, en cuanto se entero que era Árabe se le despertó una obsesión, según mi madre sé la pasa viendo series románticas de esa cultura, hasta el punto de que quiere parecerse a esas mujeres, pero mi pobre hermana no puede ocultar esos ojos azules y esa cabellera rubia que la distinguen, realmente espero que se lleven bien, seria un alivió para mí que lograrán ser buenas amigas, pero eso solo el tiempo lo dirá, por lo pronto debo ir a recogerla y llevarla a casa, la fiesta sorpresa me tiene un poco nervioso no se si ella vaya a sentirse cómoda con eso, y lo que menos quiero es incomodarla ya este cambio debe ser lo suficientemente drástico para ella; estoy a parqueando en el estacionamiento del hospital, tomo del asiento trasero unas flores que le compre de camino hasta aquí y camino hacia su habitación, al llegar la puerta está abierta así que asomo mi cabeza por la puerta y la veo sentada sobre la camilla mirando por la ventana.

— Hola Amira, buenos días ¿ya estas lista para irnos a casa?— su mirada se conecta con la mía y su rostro se ilumina con una preciosa sonrisa.

— Buen día Mateo si, ya estoy preparada— me responde levantándose de la camilla, tomo el pequeño bolso que le di con productos de aseo y camina hacia mí.

Tomo su mano por instinto es un deseo de cuidarla y protegerla que se activa en mí cuando la veo, la guió hacia la salida ella no se resiste es como una niña pequeña, supongo que por eso despierta en mí la necesidad de protección, llegamos al auto y le abro la puerta para que tome asiento me doy cuenta que no le he entregado las flores.

—Esto es para ti, espero te gusten— le digo entregándole las flores, ella las huele.

—Nunca antes había recibido flores, estan hermosas muchas gracias Mateo— dice regalándome de nuevo una sonrisa.

—Es con mucho gusto Amira, ya veras que todo va a mejorar— respondo cerrando la puerta y caminando hasta el asiento del conductor.

Colocó el auto en marcha y comenzamos el camino a casa.

—¿Quieres escuchar un poco de música?— le pregunto.

—Sí eso estaría bien.

—¿Que te gusta escuchar?

—Pues no tengo un gusto claro, pero antes de todo esto amaba escuchar Adele— esa es mi cantante favorita.

—Adele entonces— le digo buscando una canción — Está la acaba de estrenar seguro te gustara.

Empieza a sonar de fondo "easy on me", veo como se acomoda sobre el asiento y cierra los ojos, durante el resto del viaje nos mantuvimos en silencio, solo la voz de Adele inundaba el auto aproveche la oportunidad para poder detallarla, ella es realmente preciosa se parece a Jazmín la princesa de Disney, su cabello es de un negro azabache liso y grueso que cae por toda su espalda se ve tan brillante, ella hoy no parece una chica de la calle es increíble lo que unas noches de sueño y un buen baño puede hacer, se ve tan relajada, pacífica, de verdad espero estar tomando la decisión correcta con ella, es tan joven tiene el mundo entero por delante, es momento de devolverle al universo el milagro que hizo por mí, yo perdí a mi madre, pero Amira lo perdió absolutamente todo aún me pregunto si realmente no tiene más familia, no puedo entender como todos la abandonaron de esta forma, es inhumano, ya estamos llegando al conjunto de apartamentos así que debo salir de mis pensamientos y despertarla, es momento de que comience su nueva vida.

—Llegamos— le indicó cuando las torres del condominio aparecen en nuestra vista.

— Wow, ¿vives aquí? es hermoso— espeta.

—No era mi plan seguir viviendo aquí a estas alturas, pero esa es una historia que te contare después, aquí vive mi familia materna, excepto mis abuelos que viven viajando por el mundo, disfrutando su vejez— Aparco el coche y la ayudo a bajar, tomando su mano de nuevo la guio hacia los ascensores, marco el piso de mis padres y la caja metálica empieza hacer su trabajo, cuando las puertas se abren caminamos hasta el departamento de mis padres que sorpresivamente tiene la puerta cerrada, toco dos veces para avisarles que estamos aquí y giro la manilla.

Al entrar se escucha un grito al unisono.

—¡BIENVENIDA!— gritan todos, yo solo observo la reacción de Amira está completamente seria, tan seria que me asusta, voy a decirle algo pero sin previo aviso comienza a llorar, voltea a mirarme y de sus labios salen las palabras como un susurro.

—Gracias.