Ahí va caminando, otra cita a ciegas que sale mal, mi madre me dice que no me desespere, pero ya tengo 26 años, a mi edad ellos ya estaban casados siento que los años pasan y no encuentro eso que ellos tienen, comienzo a preguntarme si el amor es para mí.
Bebo lo queda de mi café y me levanto de la mesa, salgo del establecimiento y camino en dirección al estacionamiento, voy haciendo una lista mentalmente de lo que debo hacer hoy. Estudie fotografía como mi madre pr eso ahora me encargo del estudio, mi madre y mi tía aún trabajan allí, pero ya andan viejas y peresozas, así que la gran parte del trabajo la hago yo, eso si los bebes y las bodas son lo de ellas, a mí de verdad que ni me paguen millones, no tengo paciencia para los niños y solo de pensar en una boda vomito, quizás por eso es que no me enamoro, las bodas me gustan lo mismo que el heavy metal, es decir nada, de nada.
Subo al auto, coloco música y acelero, tengo una reunión en 20 minutos en el estudio, ha llegado el momento de expandir mis ingresos, siempre me ha gustado ir a la barbería, que me traten bien y me dejen presentable, por eso voy abrir una propia , pero no cualquiera una barbería estudio tattoo y bar, si ya sé que hay varias en el mercado, para eso tengo una reunión con un equipo especializado, para descubrir como hacemos de este proyecto el mejor.
¿Saben ese consejo de que no conduzcas y veas el celular al mismo tiempo?, bueno es real por eso estoy en el hospital justo ahora, yo estoy bien, pero la chica que atropellé con el auto esta desmayada sobre la camilla, la reunión que tenía quedo aplazada por obvias razones, mi familia no sabe que estoy aquí sino todos estarían afuera, prefiero mantenerlos al margen de esto, por lo menos en lo que la chica despierta y la convenzo de no meterme a la carcel, aunque es lo que merezco.
Han pasado 6 horas más o menos y ella aún no despierta, no sabemos de su identidad, estaba sin bolso, sin celular. Los médicos dicen que todo en ella está bien, solo tiene raspones en los brazos, su cerebro está bien, es ella que no quiere despertar, ¿por qué?, esta chica es preciosa, piel clara, cabello negro, tiene una ligera capa de pecas sobre su nariz, lo cual le da un toque de ternura, no va muy bien vestida, su ropa se ve sucia y vieja, contrasta bastante con tu rostro, es delgada, creo que demasiado, el doctor que vino hace un rato me dice que parece estar en situación de calle, y no puedo entender como una chica tan joven está pasando por algo así, le pedí un examen toxicológico, para comprobar si consumía alguna droga, salió negativo en todo, pero eso si esta anémica y desnutrida, por eso no quieres despertar ¿verdad? estas pasándola realmente mal.
—Puedes despertar, todo va a estar bien lo prometo, ya no estarás sola— le susurre al oído, he escuchado que su subconsciente sigue escuchando todo a su alrededor, así que intentémoslo.
Ella aún no despierta, sus signos vitales son estables, todo depende de ella, me han pedido que salga de la habitación porque las enfermeras necesitan asearla, así que decido ir a comprarle un par de cosas, necesita ropa, zapatos, productos de limpieza personal, quizás algo de maquillaje, perfume, y otras cosas.
Llego a la tienda de ropa más cercana y le indico a la dependienta lo que estoy buscando, le explico como puedo cuál podría ser la talla de la chica y su edad, con esa información ella hace su magia, un par de jeans, pijamas, camisetas, dos vestidos, algunos conjuntos deportivos, un par de tenis, unas sandalias y otro par de cosas más, supongo que esto bastara pago todo y voy a la farmacia, allí le compro lo que según la farmaceuta una chica necesita, al salir veo los perfumes, no pude elegir uno, no sé que olor podría gustarle, así que le llevo dos, decido dejar las compras en el auto para cuando despierte. Justo cuando estoy entrando al hospital el doctor que la ha estado atendiendo me intercepta.
—Señor Garza, le tengo excelentes noticias la chica ha despertado, está un poco desorientada no recuerda lo sucedido, pero está tranquila, quiere hablar con usted.
—¡Muchísimas gracias doctor, que alivio!
Ni me despido del doctor, simplemente corro por entre los pasillos hasta su habitación, al llegar toco la puerta y sin esperar respuesta entro, está hablando con una enfermera, le están haciendo más análisis de sangre al parecer.
— Hola, ¿cómo estás?, yo soy Mateo Garza.
La enfermera se despide mientras va saliendo de la habitación y es en ese momento cuando ella por fin me mira, mi mamá siempre habla de lo que sintió cuando vio a mi padre por primera vez, ella lo detestaba en realidad, pero había un revoloteo en su corazón cada que estaba con él que no podía evitar, "el amor inminente" le llama ella, no me quiero apresurar a decir que me acaba de pasar lo mismo, pero creo que es muy parecido mi corazón dio un giro de 360 grados cuando ella posó sus ojos sobre mí, no se si es la luz de la habitación, su delgadez o sus ojeras, pero quiero ir a acurrucarme junto a ella, de alguna manera darle todo mi calor, se ve tan frágil e indefensa, pero su mirada no refleja eso, al mirarla a los ojos veo fortaleza, veo voluntad, pero también dolor y miedo, ella está asustada.
—Lamento todo lo sucedido, los doctores dicen que estas en perfecto estado gracias a Dios, yo iba enviando un mensaje y bueno, fui un irresponsable, lo lamento tanto, pero voy a ayudarte en lo que necesites y espero que no vayas a denunciarme por esto de verdad.
Ella solo me mira durante unos segundos que parecen eternos, siento que me analiza, me estudia, veo como suspira y habla por primera vez.
—Hola, todo está bien, no te preocupes por la policía no pienso denunciarte, no me dejaste ahí tirada me trajiste aquí y eso es asumir los errores, en cuanto me dejen ir seguiremos con nuestras vidas y todo estará bien.
Su voz es un poco rasposa, por su apariencia la imaginaba más aniñada, pero no es así hay tantas cosas de esta chica que me tienen intrigado, quiero saber todo de ella, ¿qué le ha pasado?, ¿necesita ayuda?, ¿debería simplemente preguntar?, mi madre siempre me dice que siga mi instinto y esta vez me dice que ella me necesita.
—Pues te agradezco, de verdad es un alivio, te he comprado un par de cosas, las tengo en el auto seguro querrás ducharte apropiadamente, te traeré ropa y productos de tu aseo personal, ya regreso.
Salgo a toda máquina de la habitación, busco un par de las bolsas de las compras y vuelvo corriendo por los pasillos, toco la puerta de la habitación al llegar, escucho un leve siga y entro.
—Ya volví, te traje algunas cosas.
Al entrar en la habitación hay dos hombres junto a ella, me alarmo enseguida por el aspecto que llevan, parecen matones todos vestidos de negro, son altos y están fornidos, llevan un par de chaquetas de cuero y botas militar, tienen un par de cicatrices en el rostro, la chica parece asustada.
—¿Todo bien? — le pregunto mirándola a los ojos, está en pánico puro, me mira fijamente y solo asiente con la cabeza, ¡ya está, estos tipos deben irse!—. No es momento de visitas caballeros, creo que deben irse, por favor.
Ellos ni me miran, simplemente salen de la habitación despidiéndose de ella.
—Nos vemos Amira.
Amira, ese es su nombre, es precioso.
Los hombres cierran la puerta detrás de ellos e inmediatamente ella rompe en llanto, algo fuerte pasa aquí y no sé si debería involucrarme.
—Yo sé que no nos conocemos y probablemente no confíes en mí, pero puedo ayudarte, ¿qué está ocurriendo?, ¿quiénes eran esos?, ¿por qué estás llorando?.
Por alguna razón ella sonríe y es absolutamente hermosa.
—Haces demasiadas preguntas, tu vida parece ser buena por eso mejor mantenla así, a penas me den el alta yo me iré y vas a hacer como que esto nunca paso.
—No, eso no es lo que va a suceder Amira, sé que estás viviendo en la calle, sé que estás sola, sé que necesitas ayuda y yo soy el hijo de Hanah Ruiz, ayudar esta en mis genes, mi familia no perdonaría que te dejara en esta situación, sé que estas en problemas puedes confíar en mí, puedo ayudarte, solo cuéntame lo que sucede.
Ella no deja de sonreír y llorar, es como mi madre cuando está emocionada.
—Te voy a contar, pero no estás obligado ayudarme, yo puedo con esto, se que voy a estar bien, soy Amira Catifa, tengo 24 años, soy Árabe, mis padres murieron en un accidente de auto, así que solamente soy yo ahora, vivo en la calle desde hace 1 año, cuando mis padres murieron tenían muchísimas deudas, esos hombres que viste me quitaron mi casa, el auto y el restaurante de mis padres, dicen que aún les debo dinero y me están acosando para pagarles, pero obviamente yo no tengo como hacerlo. Duermo donde caiga la noche, como cuando me regalan algo o saco de la basura, pido dinero en las calles, eso es básicamente todo lo que hago.
Estoy destrozado, como alguien puede llegar a esto tan joven, Amira toco fondo pero eso no es del todo malo, porque ahora únicamente le queda una cosa por hacer y es levantarse.
—Estabas sola pero ya no más, por ahora no quiero escuchar nada, quiero que tomes estas cosas, te des una buena ducha caliente, te relajes, te coloques esta linda ropa que me ayudaron a comprar y descanses, mañana vendré a verte y te llevaré a casa, tengo un ejército de familia y vamos a ser tu soporte, ellos me salvaron a mí una vez, ahora te salvaremos a ti.
Me acerco a ella y le doy un beso en la frente antes de salir de la habitación, como hace mi madre conmigo, un beso de esos siempre me hace sentir bien.
Salgo de allí y camino hasta mi auto, una vez en el suelto todo el aire que no sabía que había estado reteniendo, esto es fuerte, quizás me estoy metiendo en lodo profundo, pero no tengo miedo de hacerlo quiero cambiar la vida de esta chica, y quien sabe, quizás en el proceso cambiar la mía también.
Tomo mi celular y llamo a la persona más indicada para cambiar una vida, la persona en quien más confió en el mundo, la persona que más amo, mi amiga, mi salvadora y mi madre.
Luego de dos tonos me contesta.
—Oh, hasta que te has acordado que tienes una madre— me reclama.
—Te amo, estoy bien, pero necesito tu ayuda.
—Que ocurre mi amor, claro que cuentas conmigo— se que asi es mami.
—Lo sé, pero esta vez necesito al ejército completo, convoca una reunión llego a casa como en 20 minutos.
—Claro que si mi vida aquí te vamos a estar esperando, te amo— es lo último que dice antes de colgar la llamada.
Hannah
Cuelgo la llamada con mi cuchufleto y escribo al grupo inmediatamente.
—Tenemos código rojo en 20 minutos los necesito a todos aquí.
Todos empiezan a dar sus respuestas de afirmaciones y eso me emociona, me hacen recordar la última vez que hicimos esto, cuando ayudamos a mi Mateo, ¿qué ocurrirá?, ¿porque me pidió hacer esta reunión?, él siempre ha sido más de resolver las cosas por su cuenta, igual a su padre, pero hoy está siendo todo un Ruiz y eso es lo que importa realmente, para esto es la familia, para ser un soporte de ayuda y esperanza siempre, Alec sale del cuarto con el teléfono en mano.
—Mi amor que ocurre, acabo de ver el mensaje— dice cminando hacía mi.
—En realidad no lo sé amor, tu hijo me llamo y me pidió que nos reuniéramos, esta es su reunión no la mía— respondo sin más.
—¿Mateo?.
—¿Acaso tenemos otro hijo varón?— respondo sarcastica.
—Ja, ja, ja graciosa, pero es extraño ¿qué ocurrirá?.
—Pues ya lo sabremos en cuanto llegue aquí, ven y ayúdame a preparar bocadillos para recibir a todos mejor— tomo su mano y nos guió hacía la cocina.
Nos instalamos y nos ponemos manos a la obra.
Amira
Mateo tenía razón, esa ducha me dio ánimos no recuerdo la última vez que tome una, últimamente solo me lavo en fuentes a la media noche y eso lo hago corriendo para que no me vea ningún guardia, me recuesto sobre la camilla y trato de descansar, pero Mateo llega a mis pensamientos tan dispuesto ayudarme, tiene una mirada dulce y amigable, siempre he tenido un sexto sentido para reconocer a las personas es como si descifrara su aura o algo así, mi madre decía que es un don y Mateo es de los buenos, con una aura pura, me sorprendió que me dijeran que un día lo salvaron a él y que ahora su familia me salvaría a mí, quería preguntarle pero se fue sin darme chance, tengo 1 año vagando sola por las calles, teniendo miedo, hambre y frío, realmente ya estoy cansada de eso, así que voy a confiar en este hombre y su familia, así sea lo último que haga, total ¿qué es lo peor que puede pasar?, ya estoy en el peor lugar en uno que nunca imagine, cuanto extraño a mis padres y sentirme segura en mi hogar, sin poderlo evitar lloro, por el recuerdo de mis padres y de alivio de estar esta noche bajo un techo, en una cama y con comida, gracias Mateo.
Mateo Estaciono el auto en mi sitio de parqueadero y subo en el ascensor al piso de mis padres, si también vivo aquí creo que deberíamos comprar el edificio de una vez, cuando le dije a mi madre que me mudaría solo lloro, como siempre, pero me apoyo, aunque siento que me manipulo y estafo, al día siguiente de contarle me entrego las llaves de mi nuevo apartamento dijo que era un regaló de ella y papá para mí, yo me emocione por supuesto, pero cuando nos subimos al ascensor y subimos 3 pisos, al décimo para ser específico, me sentí estafado estuve a punto de negarme, pero mi madre coloco esa mirada de perrito herido con la que nos ha convencido a todos durante toda la vida y no pude negarme, además no esta tan mal tiene sus ventajas, como por ejemplo comida gratis cuando no quiero cocinar, so
AmiraLas lagrimas brotan de mis ojos sin poderlas detener, no esperaba nada de esto todos estan viniendo hacía mi abrazarme, cada uno me dice palabras de aliento, bienvenida, esta es tu casa, estamos contigo; yo estoy sin palabras no quiero que piensen que soy una maleducada o una malagradecida, es que mis palabras estan atoradas en mí garganta junto con un nudo de lágrimas que estoy reteniendo para no ponerme a berrear como una loca, durante este año he pasado tantas penumbras, mis amigos y mi familia me abandonaron, pero estas personas que no tienen idea de quien soy yo estan aquí tendiéndome los brazos para sostenerme y dejándome entrar en su familia, esto es mucho más de lo que merezco, no me equivoque esta vez ellos son tan puros como Mateo.<
—Hoy conociste a la mayoría de mi familia materna ellos son los Ruiz, con quienes me he criado, pero no siempre fue así, Hannah es mi madre adoptiva, y mi padre es realmente mi tío— Veo la confusión en el rostro de Amira—. Sí es bastante confuso, pero te voy a explicar, mi madre biológica se llamaba Alexa Garza, murió en un accidente de tránsito cuando yo tenía 2 años, ella era la hermana gemela de Alec, él se convirtió en mi padre legalmente, pero por poco eso no sucede, con la muerte de mi madre, mi papá, bueno Alec para que me entiendas mejor, cayó en una depresión muy fuerte, se sumergió en el alcohol, no podía ni verme a los ojos decía que yo era idéntico a ella y estar conmigo le dolía demasiado, es doloroso decirlo en voz alta, pero yo estaba descuidado, imagina a un pequeño niño de 2 años que ha perdido a su madre y la única persona que debe amarlo y protegerlo lo rechaza y lo maltrata; servicios sociales se enteró de la situación y empezaron a pelear mi custodia, Hannah era
Amira En cuanto Mateo salió de mi habitación me quede completamente dormida, las emociones del día hicieron estragos en mi y tener esta deliciosa cama para mi sola hace la tarea de dormir mucho más sencilla, mientras uno vive en las calles nunca duerme realmente, los nervios de que venga alguien hacerme daño o a robarme la poca comida que conseguia me hacía estar siempre con un ojo abierto, esta noche fue diferente caí realmente profundo y eso es porque me siento segura, la vida me ha enseñado a no confiar en las personas, pero por alguna razón tengo fe esta vez, sé que esta familia no va a lastimarme y realmente le agradezco a Dios que Mateo se haya cruzado en mi camino, un poco más viviendo en la manera en que lo hacía y mi vida hubiera terminado, varias veces pense en el suicidió, pero mi cobardía a enfrentar el dolor siempre pudo más, o mis padre desde el cielo no me lo permitian, hoy estoy contenta de no haberlo hecho o de lo contrario no
Al llegar al estudio de Mateo y su madre las cosas se pusieron en marcha rapidamente.— Hola chicos buenos días menos mal han llegado, Amira bienvenida cariño necesito que te quedes aqui en recepción conmigo para explicarte todo, Mateo amor en la sala de juntas te estan esperando para la reunión que tenias pendiente — le informa.— Gracias mamá, bueno chicas buena suerte, nos vemos ahora — dice Mateo y se introduce por un pasillo lleno de puertas.— Bueno Amira ahora vamos con toda la explicación — y así fue el resto de la mañana Hannah explicandome todos los planes que ofrecian, como debía contestar el telefono, los precios y demás cosas como la organización de archivos, proveedores y esas cosas, es un traba
MateoSé que no debería ver esto como una cita, sé que no debo sentirme atraido por ella y tambien sé de sobra que haga lo que haga esto es inevitable, lo sé y lo supe desde que vi aquellos ojos por primera vez, esas esmeraldas verdes que me miran justo ahora, con confianza y agradecimiento Amira me gusta, y mucho, me siento atraido por ella todo el tiempo me parece enigmatica y misteriosa, me intriga, y eso ninguna mujer lo había despertado en mi, pero tambien sé el terreno en el que estoy pisando, decidí que iba ayudarla y eso haré, quiero que se vuelva fuerte e indepediente, que nadie vuelva a lastimarla facilmente y para eso debo mantener estos sentimientos a raya, eso sera dificil no tengo la menor de las dudas, pero puedo hacerlo, por ella
Amira La forma en la que curó mis heridas cambio algo en mi, sé que dije que no era la mujer para él, pues ya no me importa voy a convirtirme en una princesa, voy a estudiar y voy a ser digna de este hombre, porque no quiere que mire a nadie más, no quiero que toque a nadie más, quiero que es principe perfecto sea mío, no he luchado por nada nunca y creo que por eso mismo no tengo nada, así que voy a cambiar eso, voy a luchar por tener a hombre de mis sueños a mi lado, pero primero debo trabajar en mi, en ser la mejor versión de mi misma, la mujer que Mateo merece, por eso debo esperar solo un poco más, guardar estos sentimientos para mi un tiempo, hasta que sea el momento.Mientras esta concentrado curando mis heridas me perm
En cuanto desperté, me puse hacer las labores de la limpieza por suerte Mateo tiene todo lo necesario, toque a su puerta después de un rato y no escuche ruido alguno, me atrevi a entrar y no hay rastro de él, asi que provecho y coloco en orden su habitación, el departamento no es demasiado grande asi que en 2 horas tengo todo completamente listo, estoy doblando una ropa que he sacado de la secadora cuando escucho que la puerta de entrada se abre, ya a llegado.— Amira — escucho que me llama y salgo a su encuentro, esta de pie en medio de la sala observandolo todo.— Hola — digo simplemente.— No era necesrio que hicieras todo esto, no es tu responsabilidad, puedo contratar a alguien que lo haga — la señora que me ayudaba se mudo y no pudo continuar v