—Tranquilo en mi habitación hay mucho espacio, te puedes quedar, si te da miedo te digo que no como personas.
—¿Me hablas en serio? —Se acerca.
—Si es grande la habitación claro, además ando sola así que no hay problema.
—Gracias Kim, subimos y me cambio para ir a comer.
—Dale —Sonrió, él toma mochilas y subimos a la habitación— Hay está el baño —Lo señalo — hay están la bata y la toalla
—Gracias —Se quita las Camisas— ¿Cuándo cambias de Hotel?
—Nunca lo hago, pasaré los un mese acá, el contrato de esta tarde me obliga a esa estadía, de hecho, esta es mi habitación.
—Yo mañana trato de Buscar una habitación—Sonríe
—Tan rápido te quieres alejar—Sonrió— no hay drama, además en esta soledad algo de compañía no cae mal.
—Sonríe—No me quiero ir, solo decía para no incomodarte, pero claro que me quedo.
—No, no me incomodas al contrario me caes bien, el que no te hablara antes era por temor.
Sonrió, espero que él se bañe y le escribí a Bruno avisándole que el contrato se modificó y debía quedarme, ya mi abuelo sabía, así que respiro un poco.
La tensión sexual con la que me atrae este chico no es normal, pero trato de mantener autocontrol, él termina de dictarse y vamos a comer en el mismo hotel, él durmió en un sofá mientras yo dormía en la cama, daba vuelta, pero hay límites que no puedo pasar, creo que debe ser por mi amor frustrado con él.
El tiempo iba pasando, tan solo nos veíamos en las noches entre mis reuniones y su trabajo, ese tiempo nos quedaba, me llevaba al cine, a patinar, se volvía un gran amigo, la comodidad que sentía con él era muy extraña.
—¿Estas por acá— ¿Pregunto al entrar a la habitación, había estado lloviendo toda la tarde y quedé empapada?
— Si estoy acá— Dice saliendo del baño con toallas en la mano, todo mojado me imagino que también se llovizno.
—¿Fuerte la lluvia no? — Pregunto y agarró una toalla que él me ofrece—¿Comiste?
—Si muy fuerte esta, aún no.— Dicen sin dejar de mirarme.
—Cámbiate y te preparo algo ¿Te parece? —Me acerco a él con una toalla la cual se la pongo al rededor del cuello— Así no te enfermas
—Mira mis labios— Gracias —Se aleja
Él entra al baño mientras prepago algo, unas arepas rellenas con carne mechada, aprovechando que me habían quedado de la mañana tan solo la caliento, él sale del baño y solo sonríe.
Pongo todo en la mesita de la sala, me siento en el piso, me había puesto una bata, pongo una K—Drama y en se sienta a mi lado, tan solo se sentó allí silencio por un rato hasta que se ríe junto con los por la escena, habíamos terminado de comer y ahora solo comíamos helados.
—Tienes algo acá —Me acerco y beso cerca de sus labios— Rico el helado
—¿Te gusta? —Sonríe— También tienes ¿Puedo ayudarte a limpiar de? ¿Si quieres?
—Limpiar ¿Dónde? — Me toco la cara.
— En el pecho —Me señala.
—Para nada me molesta— lo miro fijamente—¿y a ti te molesta?
—No, no me molesta —acerca su boca donde tenía el helado y la limpia con una servilleta, me muerdo el labio— no tiene por qué molestarme.
—Si hago algo ¿Te molestara?
—Te dije que no, ¿aunque qué cosa harás?
—Esto —Me acerco a él, todo nuestro labio, él se tensa un poco, pero no sé separa, le soy un beso, un poco subido tono, me separó lentamente— ¿Quieres más helado?
—Sonríe—No me molesta, si dame más.
—Me acerco a él y le sirvo un poco de helados— Besas bien— Digo cerca de sus labios—¿Quieres un masaje—Me aleja?
—Se acerca un poco y rosa sus labios con los míos— ¿Aparte de todo también das masajes? —Sonríe— Claro ¿Me acuesto o así podes?
—Acostado —Me acerco a su odioso para susurro— Si superas lo que hago— Me alejó
—Quisiera saber — me sostiene de la cintura se acuesta, dejándome boca arriba, sin decirme cómo puede se da vuelta, coloco las rodillas a cada lado de sus caderas comienzo hacerle el masaje.
—¿Seguro?
—Muy seguro. —Me acerco para besarle el cuello y me alejo— ¿Eso también entra en el masaje?
—No sé quizás— se levanta—
—¿Quizás? — Se voltea viéndome— ¿Y de qué depende?
—De lo que quieras, mejor dicho, de lo que estés dispuesto a llegar hacer— me muerdo el labio inferior
—Se levanta para acercarse— Todo estoy dispuesto yo contigo, ¿A qué este día pues tú?
—A muchas cosas que no incluya, peleas, un título, un estrés.
—Estoy de acuerdo. —Se acerca a mis labios
—Vivamos esta semana, en un mundo de fantasías, luego volvemos a la realidad, esta semana solo nosotros dos.
—Hecho— Me besa.
Le sigo el beso, al principio fue algo tierno, pero no tardó mucho en volverse un beso salvaje, un beso con el que sentía mucha química, tan solo él y yo en ese momento, nuestras lenguas exploraban cada rincón que pudieran alcanzar en nuestras bocas
Me separó y le doy la mano la cual él toma, me levanto y caminamos en dirección a la cama, él tan solo sonríe, al llegar cerca él me toma de la cintura.
—Tienes unos ojos lindos
—Los tuyos me gustan— Me besa
Sus manos se separan de mi cintura para ir al lazo de la bata y quitármelo, me pasa las manos debajo de la bata por mi hombro para quitarme, mientas me besa el cuello, se separa un poco y me mira fijamente cuando mi bata cae al piso.
—¿Segura? —mientras la besaba—
—Estoy muy segura de esto y como sé que me encantas— Me subo a la cama, poniéndome colocándome de rodilla para quedar frente a él —¿No cambiará nuestra amistad?
—No — Me besa lentamente, parece que nuestras bocas fueran hechas la una para el otro, me separó un poco y le beso el cuello dejándole algunas marcas.
—¿Me estás marcando? — Rosa nuestros labios.
—Lo siento, pero te quiero tener
—Yo a ti.
Pasa sus manos por debajo de mi trasero, para poderme levantarme, rodeó su cintura con mis piernas mientras pasos mis brazos por su cuello, él me besa lentamente el cuello, me acuesta lentamente en la cama colocándose en frente de mí.
—Te necesito Mauricio
—Eres hermosa— Él se separa de mí y me levanto un poco y me quita el sostén, vuelvo acostarme, mientras me besa.
Baja sus besos para el medio de mis pechos, unas de sus manos viajan a seno derecho, mientras pasa la lengua lentamente mi pezón izquierdo, me muerdo el labio, mete completamente mi pezón en su boca, comienza a succionar y jugar un poco con su lengua.
—Si uno se puede volver adicta a algo sería de ti.
Él tan solo sonríe, él deja ese pecho y se va al derecho, una de sus manos baja a mi panty y mete su mano, mientras él poco a poco introduce un dedo en mí rápidamente.
—Mauricio.
—Aún no pequeña.
Él sonríe y baja comienzo a besar lentamente desde el tobillo, comencé a subir lentamente sus besos entre pequeñas mordidas y besos húmedos, pongo mi pierna en su hombro, para levantar la otra y poder acomodar mi cara en su zona íntima.
—Mau
—Lo sé amor.
Tomo unos de sus dedos y comienza a introducirlo poco a poco, mis manos viajan a su cabello y tiro de él, juega un poco con mi zona, hasta que decidió pasar la legua lentamente.
Esta sensación se notaba en mí, trataba de tener la calma, pero no creo aguantar mucho,
Sonrió y se levantó frente a mí, me terminó de quitar mi pantalón y el bóxer.
—Tu campeón está muy duro, ¿Puedo hacer algo?
—Quiero hacerte algo con él.
Yo me levanta para besarlo, ya que estaba de rodilla frente a él, me levanto y me da un pequeño beso, mientras mi mano va a su miembro y lo acaricio.
—Oh Kimberly
Sin decir nada más me agacho un poco hasta introducir su miembro en su boca, se sentía tan bien.
********************************
Me cubro con la sábana, mientras sonrió al verlos, mi cabello cubre mi rostro y él me ayuda acomodarlo.
—Voy a la cocina ¿Quieres agua?
—No gracias — Sonríe
—¿Aguantas más? —Me siento en la cama.
—¿Lo dudas? — sienta en la cama— Cuando quieras. —sonríe—
—Si me dices eso y luego abuso no te quejes—Beso cerca de sus labios—Esto quedará entre los dos después que regrese.
—Si ya me lo has dicho mucho Tranquila no me convertiré en un loco perseguido — Me beso— Una semana me diste y apenas inicia
—Rio—Lo que pasa es que a pesar de que me gustas, no lo niego ambos tenemos vidas distintas y esto sé que no es amor, es pasiones— Le muerdo el labio inferior.
—¿Yo, hable de Amor? ¿Cuándo? Ya entendí una semana, luego por tu lado yo por el mío, aunque si te vuelvo a encontrar no sé qué pasará.
—Si estoy soltera y tu igual créeme que no dudaría que pase esto, pero no lo creo que eres de eso que piensa en algo serio.
—No me conoces así que no lo puedes decir— Me da un beso y se levanta— ¿Agua querías tú te la busco?
—No, voy yo tengo que hacer una llamada.
No puedo decir que es lo que exactamente me está pasando, tuve sexo con Mauricio, después de tres años de relación con Bruno engañe, me siento culpable, pero no puedo evitar lo que me pasa con Mauricio, es algo que no puedo manejar. Tan solo me toca y mi piel se eriza, me hace sentir deseada, decidí no escribirle. Me devolví a la y Mauricio estaba dormido, tomo su camisa del piso y me la coloco como pijama, me acuesto y rápidamente me quedo dormida. Siento besos por toda mi espada, la luz del sol se cuela por mi ventana, abro poco a poco los ojos y observo a Mauricio —No me quejo si me levantó así. —Eres increíble ¿Lo sabes? —¿Vamos a comer? —Me parece, ¿Te puedes tomar el día libre? —¿Libre? —Sí, quiero que salgamos, pero desconectado, sin celular, sin nada. —¿Un secuestro? —Si te dejas secuestrar, no es un secuestro. —Está bien, vamos. —Vamos a bañarnos. —Me da flojera un poco levantarme. —No te preocupes por eso. —¿Qué harás? Él me mira un poco serio, para luego re
Me había realizado los exámenes, estos dos días han sido, llegaron los resultados y estaba muy nerviosa al abrirlo, sin darme cuenta las lágrimas comenzaron a recorrer mi mejilla. —¿Estás bien? —Dio positivo —Me abraza—No llores vas a ser una gran mamá. —¿Quién será una gran mamá? — Dice mi abuelo en el marco de la puerta. —Nadie. —Seca las lágrimas de Kimberly. —Kimberly responde. —Abuelo nada, si —Me escondo detrás de Bruno. —Espero que respondas por este bebé y no vallas por eso a suspender la boda, Bruno. —Abuelo yo —Nerviosa. —¿Ustedes qué? —Nada no sé preocupé— Responde Bruno. —Voy a ver a tu abuelo Bruno — Dice alejándose. —¿Ahora qué voy a hacer? —Suspira —No harás nada, ¿Bien? —Me mira—el bebé es mi hijo y nadie debe saber que no es verdad. —susurra —Bajo la mirada—te lo prometo, esto queda entre los dos. ********************************* Las cosas siguieron su rumbo, llegó el día de la boda, nuestros abuelos se acercan a nosotros en el momento que nos prepar
Narrado por Kimberly: Había dejado a mi hijo en casa de mis padres y me dirijo a la clínica, entro al consultorio de Bruno las cosas entre los dos está vez no van muy bien. —Bruno ¿Cuándo será que tendremos un momento para los dos? —No sé amor, ¿Quieres estar sola conmigo? —Me dice mientras ve unos documentos. —No me gusta hablar así Bruno, prefiero hacerlo cuando llegues a casa, aunque poco te veo. —Te acompaño nos tomamos el día libre ¿Quieres? — ¿Harías eso por mí? —Todo lo que quieras. — Me vuelve a besar —Ves que tenemos un hijo hermoso — le muestro una foto de Matías con él en la cama en la mañana. —Porque se parece a ti. — sonríe. — dale vamos a lo de tus padres salimos los tres ¿Si? —Si— Suspiró— — ¿Qué te pasa? —Muchas veces tengo miedo. — ¿De qué tienes miedo? —Me siento — Que todos se enteren de la verdad, que lo nuestro no funcionen, que la verdad llegué a él, que aparezca. —Nadie va a quitarte Matías legalmente es mi hijo así que él puede irse a la m****a,
—Me alegra volverte a ver— Digo y él me observa. —Sonríe— A mí también me contenta, aunque por lo visto ha cambiado todo y mucho. —¿Qué cambio? No lo veo así, recuerdo que te dije una vez que vivo la vida que me dieron y eso jamás ha cambiado —Sonrío— ¿Te quedaras por un tiempo? —Si lo dices, si me quedó trabajaré junto con tu hermano, ahora y tengo un nuevo amigo tu hijo —Sonríe— Es muy hermoso se parece a ti. —Sabes que yo lo encuentro parecido al papá, pero me alegra ojalá y nos veamos, para mí fuiste un gran amigo. —No se parece al Papá —Sonríe— Disculpa, pero se parece a ti, seremos lo que quieras que seamos. —No me tientes, lastimosamente estoy casada y ya una vez lo engañe —Hago un pequeño silencio. —Lo siento solo que te veo y recuerdo todo—Sonríe y su mirada viaja a mis labios— No quería incomodar. —No, no es eso— Sonríe — Es que una vez te mentí y a él, sé que te vas a enterar de todos modos y espero que no cambie la idea de que eres mi amigo, cuando estaba en Barcel
—Es una canción muy linda—Dice Bruno al llegar—¿Lista para irnos? —Sí. Sin decir nada más nos vamos de allí, sé que hay muchas cosas que pensar, de las cuales debo hablar con la almohada. No es fácil, sé que para el mundo tan solo seré una zorra, pero me siento dividida en mi amor de años a una pasión, aunque no sé si es tan solo eso y me da miedo saberlo. La tarde termina tranquila, comemos algo, baño al niño y me acuesto, Bruno se va a bañar cuando sale del baño me hago la dormida, él tan solo me da un beso en la mejilla y se duerme dándome la espada. No sé en qué momento dormir, pero lloré en silencio por mucho rato, cuando desperté ya no estaba Bruno en la casa, consigo una nota junto con el desayuno en la mesita de noche. «Buen día, amor, me debía ir temprano la clínica, lleve al niño dónde mis padres, tranquilo paso por él en la noche que tengas un lindo día en el trabajo» Me levanto a bañarme, hago todo lo que debo hacer en la mañana, me maquillo, desayunó y salgo de mi
Narrado por Mauricio. Tengo que admitir que me encuentro con sentimientos encontrados, en lo que siento realmente por Kimberly, pero también sé que hay algo raro, algo que me esconde, estamos en su oficina y su celular suena, ella se va por unos momentos, observó su oficina. Mayormente tan solo tiene foto de Matías, casi no tiene fotos con su esposo, mis pensamientos son interrumpidos por la entrada de su secretaria. —Buenas, señor Mauricio, voy a dejar acá en el escritorio unos documentos importantes, para que le recuerde a la señora. —Bien, yo se los entregó— Ella sonríe y se aleja, me da algo de curiosidad ver los documentos, ya que tienen el nombre de Matías, así que los abro. No sé si fue la mejor elección o fue lo que necesitabas hacer, mi corazón comenzó latir con más fuerza. Mi celular comienza a vibrar y lo reviso, da un mensaje de mi papá. ‘‘Conversación por mensaje’’ con mi papá. ¡Hijo que abandono’ ¿Estás bien? ‘’Viejo luego te visitó, ahora estoy ocupado.’’ Tomo
Él me acaricia, baja lentamente a mi parte íntima, no puedo dejar de morder el labio, sonríe al verme así, se acomoda para subir sus besos hasta mi cuello, me mira a los ojos y sonríe, pero algo extraño pasa, veo en el rostro de Mauricio, sin decir nada más él sigue acariciado. Flash Black. — No quiero que llegue el día de mañana— Digo Acostada en pecho de Mauricio. — Vivamos el ahora y ahora estamos juntos— Me besa lentamente. — ¿Otra ronda? — Ríe. — Por mí, está bien— Me mira— Si pudiera congelaría el tiempo. Fin del Flash Black. — ¿Quieres que me vaya? —susurra en su oído. — No, me encantan tus ojos— Digo viendo lo fijamente. — A mí me encantas tú— La mira. — Acaricio la mejilla y lo beso— Te necesito Christopher— Mi mente procesa rápido lo que dije. —Bruno se tensa— ¿Christopher? —No es lo que piensas— Él se aleja y me siento en la cama. — Kimberly deja de tomarme el pelo ¿Si? — Dice molesto, para luego levantarse de la cama. —Amor lo siento, es el estrés de saber qu
—¿Sebastián qué es tan importante? —Siempre tan apresurado ¿No? Tu abuelo ha dividido la clínica en cinco partes. —¿Qué? No sabía. —Dice sorprendido. —Necesito que llames a Rocío, es importa. —¿Para qué? No entiendo. —Tu abuelo ha estado enfermo, ha decidido dividir todo en vida, entré Tu padre, Tu hermana, tú, a Matías, los hijos que llegues a tener, a Rocío la cual es la albacea de Matías. —¿Dejo a Kimberly por fuera? —No sé qué es lo que está pasando, pero si, el problema es que con que sea el albacea más su parte, ¿Sabes lo que significa? —No— Suspiró. —Si ella lo decide dejaras de ser el director de la clínica, ella sería la socia mayoritaria de esto hasta que Matías tenga dieciocho años. —¿Dejarás esto así? Pienso y te recomendó que deberías hacer algo. —No puedo dejárselo a ella, esto es mi vida. —¿Dime qué hago? —No sé, Sebastián, aún no sé —Te dejaré pensarlo, sabes que esto lo hizo para que tu esposa no obtuviera nada. —No lo entiendo, te juro. —Últimamente