Capitulo 2

—Tranquilo en mi habitación hay mucho espacio, te puedes quedar, si te da miedo te digo que no como personas.

—¿Me hablas en serio? —Se acerca.

—Si es grande la habitación claro, además ando sola así que no hay problema.

—Gracias Kim, subimos y me cambio para ir a comer.

—Dale —Sonrió, él toma mochilas y subimos a la habitación— Hay está el baño —Lo señalo — hay están la bata y la toalla

—Gracias —Se quita las Camisas— ¿Cuándo cambias de Hotel?

—Nunca lo hago, pasaré los un mese acá, el contrato de esta tarde me obliga a esa estadía, de hecho, esta es mi habitación.

—Yo mañana trato de Buscar una habitación—Sonríe 

—Tan rápido te quieres alejar—Sonrió— no hay drama, además en esta soledad algo de compañía no cae mal.

—Sonríe—No me quiero ir, solo decía para no incomodarte, pero claro que me quedo.

—No, no me incomodas al contrario me caes bien, el que no te hablara antes era por temor.

Sonrió, espero que él se bañe y le escribí a Bruno avisándole que el contrato se modificó y debía quedarme, ya mi abuelo sabía, así que respiro un poco.

La tensión sexual con la que me atrae este chico no es normal, pero trato de mantener autocontrol, él termina de dictarse y vamos a comer en el mismo hotel, él durmió en un sofá mientras yo dormía en la cama, daba vuelta, pero hay límites que no puedo pasar, creo que debe ser por mi amor frustrado con él.

El tiempo iba pasando, tan solo nos veíamos en las noches entre mis reuniones y su trabajo, ese tiempo nos quedaba, me llevaba al cine, a patinar, se volvía un gran amigo, la comodidad que sentía con él era muy extraña.

—¿Estas por acá— ¿Pregunto al entrar a la habitación, había estado lloviendo toda la tarde y quedé empapada? 

— Si estoy acá— Dice saliendo del baño con toallas en la mano, todo mojado me imagino que también se llovizno.

—¿Fuerte la lluvia no? — Pregunto y agarró una toalla que él me ofrece—¿Comiste?

—Si muy fuerte esta, aún no.— Dicen sin dejar de mirarme.

—Cámbiate y te preparo algo ¿Te parece? —Me acerco a él con una toalla la cual se la pongo al rededor del cuello— Así no te enfermas

—Mira mis labios— Gracias —Se aleja

 Él entra al baño mientras prepago algo, unas arepas rellenas con carne mechada, aprovechando que me habían quedado de la mañana tan solo la caliento, él sale del baño y solo sonríe.

Pongo todo en la mesita de la sala, me siento en el piso, me había puesto una bata, pongo una K—Drama y en se sienta a mi lado, tan solo se sentó allí silencio por un rato hasta que se ríe junto con los por la escena, habíamos terminado de comer y ahora solo comíamos helados.

—Tienes algo acá —Me acerco y beso cerca de sus labios— Rico el helado

—¿Te gusta? —Sonríe— También tienes ¿Puedo ayudarte a limpiar de? ¿Si quieres? 

—Limpiar ¿Dónde? — Me toco la cara.

— En el pecho —Me señala.

—Para nada me molesta— lo miro fijamente—¿y a ti te molesta?

—No, no me molesta —acerca su boca donde tenía el helado y la limpia con una servilleta, me muerdo el labio— no tiene por qué molestarme.

—Si hago algo ¿Te molestara?

—Te dije que no, ¿aunque qué cosa harás?

—Esto —Me acerco a él, todo nuestro labio, él se tensa un poco, pero no sé separa, le soy un beso, un poco subido tono, me separó lentamente— ¿Quieres más helado?

—Sonríe—No me molesta, si dame más.

—Me acerco a él y le sirvo un poco de helados— Besas bien— Digo cerca de sus labios—¿Quieres un masaje—Me aleja?

—Se acerca un poco y rosa sus labios con los míos— ¿Aparte de todo también das masajes? —Sonríe— Claro ¿Me acuesto o así podes?

—Acostado —Me acerco a su odioso para susurro— Si superas lo que hago— Me alejó 

—Quisiera saber — me sostiene de la cintura se acuesta, dejándome boca arriba, sin decirme cómo puede se da vuelta, coloco las rodillas a cada lado de sus caderas comienzo hacerle el masaje.

—¿Seguro?

—Muy seguro. —Me acerco para besarle el cuello y me alejo— ¿Eso también entra en el masaje?

—No sé quizás— se levanta—

—¿Quizás? — Se voltea viéndome— ¿Y de qué depende?

—De lo que quieras, mejor dicho, de lo que estés dispuesto a llegar hacer— me muerdo el labio inferior

—Se levanta para acercarse— Todo estoy dispuesto yo contigo, ¿A qué este día pues tú?

—A muchas cosas que no incluya, peleas, un título, un estrés.

—Estoy de acuerdo. —Se acerca a mis labios

—Vivamos esta semana, en un mundo de fantasías, luego volvemos a la realidad, esta semana solo nosotros dos.

—Hecho— Me besa.

Le sigo el beso, al principio fue algo tierno, pero no tardó mucho en volverse un beso salvaje, un beso con el que sentía mucha química, tan solo él y yo en ese momento, nuestras lenguas exploraban cada rincón que pudieran alcanzar en nuestras bocas

Me separó y le doy la mano la cual él toma, me levanto y caminamos en dirección a la cama, él tan solo sonríe, al llegar cerca él me toma de la cintura.

—Tienes unos ojos lindos 

—Los tuyos me gustan— Me besa

Sus manos se separan de mi cintura para ir al lazo de la bata y quitármelo, me pasa las manos debajo de la bata por mi hombro para quitarme, mientas me besa el cuello, se separa un poco y me mira fijamente cuando mi bata cae al piso.

—¿Segura? —mientras la besaba—

—Estoy muy segura de esto y como sé que me encantas— Me subo a la cama, poniéndome colocándome de rodilla para quedar frente a él —¿No cambiará nuestra amistad?

—No — Me besa lentamente, parece que nuestras bocas fueran hechas la una para el otro, me separó un poco y le beso el cuello dejándole algunas marcas.

—¿Me estás marcando? — Rosa nuestros labios.

—Lo siento, pero te quiero tener

—Yo a ti.

Pasa sus manos por debajo de mi trasero, para poderme levantarme, rodeó su cintura con mis piernas mientras pasos mis brazos por su cuello, él me besa lentamente el cuello, me acuesta lentamente en la cama colocándose en frente de mí.

—Te necesito Mauricio 

 —Eres hermosa— Él se separa de mí y me levanto un poco y me quita el sostén, vuelvo acostarme, mientras me besa.

Baja sus besos para el medio de mis pechos, unas de sus manos viajan a seno derecho, mientras pasa la lengua lentamente mi pezón izquierdo, me muerdo el labio, mete completamente mi pezón en su boca, comienza a succionar y jugar un poco con su lengua.

—Si uno se puede volver adicta a algo sería de ti.

Él tan solo sonríe, él deja ese pecho y se va al derecho, una de sus manos baja a mi panty y mete su mano, mientras él poco a poco introduce un dedo en mí rápidamente.

—Mauricio.

—Aún no pequeña.

Él sonríe y baja comienzo a besar lentamente desde el tobillo, comencé a subir lentamente sus besos entre pequeñas mordidas y besos húmedos, pongo mi pierna en su hombro, para levantar la otra y poder acomodar mi cara en su zona íntima.

—Mau

—Lo sé amor.

Tomo unos de sus dedos y comienza a introducirlo poco a poco, mis manos viajan a su cabello y tiro de él, juega un poco con mi zona, hasta que decidió pasar la legua lentamente.

Esta sensación se notaba en mí, trataba de tener la calma, pero no creo aguantar mucho,

Sonrió y se levantó frente a mí, me terminó de quitar mi pantalón y el bóxer.

—Tu campeón está muy duro, ¿Puedo hacer algo?

—Quiero hacerte algo con él.

Yo me levanta para besarlo, ya que estaba de rodilla frente a él, me levanto y me da un pequeño beso, mientras mi mano va a su miembro y lo acaricio.

—Oh Kimberly

Sin decir nada más me agacho un poco hasta introducir su miembro en su boca, se sentía tan bien.

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Me cubro con la sábana, mientras sonrió al verlos, mi cabello cubre mi rostro y él me ayuda acomodarlo.

—Voy a la cocina ¿Quieres agua?

—No gracias — Sonríe

—¿Aguantas más? —Me siento en la cama.

—¿Lo dudas? — sienta en la cama— Cuando quieras. —sonríe—

—Si me dices eso y luego abuso no te quejes—Beso cerca de sus labios—Esto quedará entre los dos después que regrese.

—Si ya me lo has dicho mucho Tranquila no me convertiré en un loco perseguido — Me beso— Una semana me diste y apenas inicia

—Rio—Lo que pasa es que a pesar de que me gustas, no lo niego ambos tenemos vidas distintas y esto sé que no es amor, es pasiones— Le muerdo el labio inferior.

—¿Yo, hable de Amor? ¿Cuándo? Ya entendí una semana, luego por tu lado yo por el mío, aunque si te vuelvo a encontrar no sé qué pasará.

—Si estoy soltera y tu igual créeme que no dudaría que pase esto, pero no lo creo que eres de eso que piensa en algo serio.

—No me conoces así que no lo puedes decir— Me da un beso y se levanta— ¿Agua querías tú te la busco?

—No, voy yo tengo que hacer una llamada.

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