—Es una canción muy linda—Dice Bruno al llegar—¿Lista para irnos? —Sí. Sin decir nada más nos vamos de allí, sé que hay muchas cosas que pensar, de las cuales debo hablar con la almohada. No es fácil, sé que para el mundo tan solo seré una zorra, pero me siento dividida en mi amor de años a una pasión, aunque no sé si es tan solo eso y me da miedo saberlo. La tarde termina tranquila, comemos algo, baño al niño y me acuesto, Bruno se va a bañar cuando sale del baño me hago la dormida, él tan solo me da un beso en la mejilla y se duerme dándome la espada. No sé en qué momento dormir, pero lloré en silencio por mucho rato, cuando desperté ya no estaba Bruno en la casa, consigo una nota junto con el desayuno en la mesita de noche. «Buen día, amor, me debía ir temprano la clínica, lleve al niño dónde mis padres, tranquilo paso por él en la noche que tengas un lindo día en el trabajo» Me levanto a bañarme, hago todo lo que debo hacer en la mañana, me maquillo, desayunó y salgo de mi
Narrado por Mauricio. Tengo que admitir que me encuentro con sentimientos encontrados, en lo que siento realmente por Kimberly, pero también sé que hay algo raro, algo que me esconde, estamos en su oficina y su celular suena, ella se va por unos momentos, observó su oficina. Mayormente tan solo tiene foto de Matías, casi no tiene fotos con su esposo, mis pensamientos son interrumpidos por la entrada de su secretaria. —Buenas, señor Mauricio, voy a dejar acá en el escritorio unos documentos importantes, para que le recuerde a la señora. —Bien, yo se los entregó— Ella sonríe y se aleja, me da algo de curiosidad ver los documentos, ya que tienen el nombre de Matías, así que los abro. No sé si fue la mejor elección o fue lo que necesitabas hacer, mi corazón comenzó latir con más fuerza. Mi celular comienza a vibrar y lo reviso, da un mensaje de mi papá. ‘‘Conversación por mensaje’’ con mi papá. ¡Hijo que abandono’ ¿Estás bien? ‘’Viejo luego te visitó, ahora estoy ocupado.’’ Tomo
Él me acaricia, baja lentamente a mi parte íntima, no puedo dejar de morder el labio, sonríe al verme así, se acomoda para subir sus besos hasta mi cuello, me mira a los ojos y sonríe, pero algo extraño pasa, veo en el rostro de Mauricio, sin decir nada más él sigue acariciado. Flash Black. — No quiero que llegue el día de mañana— Digo Acostada en pecho de Mauricio. — Vivamos el ahora y ahora estamos juntos— Me besa lentamente. — ¿Otra ronda? — Ríe. — Por mí, está bien— Me mira— Si pudiera congelaría el tiempo. Fin del Flash Black. — ¿Quieres que me vaya? —susurra en su oído. — No, me encantan tus ojos— Digo viendo lo fijamente. — A mí me encantas tú— La mira. — Acaricio la mejilla y lo beso— Te necesito Christopher— Mi mente procesa rápido lo que dije. —Bruno se tensa— ¿Christopher? —No es lo que piensas— Él se aleja y me siento en la cama. — Kimberly deja de tomarme el pelo ¿Si? — Dice molesto, para luego levantarse de la cama. —Amor lo siento, es el estrés de saber qu
—¿Sebastián qué es tan importante? —Siempre tan apresurado ¿No? Tu abuelo ha dividido la clínica en cinco partes. —¿Qué? No sabía. —Dice sorprendido. —Necesito que llames a Rocío, es importa. —¿Para qué? No entiendo. —Tu abuelo ha estado enfermo, ha decidido dividir todo en vida, entré Tu padre, Tu hermana, tú, a Matías, los hijos que llegues a tener, a Rocío la cual es la albacea de Matías. —¿Dejo a Kimberly por fuera? —No sé qué es lo que está pasando, pero si, el problema es que con que sea el albacea más su parte, ¿Sabes lo que significa? —No— Suspiró. —Si ella lo decide dejaras de ser el director de la clínica, ella sería la socia mayoritaria de esto hasta que Matías tenga dieciocho años. —¿Dejarás esto así? Pienso y te recomendó que deberías hacer algo. —No puedo dejárselo a ella, esto es mi vida. —¿Dime qué hago? —No sé, Sebastián, aún no sé —Te dejaré pensarlo, sabes que esto lo hizo para que tu esposa no obtuviera nada. —No lo entiendo, te juro. —Últimamente
—¿Celoso? —Pregunto en broma— Nada ayer hablamos solo eso, era importante decirle— Me siento a su lado. —¿Celoso? —Ríe irónico—¿Y si estuviese qué? —Me mira fijamente— ¿Algún problema con eso? — Que te pones lindo—Tomo su mano— más de lo que eres. — ¿Y Christopher? —Se acerca— Quería verlo— Sonríe—me encariñé con tu hijo— Me da un beso corto. — Día de chico, como anoche lo deje acá, bueno hasta estaba hablando con Bruno de lo que hicieron —Rodeo su cuello con mis brazos. —La pasamos muy bien, es re inteligente, y se quedó dormido en mi pecho como un bebé viendo una película, era muy linda la peli, no sé si la has visto. Es de una lucha entre padres “La pelea de mi vida” ¿Te suena? — No, ¿De qué se trata? De los padres quiero decir, el papá y el abuelo. — El Papá biológico y el quien lo crio, quiero decir el Papá biológico no sabía de su existencia y luego que supo quería luchar por su hijo los más obvio, también tiene contexto de boxeo, y Narrado por una linda historia de amor.
—Llamó a Bruno y contentas, rápido— Hola. —Hola, cielo ¿Matías está despierto? —Si está despierto, ¿Quieres que te lo pase? —Si por favor. —Toma es mamá—Se escucha decir para luego pasarme al bebé. —Mami, hola. —Hola, amor ¿Cómo estás? —Bien, jugando con papá. —Hay alguien que te quiere dar las buenas noches—Le doy el celular a Mauricio. —Hola, Christopher ¿Cómo estás? Te extraño, anoche la pasamos increíble. Espero tengas una feliz noche. —Igual, me gusta pasar tiempo contigo ya le dije a papá para que vengas a jugar a la casa. Sonrió, hasta que escuchamos a Bruno. —Mati, amor pásame a tu mami. —Kimberly tu esposo— Me da el teléfono. —Quito el altavoz y voy a la sala—Hola. —¿Me dices con quién estás? —Dice molesto. —Con una amiga. —No te creo, seguís mintiéndome, yo nunca te mentí. Por lo más odioso que sea nunca lo hice. —No te miento lo que pasa es que esta persona es gay —Susurro. —Ah…—Dice sorprendido. — Está bien, Lo siento. —Tranquilo, bueno te dejo si cuí
—Le da uno en la mejilla. — Ya está.— Así no — Lo jala del cuello y lo besa apasionadamente.— Se aleja— Ya basta Isabella.— Por favor y yo me alejo — Se acerca cerca de sus labios— Uno y me voy.— Te di un beso. — Susurra. — Nos pueden ver. — Le da un pico. — Basta ahora.—Nadie va a venir Kimberly está en una reunión créeme— Lo abraza por el cuello — Arriésgate un poco, no pasará nada que no queramos.Suspira y la besa, Isa se zarpa en el beso y poco a poco le desabotona la camisa, pone una mano en su cabello besándola.—Le besa el cuello y le quita la camisa y sonríe — no pasará nada que no quieras —Lo besa.— La puerta está abierta— Dice Bruno sin separarse mucho— Shh que no te moleste Bruno — Le besa el cuello y se quita la blusa — Nadie va a entrar.—Se separa. — No, no puedo. — La mira muy de cerca acariciando sus labios— Si puedes bruno — Lo sienta en la silla y se sienta en sus piernas — Te mueres de ganas como yo —Le besa el cuello y él besa su cuello tomando su cintura
—¿Tú y yo? — Le pregunta aguantando el dolor de cabeza él solo asiente. — A ok — Suspira — Eh no me acuerdo de mucho. — ¿No querías? — La mira. — No pienses eso es que aún me duele la cabeza. — Vamos a casa ¿Sí? Es algo muy raro que ella no recuerde nada tan solo guardaron silencio en este tiempo. — Me voy a bañar— Dice Kimberly. — ¿Te ayudo? — Sonríe. — Que zarpado —Le devuelve la sonrisa — Eh hazle la comida a Matías que Jesús lo trae. — ¿Es un no? — Es un después cuando el nene esté dormido. — Me lo tomo en serio, lo dijiste y no puedes volver atrás eh. — Va a la cocina. Kimberly se va a duchar y tocan la puerta y Bruno se encargará de abrir. — Papi —Le alza los brazos. — Hola, hermano ¿Cómo estás? —Lo toma y besa su mejilla. — Hola, bien ¿Tú? —Lo hace entrar se sienta en el sofá. — Matías porque no vas a buscar los juegue para jugar. — Dale tío —Se va. — Te debo decir algo que me entere —Algo serio. — ¿Qué cosa? — Dice preocupado. — Tu hijo me preguntó si tú y K