Martha estaba en su escritorio trabajando cuando vio llegar a una rubia hermosa la había reconocido y era la misma del restaurante, está después de dar adecuadamente los buenos días y dar un leve repaso a todos con la mirada, se había dirigido directo a la oficina de Decker y aquello le había provocado que el alma se le fuera al piso, así que tenía claro que aquella mujer había llegado para quedarse, seguramente era su novia de compromiso y ella solo era un pasatiempo, sin embargo no sentía rencor pues él nunca le dio esperanza solo esperaba poder sanar y olvidar, es más a partir de ahora intentaría darle una oportunidad en serio a su pretendiente, porque dice un dicho que un clavo saca otro clavo, parecía una boba llorando por los rincones y se repitió lo que dice Karol G “porque en el mundo no existen los finales tristes o felices pero si creo en los nuevos comienzos”

Mientras tanto Decker que por mucho había intentado hacerse la vista gorda, no podía lidiar con la idea de ver a Mar