CONTRATO; INFIERNO TENTADOR

CAPÍTULO 22; No es una mentira

—CLAUDIA—

—Voy al baño, ya regreso —le digo a los chicos. Desde que llegué al restaurante quería venir, pero también me ganaba la pereza y la comodidad en la que estaba. Me lavo las manos y después que me las seco salgo del baño. Han pasado tres horas desde que estamos aquí y parece que solo hubieran sido unos minutos, es que nos hemos reído tanto.

—Claudia —escucho mi nombre en una voz conocida, volteo a ver y es el papá de Harrison que viene con una bolsa de alguna tienda de ropa en su mano—. ¿Estás aquí con mi hijo?

—Señor. Y no, Harrison está en la empresa.

—No entiendo cómo mi hijo te deja salir sola con lo guapa que estás, si fueras mía no te dejara un segundo —me recorre con su mirada, logrando que me ponga incómoda—. No cabe duda que mi hijo tiene un gusto exquisito e impecable para las mujeres.

Retrocedo cuando da unos pasos hacia mí.

—¿Está coqueteando conmigo?

—Qué inteligente eres —sonríe con picardía—. ¿Qu