A su regreso a casa Jovanna entró dejando atrás la sensación de ser perseguida. Estaba segura que en cuanto había salido y se había despedido de las chicas y Daniele habían comenzado a seguirla. Solo esperaba que él no tuviera razón y Ugo no estuviera aun interesado en ella. La verdad era mejor si deseaba vengarse que conquistarla, porque ella no tenía ni la menor intención de estar con un hombre tan atractivo y lleno de sensualidad masculina como él. Se dio dos palmadas a cada lado de la cara con las dos manos al mismo tiempo, para hacerse reaccionar a sí misma.

__ ¿En qué demonios estás pensando Jovanna? Lo correcto es decir que no quieres nada con un hombre corrupto y cruel como ese __ se dijo en voz alta. Pero la verdad era que no salía de su cabeza incluso antes de saber quién era. Él había cambiado mucho, el Ugo que ella recordaba era alto sí pero flacucho y ojeroso siempre con aquel rostro inexpresivo en el que no podías encontrar ni el menor vestigio de sentimientos. Y a