Ellis estaba sentada en el patio trasero, una suave brisa movía su cabello castaño mientras observaba a Donna, su adorable hija, jugando con los juguetes esparcidos en el césped. El sol de la tarde arrojaba una luz dorada sobre el patio, creando una atmósfera serena.A su lado, John Smith estaba tenso. No podía quitarse de la cabeza la sorpresiva aparición de Vittorio Amorielle en su casa. Miró a Ellis con una expresión seria y finalmente decidió que necesitaba conocer la verdad.“Ellis, ¿cómo fue que Vittorio Amorielle entró en nuestra casa?”Ellis suspiró, volteándose para mirar a John. Había estado esperando esta conversación, pero no sabía cómo reaccionaría él. “John, él vino aquí y ofreció ayuda. Estaba enferma y acepté.”John frunció el ceño, con un tono irritado en su voz. “¿Aceptaste ayuda de él? ¿Lo invitaste a entrar en nuestra casa, Ellis?”Ellis negó con la cabeza, rápidamente, sus palabras cargadas de indignación. “¡No, John! Jamás haría eso. Apareció sin ser invitado.”J
Ellis estaba atrapada en una habitación tensa y cargada con John, quien la sujetaba firmemente por el brazo. Su expresión estaba enfurecida, y repetía con insistencia que ella no se iría. Cada palabra suya era una amenaza implícita.“No te vas a ir, Ellis. Necesitamos hablar.”Ellis sentía cómo su corazón se aceleraba, no por miedo, sino por su determinación de seguir adelante. Ya no podía vivir en esta situación, bajo amenazas y control. Con un rápido empujón, logró zafarse del agarre de John y salió de la habitación.Sin dudarlo, se dirigió al cuarto de Donna, donde la niña estaba sentada, observando la discusión de sus padres con ojos preocupados.Ellis tomó a su hija en brazos, sintiendo su corazón apretarse al ver el miedo en los ojos de la niña. Trató de sonreír para tranquilizar a Donna. “Es hora de irnos, cariño.”Donna miró a su madre con confusión. “¿Papá vendrá también?”Ellis vaciló por un momento antes de responder con sinceridad. “No, cariño. Papá no vendrá con nosotros.
El coche estaba estacionado en una calle tranquila cerca de la casa de Ellis, y Leonardo y Matarazzo, dos matones de Vittorio Amorielle, estaban sentados dentro de él, vigilando la residencia. Mientras esperaban, los matones aprovecharon para comer una comida rápida. Comían sándwiches fríos mientras mantenían sus ojos en la casa. Era una noche tranquila hasta que notaron una figura pequeña afuera de la residencia.Donna, la hija de Ellis, estaba parada en la puerta principal, lágrimas corriendo por su rostro. Parecía estar llorando desesperadamente, lo que hizo que Leonardo y Matarazzo intercambiaran miradas preocupadas.Leonardo sugirió en voz baja: “¿Y si nos acercamos? Parece que algo está mal.”Matarazzo frunció el ceño, recordando las órdenes de Vittorio. “Vittorio fue claro, Leonardo. Solo debemos actuar en caso de emergencia. No podemos interferir sin su autorización.”Mientras comían, sus ojos recorrían la calle, observando cada movimiento. Era parte de su trabajo asegurarse d
Antonietta suspiró, pesando sus palabras con cuidado antes de responder. Era un secreto que había jurado guardar durante seis años. “Cuando Ellis se separó de Vittorio, se hizo una prueba de embarazo que dio negativa. Yo creí en eso en ese momento, y tú también deberías.”Eleonora dio un sorbo a su té helado antes de responder. “Las pruebas de embarazo no siempre son 100% precisas, Antonietta. Pueden fallar.”Antonietta miró fijamente a Eleonora por un momento antes de hablar. “Si ese es el caso, entonces la prueba de embarazo que hiciste cuando estabas embarazada de Jake también podría ser defectuosa. Y eso significaría que Jake no es mi nieto.”Eleonora tragó saliva, sorprendida por la franqueza de Antonietta. “Estoy segura de que Jake es tu nieto, Antonietta. Tan seguro como que Donna no es hija de Vittorio, Jake es su hi
MOMENTOS ANTES…La sala estaba en completo desorden, reflejando la turbulencia que se cernía sobre esa casa que antes era tranquila. John estaba furioso con Ellis, y la situación se había deteriorado tanto que había echado a Donna, la hija de ambos, fuera de la casa. La ira ardía en sus ojos cuando se acercó a Ellis, quien lo miró con firmeza, pero también con miedo.“He soportado todo por ti”, gritó, escupiendo las palabras con veneno. “Acepté a esa niña, la hija de mi mayor rival, incluso sabiendo que fue ese maldito Vittorio quien me arrebató a la persona que más amaba.”Ellis alzó la barbilla, con los ojos chispeando de frustración. “Esa fue tu elección, John, no la mía. Y debes entender que no lo deseaba, fuiste tú quien me forzó a casarme contigo”. Ellis se mantuvo firme, su propia ira
La tensión en la habitación era palpable cuando Vittorio hizo la pregunta que estaba flotando entre ellos: el motivo por el cual Ellis se casó con John. El silencio se extendió por unos momentos mientras Ellis luchaba con la decisión de contar la verdad. Sabía que revelar el verdadero motivo del matrimonio implicaría contarle a Vittorio sobre Donna, su hija, y que eso significaría que Vittorio terminaría matando a John.Finalmente, con un suspiro, Ellis decidió ser honesta. “Me casé con John porque él amenazó con arrestarte por la muerte de Tommaso Grecco”, confesó, con la voz temblorosa.Vittorio la miró, impactado por la revelación. “¿Qué?” Apenas podía creer lo que estaba escuchando.Ellis continuó, su voz aún débil pero decidida. “Le dije a John que fui yo quien mató a T
Messina inclinó la cabeza, considerando sus palabras. No era conocido por ayudar a los demás sin obtener algo a cambio. “Y, ¿por qué lo haría?”Eleonora sabía que debía elegir sus palabras con cuidado. “Vittorio se está alejando de la familia, de sus negocios. Ellis lo está distrayendo, y eso no es bueno ni para él ni para sus negocios.”Messina la observó atentamente, evaluando sus palabras. “¿Y por qué cree que estaría dispuesto a ayudar en eso?”Eleonora no podía revelar todos los detalles de su motivación. “Digamos que es del interés de todos nosotros, incluso de sus propios intereses, que Vittorio esté más enfocado en los negocios y menos distraído por asuntos personales.”Messina continuó analizándola, y por un momento, Eleonora sintió como si
El apartamento estaba en silencio cuando Vittorio regresó después de la tumultuosa noche. Sus hombres aún estaban buscando a John Smith, pero por ahora, él podía permitirse un momento de calma. Sabía que tenía muchos asuntos que resolver, pero en ese momento, su enfoque estaba en su hija, Donna, y en la mujer a quien había amado y traicionado.Vittorio se dirigió al dormitorio principal, donde encontró a Ellis y Donna durmiendo plácidamente. Era una escena que siempre había imaginado, una familia completa, pero ahora, la imagen estaba empañada por la traición y los secretos guardados durante años. Cerró la puerta con cuidado para no despertarlas y regresó a la sala.Se acostó en el sofá, pero la noche tumultuosa no le permitió un sueño tranquilo. Sus pensamientos estaban revueltos, las revelaciones de la noche anterior pesab