Akem
Voy conduciendo a toda mecha, Arabella ha dejado de delirar; le coloco dos dedos en el cuello para tomarle el pulso y no se siente nada.
¡No me puede dejar joder!.
Hago lo mismo con su muñeca, nada, acelero más; pasandome por los huevos los semáforos. Llegamos al hospital y Boris me está esperando afuera. Salgo del coche, corro hacia el lado del copiloto y cargo a mi diosa. Boris corre hacia mí.
— ¿Qué pasó hermano? — dice preocupado.
Lo ignoro totalmente, me adentro en emergencia.
— Por favor, necesito una camilla — grito desesperado. — Soy el puto dueño asi que muevan
IssabelaEstoy cansada de que esa perra se quede con todo, primero me quita unos de los casos más importantes de este hospital, luego me enteré que va ser la nueva directora y por último anda como una perra faldera detrás de Akem.Me alegro demasiado que haya quedado en coma, todo lo malo le llega su hora. No voy a negar que desde que estuve con Akem no lo he dejado de pensar, esa forma de follar como un animal me vuelve loca. Me estremece.¡Lo quiero solo para mí!.Me dirijo a la habitación de Arabella, quiero ver con mis propios ojos cómo ha quedado; abro la puerta y me adentro en ella. La muy estúpida está conectada a varias máquinas, estuve leyendo su informe médico y tuvieron
Akem Todavía me encuentro en la jodida sala de espera, he pasado aquí toda la noche, obviamente no me arrepiento pero me frustra no poder hacer nada. Me enteré por Iván que sus familiares se encuentran en la cafetería, no sé cómo van a reaccionar ellos; tal vez me culpen, cosa que estaría de acuerdo, si yo no la hubiera llevado al ático, esto no hubiera pasado. Pero el hubiera no existe, solo queda la continuación. Boris se fue a cambiar a su departamento, hubo un problema en la empresa, a mi siempre me gusta resolver mis asuntos pero esta vez hice la excepción; no podía dejar a mi diosa aquí. De repente el parlante empieza anunciar que solicitan al doctor Franco Sánchez. Durante la madrugada le pregunté a una enfermera sobre el nombre del doctor que tiene e
AkemYa han pasado dos días del atentado de Arabella, por los momentos está estable; pero para ser sincero necesito a mi diosa, la mujer arrogante que no se inmuta por cualquier cumplido. No me quería separar de ella pero tengo otras obligaciones que necesitaban mi supervisión.Tocan la puerta y entra mi secretaria Vanesa, ella es una morena muy simpatica, cabello castaño oscuro, ojos negros y un cuerpo voluntoso. He tenido sexo con ella, más que todo cuando estoy estresado.— ¡Buenos días señor! — entra con una camisa blanca escotada en la parte de los senos y una falda de tubo negra— ¿Le traigo el café primero o le digo los asuntos pendientes? — dice con una sonrisa coqueta.— Los asuntos pendientes — le digo, ella cambia su postura a una más formal —. ¡Ahora Vanesa! — le grito — no tengo todo el día.
ArabellaEstoy parada viendo un camino de flores amarillas, pero cada vez que trato de irme por ahí, no puedo, es como si hubiera una barrera invisible. Escucho una voz desde lejos que me llama por mi nombre, la reconozco inmediatamente, es la de mi padre.— Mia ragazza, nunca en la vida me hubiera imaginado que cuando te volviera a ver fuera en estas circunstancias. Tú has superado cosas peores mi chiquita, hoy es tú cumpleaños y no quiero verte aquí sin esa luz que desprendes al tan solo sonreír. —. Siento un beso en mi frente — ¿Te acuerdas cuándo tus hermanos se comieron la tarta de chocolate de tú madre? Apenas tenías 6 años mi beba y con ese inmenso corazón de oro, preferiste echarte la culpa para no ver a tus hermanos castigados — se ríe &md
ArabellaLe correspondo el beso con la misma pasión, adentra su lengua en mi boca y explora en ella. Con la ayuda de una mano levanta un poco mi cabeza para facilitar el movimiento del tan efusivo beso; nuestras respiraciones estan entrecortadas, mas la mia.— Calmado torero. — me rio. —. Pero que desesperado estás.— Júrame Arabella que no me vas a volver a dejar. — me mira seriamente —. Juramelo por favor, me volví loco al verte allí y sin poder hacer nada.— Yo no me voy a ningún lado porque tengo una nueva oportunidad y te juro que la aprovecharé.— ¿Arabella me puedes decir quién es el hombre que ten&iacut
AkemVerla dormir plácidamente sobre mi pecho es algo que me llena de satisfacción, quien iba a pensar que yo el Boss de la bratva muestre sentimientos a otra persona que no fuera mi madre. Pero aunque me cueste aceptar esta sensación de miedo, me frustra sentir que tarde o temprano la vaya a perder. Algunas personas dirán que estoy loco que no me puede gustar alguien de la noche a la mañana, que supuestamente eso no es normal; y eso es algo en lo que nunca en mi vida he estado vinculado, jamás he tenido una vida normal.El puñetero sonido de la máquina que dicta el ritmo cardíaco de Arabella, no me ha dejado pegar ni un solo ojo; ya han pasado seis horas desde que ella se quedó dormida entre mis brazos. Busco la manera de acomodarme pero no la quiero lastimar ni despertar.
ArabellaDespués de que le dijera esas palabras tan cortantes a Akem, me sentí un poco mal. Siempre he sido así con todos los hombres pero con él no fue lo mismo. Vi perfectamente como su cara se transformaba de tristeza a una de cabreo, note como arruinaba unos de sus sentimientos; pero es que esto es una total locura, lo conocí aproximadamente dos semanas, follamos hace una semana y supuestamente ¿Ya le gusto?. No tiene nada de malo ¿O si?, no se que pensar pero lo que si se y reitero es que tengo una pequeña atracción por el. No se si será por su físico, por su manera de follar, por su trato o todas las anteriores. Me agrada la idea de saber que ha llegado una persona que va a la par conmigo, somos mismos polos.— La cagué parce — se lamenta Chiara — s
ArabellaMe confirmé a mi misma que en realidad si tengo un sentimiento hacia Akem, que él me haya dado la oportunidad de pensar bien las cosas se lo agradezco de todo corazón. No quiero ser lastimada otra vez, pero esas palabras que me dijo me encantaron demasiado.Luego del momento "cursi" que tuvimos, me llevaron hacer los estudios neurológicos y de sangre. Estoy algo nerviosa por los resultados, soy doctora pero también un ser humano; espero que en mi cerebro no haya nada malo. Al cabo de cuarenta y cinco minutos me encuentro otra vez en la habitación, Franco me dijo que los resultados estarán en una hora.Voy al baño de la habitación para cambiarme de ropa, Chiara fue a mi ático y me trajo algunas cosas llamativas; sus palabras fueron: