Capítulo 81Los presentes se quedan en silencio, se miran unos a otros, mientras tiemblan al escuchar la acusación de aquella Omega.—¡¿Que acabas de decir?! —Ariadna levanta la voz mientras observa a Bruno que niega con la cabeza.—Es una mentira, sabes perfectamente que yo no te faltaría —Bruno gruñe y se acerca con furia hacia Norma.—¡Todos los sirvientes lo sabemos! Usted ha embarazado a la niñera de los cachorros, Viviana.El rostro de Ariadna cambia de inmediato, de una profunda tristeza a una profunda rabia en el alma.—¡No es verdad! —Bruno le pide a Ariadna que le crea.La loba toma del brazo a su esposo, le ordena a los invitados irse de su casa, mientras ella lo jala del brazo y lo lleva al estudio.Ordena a uno de sus sirvientes que traiga de inmediato a Viviana.—¡Explícame que está pasando! —Ariadna lanza un grito de enfado.—Es verdad que ella me sedujo, pero siempre la rechace y solo sigue en esta casa por los cachorros ¿No crees en mi palabra? —Bruno intenta explicar
Capítulo 82El rostro de Henry se enrojece de inmediato, Marcia llora consciente del error que cometió en medio de su soledad—Dejame explicar —Marcia se acerca pero Henry levanta las manos.—¡¿Ustedes son amantes?! —gruñe el lobo mientras agarra del brazo a Marcia.Ella siente miedo, nunca la había mirado con esos ojos llenos de enojo, es como si el fuese otro lobo.—Calmate, por favor yo puedo explicar lo que está pasando —Marcia intenta aclarar las circunstancias.—¡Ella y yo estamos juntos! Marcia se dio cuenta que tú no le cumples, que estás lejos de ser el lobo que ella necesita.Frederick interviene, empuja a Henry que suspira intentando respirar, se toca el pecho, observa con decepción a Marcia que agacha la mirada.—¡Cállate! No quiero escuchar nada de lo que tengan para decirme, para mí los dos son unos bastardos que se burlaron de mi.—¡Como lo hiciste conmigo! Sencillamente se te regreso la moneda querido mejor enemigo.Marcia le da una cachetada a Frederick, le ordena que
Capítulo 83Marcia abre los ojos, niega con la cabeza y sonríe con nerviosismo, mientras mira la reacción de Henry que se levanta acomodandose de la cama.—No, por supuesto que no —repite mientras mantiene la mirada abajo.Ariadna sonríe, emocionada cree que podrá tener un hermanito en su vida, pero Marcia sigue incrédula y decide levantarse de la cama e irse de la habitación, con excusas que inventa para no contestar.—¿Le sucede algo? Creí que sería una gran noticia para los dos —La loba se acerca a su padre.—Vete hija, necesito descansar —la cara de Henry cambia, guarda el enojo en su corazón.Marcia se encierra en el estudio, no había querído aceptar la realidad, en los últimos días no se había sentido bien, pero creia que era por el estrés.Náuseas, vómitos y mareos, todo encajaba, la idea de ser madre le agradaba, pero sabía lo que significaba, perder a Henry.La puerta se abre, Henry que camina un poco lento entra —¿Es verdad lo que dijo Ariadna? —cuestiona con voz firme.—No
Capítulo 84La luz del sol entra a la habitación nupcial de Bruno y Ariadna.La gran cama de sábanas blancas, es testigo de la lucha de orgullos de los dos líderes de la manada.Ariadna está sobre el Alfa, la loba aún con la ropa puesta, se mueve sobre el, su feminidad frota con la masculinidad erecta del Alfa dentro del pantalón.—¿Quieres ... Ceder? —Bruno necesita sentir su humedad, el lobo agarra los senos de su esposa, y los babea sobre la pijama.La loba con el rostro ruborizado, manda saliva mientras se agarra fuerte de los hombros de su esposo y sigue con el ritmo del frote suave y rápido.—Pidemelo... Eres tú quién tiene que ceder, es tu castigo.Bruno intenta correr la braga pero ella se lo impide, primero tiene que mirarla a los ojos y aceptar que perdió, que su castigo funcionó y que al final el cedió.El Alfa niega con la cabeza, la agarra del cuello para acercar más su oído—Eres tú quien me pedirá que entre en ti.Ariadna sonríe, pero también se siente débil, con el des
Capítulo 85—No la volveré a ver —Ariadna abraza a Bruno.El lobo consuela a su esposa después de aquella nota que la dejo destruida, siente un terrible enojo en su corazón, odia que su mate sufra pues el siente este mismo dolor.—¿Por qué no me dijiste que ese idiota te enviaba cartas? —cuestiona con rabia en su pecho.—Pense que eran estupideces, Sam sabe que tiene la soga en el cuello y que nunca se atrevería a cruzar el límite.Ariadna toma las manos de Bruno, le súplica que no haga una locura en medio de la rabia que siente por lo que está pasando.El Alfa suspira, no quiere que ella sufra más, y accede a mantener la cordura, Pero Bruno en su cabeza máquina la manera de acabar con el lobo que le arrebato a Ariadna y que hoy le sigue causando dolor.Bruno baja las escaleras, Leonardo al ver la alteración de Ariadna, decidió acompañarlos, sintiendo un poco de vergüenza y culpa.—No te preocupes, Pero intenta sacarle información a Lola —le pide Bruno dándole la mano.Leonardo antes
Capítulo 1—¡No me casaré contigo! —la voz de Ariadna Blair retumba en medio de la manada Black.La loba, vestida de novia, lanza el anillo de bodas al rostro del Alfa Nicolás Moon.Momentos atrás...Ariadna Blair se coloca su hermoso vestido blanco de novia; faltan pocas horas para que se convierta en la esposa del Alfa Nicolás, su prometido predestinado.Es la esposa ideal para cualquier lobo: de buena cuna, educada, fuerte, orgullosa y segura de sí misma.—Te ves hermosa —dice Luciana, su mejor amiga, ajustando el listón del corsé.—No sé qué haría sin ti; eres como una hermana para mí y agradezco tu compañía —Ariadna la abraza.Es el día más feliz de su vida. Su padre está orgulloso, pues ella será la futura reina de una de las manadas más ricas.Baja al salón para atender a los invitados. Todos quedan maravillados con su belleza: cabello rubio como una cascada de oro, ojos azules y piel blanca.—Nos dará una cría fuerte —comenta uno de los presentes, sonriente.Su padre, Henry, l
Capítulo 2La mirada de Ariadna parece perder vida; es como si su corazón se detuviera por un instante.—Eras como una hermana para mí. ¡¿Por qué me hiciste esto?!Luciana no responde; solo repite que ella tendrá al primogénito del Alfa y que, por ello, merece ser la esposa de Nicolás.Los ancianos del consejo se acercan al Alfa, preocupados por el escándalo que ocurrió en la fiesta.—Alfa, debe casarse de inmediato con la loba Luciana.—¡No lo haré! Maldita sea, el amor de mi vida es Ariadna —dice el lobo, negando con la cabeza.Ariadna lo empuja, sin quererlo cerca.—Cásate con ella, déjame en paz —le devuelve el anillo de compromiso, lanzándoselo en la cara y mirando a Luciana con rabia. —Toma, siempre te gusta lo que yo dejo.Echa a todos de su casa, sube las escaleras, entra a su habitación y, usando sus garras, se quita el vestido. Lo lanza por la ventana mientras grita entre lágrimas.Le duele la traición, la mentira, pero, sobre todo, la humillación.Su padre entra y la abraza
Capítulo 3Los ojos de Nicolás se abren como platos al escuchar esto; siente cómo la rabia se apodera de él.—¡No puedes hablar en serio! Es un bastardo, debería ser odiado por todos —gruñe Nicolás —Tú jamás te rebajarías con alguien como él.—¿Rebajarme yo? El que se rebajó fuiste tú cuando te revolcaste con mi mejor amiga. Yo decidiré lo que merezco, y tal vez un lobo como Bruno sea justamente lo que necesito ahora —Ariadna lo mira, segura de sus palabras.—¿Qué quieres? ¿Vengarte? —gruñe él—. Jamás soportaría verte con otro, y mucho menos si ese otro es el bastardo de mi medio hermano, el lobo que más odio sobre la faz de la tierra.—¡Tendrás que soportarlo! Porque quizá Bruno sea mi esposo.—¡No lo voy a permitir! Los prefiero muertos —Nicolás enfurece.Ariadna se suelta de su agarre; de alguna manera, le satisface verlo así.—Creo que el Alfa debería ir a acompañar a su esposa —En ese momento, Henry, el padre de Ariadna, llega e interrumpe el incómodo momento —¿Qué quieres, Nicol