Capítulo 85—No la volveré a ver —Ariadna abraza a Bruno.El lobo consuela a su esposa después de aquella nota que la dejo destruida, siente un terrible enojo en su corazón, odia que su mate sufra pues el siente este mismo dolor.—¿Por qué no me dijiste que ese idiota te enviaba cartas? —cuestiona con rabia en su pecho.—Pense que eran estupideces, Sam sabe que tiene la soga en el cuello y que nunca se atrevería a cruzar el límite.Ariadna toma las manos de Bruno, le súplica que no haga una locura en medio de la rabia que siente por lo que está pasando.El Alfa suspira, no quiere que ella sufra más, y accede a mantener la cordura, Pero Bruno en su cabeza máquina la manera de acabar con el lobo que le arrebato a Ariadna y que hoy le sigue causando dolor.Bruno baja las escaleras, Leonardo al ver la alteración de Ariadna, decidió acompañarlos, sintiendo un poco de vergüenza y culpa.—No te preocupes, Pero intenta sacarle información a Lola —le pide Bruno dándole la mano.Leonardo antes
Capítulo 1—¡No me casaré contigo! —la voz de Ariadna Blair retumba en medio de la manada Black.La loba, vestida de novia, lanza el anillo de bodas al rostro del Alfa Nicolás Moon.Momentos atrás...Ariadna Blair se coloca su hermoso vestido blanco de novia; faltan pocas horas para que se convierta en la esposa del Alfa Nicolás, su prometido predestinado.Es la esposa ideal para cualquier lobo: de buena cuna, educada, fuerte, orgullosa y segura de sí misma.—Te ves hermosa —dice Luciana, su mejor amiga, ajustando el listón del corsé.—No sé qué haría sin ti; eres como una hermana para mí y agradezco tu compañía —Ariadna la abraza.Es el día más feliz de su vida. Su padre está orgulloso, pues ella será la futura reina de una de las manadas más ricas.Baja al salón para atender a los invitados. Todos quedan maravillados con su belleza: cabello rubio como una cascada de oro, ojos azules y piel blanca.—Nos dará una cría fuerte —comenta uno de los presentes, sonriente.Su padre, Henry, l
Capítulo 2La mirada de Ariadna parece perder vida; es como si su corazón se detuviera por un instante.—Eras como una hermana para mí. ¡¿Por qué me hiciste esto?!Luciana no responde; solo repite que ella tendrá al primogénito del Alfa y que, por ello, merece ser la esposa de Nicolás.Los ancianos del consejo se acercan al Alfa, preocupados por el escándalo que ocurrió en la fiesta.—Alfa, debe casarse de inmediato con la loba Luciana.—¡No lo haré! Maldita sea, el amor de mi vida es Ariadna —dice el lobo, negando con la cabeza.Ariadna lo empuja, sin quererlo cerca.—Cásate con ella, déjame en paz —le devuelve el anillo de compromiso, lanzándoselo en la cara y mirando a Luciana con rabia. —Toma, siempre te gusta lo que yo dejo.Echa a todos de su casa, sube las escaleras, entra a su habitación y, usando sus garras, se quita el vestido. Lo lanza por la ventana mientras grita entre lágrimas.Le duele la traición, la mentira, pero, sobre todo, la humillación.Su padre entra y la abraza
Capítulo 3Los ojos de Nicolás se abren como platos al escuchar esto; siente cómo la rabia se apodera de él.—¡No puedes hablar en serio! Es un bastardo, debería ser odiado por todos —gruñe Nicolás —Tú jamás te rebajarías con alguien como él.—¿Rebajarme yo? El que se rebajó fuiste tú cuando te revolcaste con mi mejor amiga. Yo decidiré lo que merezco, y tal vez un lobo como Bruno sea justamente lo que necesito ahora —Ariadna lo mira, segura de sus palabras.—¿Qué quieres? ¿Vengarte? —gruñe él—. Jamás soportaría verte con otro, y mucho menos si ese otro es el bastardo de mi medio hermano, el lobo que más odio sobre la faz de la tierra.—¡Tendrás que soportarlo! Porque quizá Bruno sea mi esposo.—¡No lo voy a permitir! Los prefiero muertos —Nicolás enfurece.Ariadna se suelta de su agarre; de alguna manera, le satisface verlo así.—Creo que el Alfa debería ir a acompañar a su esposa —En ese momento, Henry, el padre de Ariadna, llega e interrumpe el incómodo momento —¿Qué quieres, Nicol
Capítulo 4Ariadna lo mira con sorpresa. —¿Matar? El Alfa Gregorio murio de muerte natural. Bruno niega con la cabeza. —¡Es mentira! Él me cito días antes y me aseguro que lo estaban envenenando, pero nadie me creeria. Ella cierra la puerta. —¿Cómo planeas buscar a su asesino? Es obvio que estando lejos de la élite, de los banquetes y demás, no lo lograrás. Ese es el mundo donde encontrarás información. Bruno sonríe, le señala la silla mientras la observa frunciendo el ceño con una sonrisa coqueta. —¿De verdad quieres tanto vengarte? Ariadna suspira; no puede olvidar lo que sucedio. La humillación de la que fue víctima quiere cobrarla con creces. —Sí, no me importa lo que tenga que hacer —gruñe. —¿Serás mi destinada? —bromea el lobo. Ella suspira. —Este matrimonio es falso, los dos lo sabemos. Cada uno tendrá una ganancia, pero será por tiempo limitado, quizás dos años. —¿Estás segura? Como loba, no te conviene cargar con un matrimonio destruido en tus espald
Capítulo 5—No puedes hacer eso. La manada no te lo perdonaría —Ella tiembla—Lo sé, pero no me interesa el perdón, me interesas tú —Nicola acaricia su mejilla —¿A quién quieres engañar? La vida que ese imbécil te ofrece no es la vida de una reina. Sé que estás herida y quieres hacerme daño. Ya lo lograste, pero no nos condenes.Ariadna tiembla y se deja llevar por un impulso.—Sí... Vámonos.Él la toma de la mano y decide llevársela por la puerta trasera de la cocina para no ser vistos por los invitados.Bruno está en el altar, nervioso. Su mejor amigo, David, se acerca y le da una palmada en el hombro.—Para ser falso, te noto bastante motivado.—David, quiero decirte algo. Yo creo que siento algo por...El lobo siente que algo no está bien al ver desde la distancia el caballo de Nicolás acercándose a la zona trasera de la casa.Corre hacia ese lugar donde Ariadna está a punto de subir al caballo para fugarse.—¡¿Qué están haciendo?! —gruñe enojado.—¿No lo ves? Escapamos. Ariadna s
Capítulo 6Nicolás sonríe y mira con burla a su hermano. —Creo que solo confirmaste lo que ya sabemos. Yo soy el Alfa y el heredero de la fortuna de mi padre. Con el embarazo de Luciana, confirmaré que siempre fui mejor que tú, Bruno. —Te equivocas —responde Bruno, tomando la mano de su esposa y dándole un beso, fingiendo una felicidad que no existe entre ellos. —¿Estás sordo? El que tenga el primer heredero... —Nicolás lo mira desafiante—Varón, el primer heredero varón. Nada te asegura que ese bebé que espera tu esposa sea un niño —lo interrumpe Bruno, manteniendo la calma. Henry asiente, respaldando las palabras de Bruno. —Debemos esperar a que el bebé nazca para saberlo. —¡Luciana me dará un varón! —grita Nicolás, enérgico, ordenando a las dos lobas salir de la habitación. Ariadna se levanta de su silla, pero Bruno la toma por el cuello y le da un beso apasionado. Ella lo mira furiosa, con los ojos llenos de rabia. Luciana se acerca a Ariadna con un gesto serio.
Capítulo 7Bruno llega con Ariadna en brazos. La loba tiene fiebre alta y tiembla de frío. Ordena a Lola que llame al médico de inmediato. Luego la acuesta en su cama y la cubre con sábanas para intentar darle calor. El médico de la manada llega minutos después. Examina a Ariadna y le administra algunos medicamentos. —Mi señor, quizá usted no lo sepa, pero la loba Ariadna fue muy enfermiza de niña, especialmente después de caer en un lago congelado. Situaciones como esta podrían ser letales para ella. Bruno abre los ojos con preocupación y le promete al médico que él mismo se encargará de cuidarla. Después, le ordena que se retire. Se siente culpable; de haber sabido sobre la condición de Ariadna, jamás la habría sometido a ese trabajo. —No debí hacerlo... —murmura Bruno mientras se acerca a ella. Le da un suave beso en los labios, un gesto que parece devolverle el calor a la loba. Ariadna abre los ojos lentamente. Al notar a Bruno tan cerca, se enfurece y lo empuja con