Capitulo 40

Susan se cepilla el cabello mientras prepara las cosas para la llegada de su bebé, le pide a su nana bordar algunas de las cosas, siente que la felicidad le llena el pecho pero algo llama su atención.

Paul se vuelve loco, lanza las cosas de la mesa ante la mirada sorprendida de Duperly, nunca pensó que la noticia le afectara de esta manera, como si un no fuera lo peor.

—¡¿Que pasa contigo Paul?!— le pregunta desconociendo por completo al lobo que tiene una actitud errática.

— Tu me prometiste que Susan sería mi esposa y tienes que cumplir, ella es mía.

Paul había desarrollado una obsesión por Susan que le estaba volviendo loco, la idea que una loba le dijera que no era un reto y perderlo lo volvía un trofeo.

Desde niño sus padres le enseñaron a mandar, a ganar a ser el mejor, el era el Alfa y por ende debía tener lo que quisiera, Susan era lo que quería.

Duperly se la ofreció con un dote, la hizo ver como el mayor de los tesoros, como una diosa que debía ser para el.

Esa p