La mirada de Emma analizaba el sitio en donde su tía le había dejado la Vampiresa se había calmado gradualmente, pero solamente ella sabía el juego que estaba jugando el silencio que se sentía en ese preciso momento era el sinónimo de la Calma antes de la Tormenta, Emma cerró los ojos mientras dejaba que el silencio se convierta en su aliado secreto la Vampiresa parecía absorber la energía a su alrededor; sin embargo, parecía no ser ella misma - Tus colmillos deben ser como navajas filosas y mortales cuándo tú reclames por sangre yo te la proveeré, cuando la escasez golpee con más fuerza ustedes demostrarán porque son los elegidos el mundo sobrenatural se puede postrar a tus pies, no obstante para llegar a la Cima deberás de soportar el peso de la Alianza Carmesí - Emma sentía un pequeño dolor en su muñeca; sin embargo, no podía abrir los ojos La Vampiresa se encontraba envuelta en un hechizo.

Yo, la Diosa de la Sangre, te repito que no hay muerte sin culpa, una vez que tú abras los o