Puntos clave 03

“Aunque me siento en lo mas alto, no me importaría caer ahora porque simplemente no estoy en la cima.”

Los siguientes tres años transcurrieron con tranquilidad, mantuve casi totalmente la distancia con Oliver, a pesar de ello compartí mucho tiempo en familia, fueron momentos felices y bastante pacíficos, no podría quejarme de aquella mujer que no era para nada perfecta, que podía impresionar a cualquiera con su carácter fuerte, pero tenía una encantadora manera de cuidar de todos nosotros incondicionalmente, se convirtió en la mejor imagen para Tommy, le dió la familia en la que él merecía crecer, además era verdaderamente una buena compañera para mi padre quien no la veía como alguien que reemplazaría a mi madre, ella no llenaba un espacio vacío, ella simplemente creo su propio molde, su propia marca, fue así como después de todo esté tiempo era un nuevo inicio para todos, era aquel cambio necesario, un complemento transcendental.

⚜️ 18 de Diciembre

En ese invierno tuve una presentación muy importante, interpretaría el papel principal en "El cascanueces", después de todo las clases de ballet rindieron frutos, fueron dos años en los cuales intenté obtener el papel principal sin éxito alguno, así que puse toda mi dedicación, determinación y esfuerzo, mirando cada error que cometí antes, dispuesta a no fallar para dar una presentación perfecta que mostrará mí nivel, gracias a ello estaría toda la familia reunida con la atención que obviamente estaría sobre mí, debía ser una presentación excelente e intachable como la nieta de Giovanni Cabassi, después de todo mi familia en general es perfeccionista así que las casas no serían la excepción, la mediocridad no era bien vista, ellos no consideraban simplemente el hecho de hacer algo bien o perfecto, también la determinación que se posee y el carácter que se forjó gracias a ello, el talento no lo es todo aunque esto nunca aplica en todas las situaciones.

OLIVER.⚜

La primera vez que ví a Jade tenía 12 años, me parecía la típica caprichosa niñita rica, aunque en realidad era la niña testaruda de mal carácter con vestidos rosa, el simple hecho de verla me hacía arder la sangre a pesar de no tener la culpa de las situaciones del pasado, pero consideraba dichos actos ajenos a su vida o su rutina, ella sabía lo que hacía el viejo, aunque eso parecía no importarle, parecía creer que todo lo que la rodeaba o las personas afectadas eran simples y banales, para mis ojos era tan culpable como ellos porque se mantenía desinteresada, ignorando la situación, no me di la oportunidad de conocerla mejor en ese momento, no creí que valiera la pena.

Después del incidente de la cena en la cual llegué ebrio hasta no poder más, actuó con tanta calma y serenidad, que parecía querer verme perder los estribos, parecía saciar su sed con ese simple hecho, parecía tener toda la situación bajo control como si lo hubiera planeado ella misma, eso era demasiado molesto.

Aproximadamente dos años después, para inicios de año mi madre me propuso acompañar a Jade a todas sus clases de ballet sin falta para así "conocernos mejor", al principio pensé que Jade me mandaría al demonio y se negaría después de todo nos estuvimos ignorando casi totalmente en ese entonces.

- Sería bueno que se conocieran un poco mejor, vivir bajo el mismo techo y no dirigirse la palabra no es algo que considere muy correcto. - dijo Angello con calma

- Por lo menos no nos estamos matando, debería ser un punto a favor - burlo Jade

- No sabía que su hija era comediante - respondí entre dientes

- Oh, por favor no seas tan modesto Oli, mi próxima broma te matará de la risa - contestó irónica, sonriendo divertida ante mis expresiones.

- Creo que sería bueno que tú, Oliver, la acompañes a sus clases de Ballet, eso quizá los haga interactuar más - interrumpió mi madre intentando parar la pequeña guerra de palabras.

- ¿Me agarraron de niñera? ¿Esto no podría ser mejor? - solté incrédulo.

- Pueden decidir lo que les plazca, sinceramente cualquier cosa estaría bien, no tengo ningún tipo de comentario que dar. - musito Jade saliendo de la sala

Para la semana siguiente empecé a llevarla a sus clases que eran 5 días a la semana, todas las malditas tardes de 3:00 a 6:30, aún así se limitaba a darme las gracias por acompañarla, el silencia era sepulcral, pero se convirtió en un silencio cómodo a medida que pasaron los meses, cosa que me permitía observarla con discreción como su cabello liso de color azabache que le llegaba hasta la cintura, las finas facciones de su rostro, sus manos delgadas, sus largas uñas, además de su piel blanca que permanecía levemente sonrojada, pero lo que más me llamaba la atención eran sus ojos color miel que eran mucho más claros que los de su hermano menor, tanto que parecían simular el color del oro. Al salir de las clases parábamos en una pequeña heladería bastante sencilla era una de las pocos negocios tradicionales Italianos, siempre pedía Stracciatella, un helado a base de Fior de Latte, relleno de finas virutas de chocolate, muy conocido en Italia, aunque en ocasiones pedía nuevos sabores o algunas sencillos para probar, sus expresiones faciales eran tersas y disfrutaba cada cucharada indiscutiblemente parecía otra persona, dejaba de parecerme tan irritante.

Al llegar al instituto iba hasta los vestidores a cambiarse, siempre traía sus propias cosas, no guardaba nada en los casilleros, usaba unas zapatillas color oro rosa demasiado llamativas eran las únicas en su clase, al empezar el calentamiento parecía absorta en ello, nada ni siquiera el más mínimo ruido la distraía, jamás vi a nadie tan dedicado, testarudo y determinado a conseguir un papel, la ví caer, tropezar, pero más que todo levantarse con más fuerza, creí que era su vocación el hecho de bailar, pero también buscaba la aprobación de alguien, demostrar que tenía un talento natural respetable, aunque siempre creí que era algo que ya tenía, algo que ella poseía, algo con lo que nació. Escuchaba algunas compañeras murmurar a su espalda, diciendo que le darían el papel por estar relacionada con la mafia, que no lo merecía, pero por primera vez en mucho tiempo estaba seguro que en ese lugar no había ninguna chica que mereciera más el papel de Jade, sabía que bajo tanta precisión estaban lesiones pasadas, el ballet requiere de mucha paciencia y dedicación, había escuchado a las otras chicas quejarse múltiples veces, pero no ella, ni una sola vez, siempre había enfrentado cada situación sin bajar la cabeza en ninguna ocasión.

⚜️

El día de la presentación fue brillante literalmente, se veía excelente su traje era rosa con pequeñas líneas celestes, tenía un moño de bailarina con flores con colores fríos, tal vez nunca se lo dije, pero era un brillo natural el cual irradiaba de ella, cuando la danza empezó, cada salto, cada paso, cada giro, estaban siendo combinados de forma precisa, ella no iba a la par de la música y la trama de la historia, ella lo recreaba con su propio cuerpo con un talento casi excepcional, ella era una mezcla homogénea con este arte, tenía delicadeza, pasión, un toque único que cualquiera sin mucho conocimiento como yo notaría, pero no solo yo percibía esto, la mirada de su familia y las casas estaba sobre ella, sobre sus pequeños pasos, entendí que toda esa presión recaía en ella paso por paso.

Nos reuniríamos en un salón del gran teatro, la situación comenzaba a ponerse tensa ya que el viejo parecía algo interesado en mi madre y en mí, cosa que me molestaba, la presentación aún no terminaba cosa que me hacía sentir más molesto dado que sería difícil evadir la situación, hasta que una dulce anciana decidió sentarse a mi lado, pensaba ignorarla dado mi humor, pero la mujer empezó a hablarme.

- Aquella chica baila muy bien ¿No crees?

- S-Si, claro - mi atención volvió a Jade, la dulce mujer tenía una voz cálida

- Eres bastante mayor para ella, ¿no crees?

- ¿Q-Qué? - dije sorprendido - ella no me gusta, no estoy interesado en ella de esa manera...

- Pareces asustado por una simple broma, deberías cuidarla bien, aunque es una chica fuerte que necesita más de cierta ayuda que de cuidado... - dijo mientras un hombre se acercaba

- Señora D'Roma, perdón la molestia, tenemos que irnos por el regalo de la Señorita Jade, la función está por terminar.

- Creo que no me presente bien Oliver, me llamo Beatrice, soy abuela de Jade, ¿tú podrías entregarle esto de mi parte? - dijo con calma mientras sacaba el obsequio de su abrigo.

- Claro, no hay ningún problema, yo se lo entregaré. - dije mientras recibía la cajita.

Jade tenía un gran parecido con esa mujer, algo que llevaba marcado en ella, la manera como su piel y su calma podía transmitir paz, pero al mismo tiempo ser muy temperamental.

Al rato de terminar la presentación, Jade llego a la sala donde inmediatamente notó mi incomodidad:

- Deberías buscarle novia, tiene cara de amargado aquel chico - dijo Giovanni mientras molestaba a mi padre

- Giovanni, el chico está interesado en otras cosas ahora - dijo Louisse

- ¿Le gustan los chicos? También podría ayudarle no veo porque no.

- Venga, no molestes al muchacho, ¿Como te llamas? ¿Tienes algún interés para el futuro? - interrumpió mi tío amistosamente

- Se llama Oliver, padre tengo que cambiarme e iré a casa del abuelo olvide algo allí, y él me llevará, esta algo cansado no está acostumbrado a este tipo de eventos dado que no son de su interés, disculpen su mala cara. - dijo mientras me levantaba de la mesa y tomaba mi mano

- No me digas entonces, ¿Te interesa Oliver mi nieta? ¿No está un poco pequeña para ti? - la vena de la frente del abuelo parecía estar apunto explotar y me mostró una mirada amenazante.

-No estaría interesado en ella aunque fuera lo último que hiciera. - solté mientras agarraba a Jade - Ninguno de los dos está interesado en el otro, venga Jade vámonos. - termine mientras la jalaba

Prácticamente la arrastré hasta el estacionamiento del teatro.

- ¿Acaso es una tradición querer emparejar a las personas en tu familia? - cuestioné irritado

- Lo dices como sí fuera la gran cosa, intentan ser amables contigo, idiota.

- No me digas, sube al coche... - dije entre dientes mientras la soltaba con algo de brusquedad, aunque ella parecía divertirse con la situación así que vi como se subía al coche entre risas

- Venga Oliver, tenemos que irnos.

- Acaso eres tú la que gusta de mí y se niega admitirlo. - dije mientras tomaba mi lugar y cerraba la puerta con calma, pensé “dos pueden jugar este juego”

- oh, como podría ser eso mentira amado mío, es por eso que deseo acariciarte a patadas en este momento - respondió exagerando sus expresiones

- ¿Te vuelvo loca? - dije burlón

- Sí me vuelves loca, tanto que no se cuando podré enloquecer -

- Sabes eres muy testaruda... - musite, ella parecía no querer parar de reír así que mientras lo hacia me acerque a su rostro.

- Oliver te saqué de ahí porque se que no te sientes cómodo en lo más mínimo, y mientras no soluciones eso serás un problema con el que no deseo lidiar, ahora conduce o pateare tu trasero. -

- Te agradeceré después, me hace feliz que por fin algo tan simple como acercarme a ti, te haga cambiar tu semblante - respondí suavemente mientras lamia el lóbulo de su oreja - es interesante, incluso casi irresistible para mí verte así. - susurre.

- Vete al diablo, eres un completo imbécil. - respondió mientras se reía y ponía su mano en mi cara para que me alejara.

- Esperó que no te enojes más tarde, solo bromeaba - musité entre risas, mientras puse mis dedos en su frente - igual no eres mi tipo, así que por favor no te hagas ideas.

- Nadie dice lo contrario, oh, chico inalcanzable - respondió burlándose - ahora arranca el maldito coche.

- A la orden.

Jamás pensé llevarme bien con ella, ni que ella de cierta forma se ligara conmigo de manera tan simple, como si nada hubiera pasado.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo