Capítulo 210
Benedicto no necesitó que Sergio continuara.

Abrió su tableta y en la gran pantalla apareció inmediatamente una notificación sobre las acusaciones de Ana contra Fabiola.

Al abrirlo, era un video.

En el video, Ana aparecía sin arreglar, luciendo muy demacrada.

En cuanto empezó a hablar, rompió en llanto.

—Siempre se dice que los asuntos familiares no deben divulgarse, pero realmente no tenemos otra opción. Fabiola nos ha bloqueado a todos, y no nos queda más remedio que comunicarnos de esta manera. Lamento ocupar recursos públicos.

Ana se secó las lágrimas y, mirando a la cámara como si viera a Fabiola, mostró una expresión amorosa: —Fabiolita, mamá sabe que estás escuchando. Ya eres adulta y estás casada. No quiero seguir consintiéndote, eso te perjudica.

—Desde que naciste hasta ahora, no has contribuido en nada a la familia, pero no importa, eres mi hija. Criarte y proveerte de comida y ropa es mi deber.

—Pero, ¿cómo puedes ser tan cruel y abandonarnos después de casarte? Papá y mamá
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