Mientras Kyle la guiaba con la mano en su espalda, Gabriela se llevó la mano al pecho. Literalmente podía sentir su corazón latiendo contra él.

‘¿Por qué demonios Kyle me trajo a la casa de sus padres? ¿Para qué? ¿No se supone que debemos conocer a su novia?’. Su mente reflexionó sobre estos pensamientos.

Mientras estaban de pie junto a la gran puerta de la mansión, ella podía sentir que se acobardaba y corría hacia la puerta.

Justo cuando estaba pensando en esto, la puerta se abrió, y una mujer de unos cincuenta años salió. Tenía hermosos ojos azules que brillaban contra las luces. Sus rizos dorados le llegaban hasta los hombros y tenía el cuerpo de una joven de unos treinta años.

Instantáneamente, Gabriela expresó en su mente: ‘¡Guau!’.

Gabriela observó que la mujer le sonreía y le preguntaba alegremente: “¿Tú debes ser Gaby?”.

La mujer la abrazó con cariño, como si fuera una vieja conocida, y se apartó después de cinco largos segundos. Escuchó a la mujer suspirar y dijo: “¿Sab