—¿Entonces?—Kelly sujeta dos trajesitos para bebé. Uno color beige y el otro verde.—Es tan difícil armar la maleta cuando ni siquiera sabemos su sexo. El beige, no importa el color al fin y al cabo. —Soríe, dobla el traje y lo mete en la pañalera.—No sé que otra cosa meter, creo que ya hasta aquí llevamos todo lo necesario. —Se tira del cabello— ¡DOS SEMANAS BAAARRY! DOS SEMANAS... No puedo creer que ya tan pronto estén por nacer. —Se acerca a mí y me mira a los ojos. —Dos semanas para el 28.—Mi vida, no te preocupes de nada, que si faltan dos semanas, dos días o lo que sea, yo siempre estaré ahí. Te apoyaré y cuidaré de ti y de los pequeños desconocidos.—Tus palabras en serio me hacen sentir bien, amada, protegida y con seguridad de que nada malo pasará.—Ahora mismo Kelly parace una verdadera pelota, pasada de peso y redondita.—Es que así es como te debes de sentir—le beso la nariz.—Ven, ya hay que bajar a la sala, recuerda
Miro a esas dos bolitas de carne, una la sostiene mi madre y otra mi padre.¿Cómo es que se me pasó por la mente la idea de no quererlas? Jania y Janne son ahora lo mejor de mi vida. Son tan hermosas, pequeñas y rubias.Barry y yo estuvimos todo el día de ayer decidiendo los que iban a ser sus nombres, hasta nos peleamos. Yo quería que fueran Mariana y Mackenzie, pero esta vez no me salí con la mía.—Ya es hora de que nos vayamos —anuncia Barry cuando entra a la habitación. Ni mis hijas ni yo tuvimos ningún tipo de complicación y estoy muy agradecida por eso, así que me dieron el alta rápido. —Traje tu ropa—dice secamente.—Carlota, ¿podrías ayudarla? —mi mamá nos mira y sonríe.—Jania ya está profundamente dormida, si la pongo en la cuna se despertará. —Se justifica.—los esperamos a fuera —dice mi padre. No sé si es buena idea que nos dejen solos, pero es necesario no estar enojados, nada puede opacar la felicidad que los dos sentimos.Con cuidado me recompongo para sentarme en la ori
Se acabó, todo se acabó. Nuestro contrato prematrimonial se terminó.Miro a William, me ha traído la cancelación a mi despacho... Y ni siquiera la quiero tomar.—Ten, me lo dio Sam antes de irse de vacaciones—Sam fue quien hace justo un año redactó el contrato que le di a leer a Kelly, hoy madre de mis hijas.— En cuanto lo firmen, la demanda de divorcio se empezará a tramitar, obviamente con tus condiciones.—Claro que sé lo que pasará, no quiero que esto se acabe.—A lo que leí, este contrato ni siquiera está notariado, simplemente es un papel que ponía normas para Kelly, así que tú mandas —william bosteza y no puedo evitar las ganas de también hacerlo —Te lo dejo y piensa que cosa harás, yo te ayudaré y haré lo que me digas.William abre la puerta justo antes de que Kelly lo haga, el mundo se me viene encima al verla entrar tan fresca con quien parece ser Jania.—Hola Kelly—William saluda de a mi esposa y a Liz le da un pequeño be
Las niñas están empezando a gatear, Barry cada día que pasa ve esta casa como una arma letal para las niñas. Todos los muebles que tienen esquinas les colocó toallas pegadas con cinta, ahora esta casa ha perdido el estilo. Barry y yo estamos muy entretenidos viendo a las pequeñas, mientras Tita nos prepara la comida. Cada día estamos más unidos, creo que hay cosas que no se pueden romper con facilidad y siempre se pueden pegar. El timbre de la puerta principal suena, casi siempre los amigos y familiares tiene su código para poder abrir las rejas y poder entrar sin ningún problema. -¿Quién crees que será? ¿Pediste algo?-pregunto intrigada. -No, para nada. Voy yo.-Barry abre la puerta y sale hacia la entrada de la casa, me quedo mirando como camina hasta que se detiene y charla con ¿UNA MUJER? Trato de ver quien es, pero trae lentes de sol y más la distancia a la que estamos, se me hace imposible distinguir quien es. Veo que Barry le abre y la abraza. ¿QUIÉN ES? Janne empieza a llo
Kelly apenas y se aparece por mi oficina, lo único que me consuela son las fotos que tengo de las niñas. Kelly me regala un portarretrato cada que las niñas cumplen un mes más; esto se volvió costumbre después de que cumplieran un año. Hoy me ha regalado el portarretrato número 12, hoy mis bebés cumplen dos añitos. Cada noche duermo pensando en cómo sería mi vida, si mi papá no me hubiera metido en este lío o como sería mi vida, si yo hubiera elegido a alguien más para hacer esta locura, también despierto agradeciendo al cielo lo que tengo, una familia, por primera vez me siento parte de una. Llegar a casa y tener a las tres mujeres que más amo esperándome si duda es lo máximo, Kelly con sus típicos jeans y sus camisas de tirantes aunque haga frío o llueva y mis dos pequeñas recién bañadas, peinadas y oliendo a ese típico olor que los bebés emanan. Me gusta el olor de sus cabecitas. —¿Qué te pareció la foto? No sabes cuánto me maté haciendo el escenario y tratando que estas dos s
He estado de aquí para allá, dejé a las niñas con Barry, no fue tanto tiempo que estuvieron solos los tres y cuando llegué a la habitación una de mis hijas estaba manchada con labial y quien sabe que otras cosas. Estoy enojada con Barry, si, pero ¿qué puedo hacer? Lo único que me queda es tomar a la niña, bañarla lo más rápido posible y quitarle ese vestido que tanto trabajo me costó conseguir. Para ser sincera en algún momento de mi vida yo necesité de una fiesta en la que mi mamá y papá me consistieran, globos, pastelillos, dulces y juegos; nunca pudieron pagarme algo como lo que ahora mis hijas tienen. Estoy feliz por lo que mis papás me dieron, no sé porque pero hoy me siento agradecida con el cielo por todo lo que me ha dado. Mis dos hijas, mi esposo (un hombre difícil pero hermoso, cariñoso y especial), mis hermanos y mis padres, no puedo pedir nada más.Como siempre en reuniones familiares o en fiestas los que se quedan a ayudarnos a Barry y a mí a limpiar son mis padre
KellyYa pasó una semana desde que llegamos a Roma, todo es perfecto, aunque no me agrada la idea de que Barry no me deje hablar con las gemelas, las extraño mucho, pero él insiste en que tengo que relajarme que ellas están bien con mi mamá.En el hotel que nos hospedamos está de lujo, incluso tiene una especie de despacho en el que Barry se la ha pasado metido desde la mañana.—Cariño, se nos hace tarde para nuestra cena— Le digo. Ayer hice una reservación en un restaurante para las 7:30 pm y ya son las 7:00.—Ni siquiera te has arreglado, sigues en pijama.—Si Kelly, pero me informaron que hay socios interesados en colaborar con la empresa y no puedo desaprovechar la oportunidad. —Me contestó claramente irritado.—Pero prometiste que cenaríamos ahí esta noche, de verdad quiero ir.—Ahora no tengo tiempo para cenas, necesito cerrar un contrato con ellos. Así que déjame solo tengo una video llamada con ellos en unos minutos.—Desde que despe
BARRYAl abrir los ojos noto que no me encuentro en mi habitación de hotel, y siento que alguien me abraza, recé que fuera Kelly, pero resultó ser Gabriela. ¿Cómo es que pasó esto?, Oh dios mío Kelly, ¿Qué le diré? Ayer tuve una discusión muy fuerte con Kelly y sé que me pasé de la raya, pero me encontraba muy estresado y yo que tenía intenciones de disculparme, ahora esto lo va a empeorar, como llegaré a decirle “Hola mi amor, perdóname por faltarte el respeto, ah y también por acostarme con mi ex”.Esto es un desastre, miro el reloj y son las 11:00 de la mañana, despegó a Gabriela de mi y me dirijo al baño.Me meto a la ducha y comienzo a pensar en mil excusas, esto es imperdonable. Al salir, me pongo la misma ropa y reviso el celular, tengo 15 llamadas perdidas de Kelly, 12 de anoche y 3 de hoy. También me dejó unos mensajes.11:30 pm Barry, ¿Dónde estás?11:31 pm Perdóname, no debí alterarme así.11:32 pm Regresa al hotel y arreglemos las cosas