Esta fue la escena que recibió Fu Jingyun cuando entró en la sala: una mujer hermosa y amable con una sonrisa en la cara. Aunque solo vio su perfil, Fu Jingyun pudo sentir la sincera felicidad de Jiang Sese.

No era una sonrisa forzada solo para apaciguar a los demás, sino de verdadera alegría.

Por alguna razón, sus pasos se detuvieron de repente, y se quedó mirando a Jiang Sese aturdido.

¿Estaba mirando a Jiang Sese por lo bien que se llevaba con Jin Fengchen?

Desde que Jiang Sese fue herida, su sonrisa parecía haber disminuido.

Fu Jingyun ni siquiera podía recordar la última vez que Jiang Sese sonrió de verdad.

Él había intentado hacer feliz a Jiang Sese, pero todo lo que obtenía a cambio era la sonrisa forzada de ella.

Lo que él no pudo hacer con todos sus esfuerzos, Jin Fengchen lo logró fácilmente.

En ese momento, Fu Jingyun se sintió impotente e indefenso.

Tiantian aún no se había dado cuenta de la actitud extraña de Fu Jingyun y le miraba fijamente con sus grandes ojos.