Fu Jingyun reprimió el disgusto que sentía y se hizo a un lado. Seguía mirando a Jiang Sese con preocupación.

Cuando Jin Fengchen vio que Fu Jingyun dejó de molestar a Jiang Sese, se apresuró a llamar al médico.

Muy pronto, la doctora se apresuró a llegar.

Cuando vio las manchas de sangre en la ropa de Jiang Sese, perdió inmediatamente los estribos.

La doctora colocó sus cosas pesadamente sobre la mesa, aparentemente disgustada.

"¿Qué es esto? ¿Ya no quieres tu cuerpo? Ya es bastante malo que la herida se haya reabierto una vez, y ahora se ha abierto por segunda vez. Tu cuerpo no puede soportar esto, ¿sabes?".

¿Cómo no iba a enfadarse si las heridas de una paciente se abrían dos veces en tan poco tiempo?

Se había esforzado mucho en tratarla hasta que mejoró un poco, y luego sucedió una cosa tras otra. Como doctora, no podía aceptar este tipo de comportamiento.

Mirando la expresión sombría en la cara de la doctora, nadie en la sala hizo ruido. No se atrevían a molestarla.