Charlaron un rato antes de terminar la llamada.

Después de comer, descansaron en el sofá hasta que la Señora Jin preguntó: "Sese, ¿quieres ir de compras esta tarde?".

"¿Eh? ¿De compras?". El cerebro de Jiang Sese no parecía funcionar del todo después del almuerzo.

La Señora Jin sonrió y dijo amablemente: "Vamos a comprar algunas cosas para el bebé antes de que se te note la barriga. Dentro de unos meses, ya no te convendrá andar por ahí".

"Mamá, ya hemos comprado muchas cosas. ¿Por qué necesitamos más?".

Jiang Sese ya no sabía qué hacer con las cosas que se habían acumulado en la habitación de invitados.

La Señora Jin negó con la cabeza y tomó la mano de Jiang Sese. "Sese, no es lo mismo. Los hijos de la familia Jin siempre tendrán lo mejor. Además, ni siquiera sabemos si vas a tener un niño o una niña. La última vez solo compramos cosas de niña, así que esta vez vamos a buscar algo para un niño".

Cediendo a la teoría de la Señora Jin, Jiang Sese no tuvo más remedio que seguirla