Por su lado, Jiang Sese se despertó con el bombardeo de los medios de comunicación.

No pudo evitar sentirse perpleja. "¿Esta persona imperdonable que describen soy yo?”.

“¿Qué quieren decir con ‘la rompehogares arrogante’ o ‘robar el marido de otra mujer’?”.

Sin embargo, se dio cuenta de lo que se trataba después de leer el artículo.

Su rostro palideció y sus dedos temblaron con el teléfono en mano.

Jin Fengchen salió del baño en ese momento, y al ver la expresión en el rostro de Jiang Sese, le preguntó qué había pasado.

"Sese, ¿qué pasa? ¿Estás bien?".

Jiang Sese le pasó el teléfono.

Después de leer el artículo, Jin Fengchen no podía creer lo que veían sus ojos. "¡Qué retorcida tiene que ser la mente del autor para escribir semejante artículo!”.

"¡La persona bien podría llamar negro al blanco!".

Sin decir nada más, Jin Fengchen se llevó el teléfono a su estudio.

Su rostro se había llenado de ira. Ningún medio de comunicación de Ciudad del Norte se había atrevido a fabricar