"Eres mi esposa, ¿qué tiene de malo que me sienta celoso?". Jin Fengchen incluso apretó la cintura de Jiang Sese mientras hablaba.

Al oír cómo se dirigía a ella, Jiang Sese no pudo evitar sonrojarse. Fingió un tono molesto cuando dijo: "No soy tu esposa. Todavía no estamos casados".

Jin Fengchen la envolvió en sus brazos con una sonrisa traviesa en su rostro.

"¿Estás pensando en dejarme? Qué pena, no puedes. Nunca dejaré que te vayas a ninguna parte".

"Eso depende. Si me maltratas, puede que un día me convierta en una mariposa que se deje llevar directamente por el viento", dijo Jiang Sese infantilmente.

"Nunca te daré esa oportunidad, pero...".

Jin Fengchen hizo una pausa en ese momento y luego miró a Jiang Sese con una mirada severa.

"Lo decía en serio cuando dije que no me gusta que trabajes con otros hombres. Quiero esconderte en la casa. Así nadie podrá ver lo encantadora que eres".

Jiang Sese empezó a reírse cuando escuchó eso. Apretando la mejilla de Jin Fengchen, sonrió