Después de salir del centro comercial, Xiaobao gradualmente se quedó dormido en sus brazos en el camino de regreso a su apartamento.

"Xiaobao lo pasó muy bien hoy”, dijo Jin Fengchen en voz baja.

Jiang Sese asintió con una sonrisa. "Sí, lo hizo. Sr. Jin, si no te sumerges en tu trabajo y sacas más a pasear a Xiaobao, él estará así de feliz todos los días".

El carro llegó a su casa mientras hablaban.

Jing Sese no se atrevía a despertar a Xiaobao, así que simplemente lo levantó y lo sacó del carro.

Varias veces, Jin Fengchen trató de quitarle el niño, pero ella se negaba cada vez, temiendo que, al cambiarlo de manos, se despertara.

Jin Fengchen recibió una llamada telefónica inesperada de Gu Nian cuando llegaron a la puerta principal, diciendo que había surgido algo en la oficina.

"Vuelve a tu trabajo. Yo cuidaré de Xiaobao". Xiaobao abrió sus ojos somnolientos después de que Jiang Sese habló.

"Tía Sese, ¿ya estamos en casa?".

Jiang Sese susurró: "Sí. Xiaobao, ¿estás cansado?".