Al oír esto, la expresión de Vivian cambió al instante y dijo enfadada: “Tú...”.

Mientras tanto, Mo Tingfeng estaba muy tranquilo mientras decía fríamente: “Vivian, no creas que solo te estoy asustando. Hebrew es un hombre muy malvado, y tú todavía estás intentando dejarte una salida. Así que, naturalmente, te trataré como a él. En ese caso, ¿qué crees que le haría a gente como ustedes dos?”.

Naturalmente, no sería amable.

Antes de que Mo Tingfeng pudiera terminar, Vivian llegó naturalmente a esa conclusión.

Al ver la expresión sombría en el rostro de Vivian, a Mo Tingfeng no le importó en absoluto. Su expresión se volvió cada vez más distante. “Así que deberías pensártelo bien. Si trabajas conmigo, te daré la cura y podrás seguir siendo la bella Vivian. Si no...”.

La cara de Vivian se ensombreció y su bello rostro se transformó en algo aterrador.

Mo Tingfeng soltó: “Qué cara tan bonita. Sería una pena estropearlo. Vivian, no te daré mucho tiempo, así que mejor piénsalo bien”.

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