Este beso había aumentado lentamente la temperatura en la habitación.

Los besos de Jiang Sese fueron demasiado descuidados, lo que llevó a Jin Fengchen a pasar de un papel activo a uno pasivo. Ambos, sin saberlo, habían rodado sobre la cama con Jin Fengchen presionándose contra su cuerpo. A través de la delgada ropa, ambos podían sentir el calor del otro.

Parecía como si un simple beso no fuera suficiente para satisfacerlo. Las manos de Jin Fengchen recorrieron el cuerpo de Jiang Sese, el beso viajó desde sus labios hasta el lóbulo de su oreja y bajó hasta su cuello...

Casi toda la ropa de Jiang Sese se había quitado. Cuando le tocó el cuerpo en los puntos más sensibles, ella no pudo evitar dejar escapar un pequeño gemido.

La última pizca de racionalidad de Jin Fengchen estuvo a punto de desmoronarse...

Sin embargo, en el momento crítico, Jiang Sese se quedó dormida.

Los ojos de la mujer estaban cerrados y solo se podía escuchar el sonido de su respiración constante. Al ser testi