“Tomaré mis propias decisiones sobre mi matrimonio”. Fang Yuchen la miró inexpresivamente, sin darle la cara.

“¡Qué gran declaración!”. Ye Xiaoyi se rio mientras se levantaba rápidamente y preguntaba en respuesta: “¿Crees que puedes decidir por ti mismo, teniendo en cuenta nuestras familias?”.

“Puede que tú no puedas, pero yo sí”. Fang Yuchen miró a Shang Ying, “Mamá, en realidad he dicho esto muchas veces, y ya deberías saberlo en tu corazón. Si te gusta tanto, ve y trátala como a tu propia hija, pero no tienes que obligarme a casarme con ella”.

“Yuchen, este asunto no lo puedes decidir tú”. Shang Ying se levantó: “El matrimonio entre nuestras familias no puede decidirse solo porque tú digas que no quieres casarte con ella. No quiero que nuestras familias se enemisten por tu culpa, y no quiero que otros digan que no cumplimos nuestras promesas”.

Fang Yuchen frunció el ceño: “A tus ojos, ¿no es más importante mi felicidad que la reputación de la familia Fang y de ustedes mismos