Desde la última vez que Ye Xiaoyi acudió al restaurante y montó una escena, Liang Xinwei estuvo de baja.

Al principio pensó que pronto recibiría una llamada de la gerente para pedirle que volviera al trabajo.

Efectivamente, recibió una llamada, pero no era para que volviera al trabajo.

“Weiwei, es una decisión de la sede, y no puedo evitarlo”, dijo la gerente impotentemente por teléfono.

Las comisuras de la boca de Liang Xinwei se crisparon con reticencia: “¿Por qué? ¿Por qué me van a despedir? ¿Fue por el incidente de la última vez?”.

“A decir verdad, sí fue por ese incidente. La razón dada por la sede es que no queremos contratar a empleados de carácter moral cuestionable”.

“¿Carácter moral cuestionable?”. Liang Xinwei pensó que había escuchado mal: “Llevo varios años trabajando en el restaurante. Sabes muy bien qué clase de persona soy”.

“Por supuesto que te creo. Sin embargo, no importa que les diga, la jefatura está decidida a despedirte”.

“No puedo aceptarlo”, dijo Liang