Jiang Sese luchó con fuerza y trató de liberarse de su agarre.

Sin embargo, la fuerza de los hombres superaba con creces la suya y ni siquiera pudo moverlos un poco.

“Señor Bo Gelian”.

El respetuoso saludo de los hombres hizo que su corazón se estremeciera mientras levantaba apresuradamente la cabeza.

Vio a Bo Gelian acercarse y detenerse frente a ella. Él sonrió. “Cuánto tiempo sin verte, Sophia”.

Cuando lo vio, el corazón de Jiang Sese se hundió al instante.

Ella estaba acabada.

¿Intentaba secuestrarla de nuevo a Italia?

“Tú... ¿Por qué estás aquí?”.

“Como dije, quería verte”.

Bo Gelian sonrió astutamente e hizo un gesto con la mano. Sus hombres inmediatamente trataron de empujar a Jiang Sese dentro del coche.

“¡Suéltenme!”.

Jiang Sese gritó mientras luchaba.

“¡¿Qué están haciendo?!”.

Gu Nian salió por casualidad de su residencia. Su expresión cambió de repente mientras gritaba con fuerza.

Jiang Sese vio su salvación y gritó: “¡Gu Nian, por favor, ayúdame!”.

“¡Déjenla