La boda terminó en caos.

Jiang Sese fue enviada al hospital. Recibió un puñetazo en la nuca, pero no era grave.

Se desmayó porque sus emociones habían sido inestables durante los últimos días y por la falta de sueño, lo que hizo que su cuerpo se debilitara.

“No es nada preocupante, pero la paciente necesita descansar unos días”.

Fang Yuchen asintió apresuradamente tras escuchar las instrucciones del médico. “Muy bien, le prestaré más atención”.

Después de que el doctor se fuera, Fang Yuchen se dirigió a la cabecera de la cama. Sus ojos se posaron en el pálido rostro de Jiang Sese y un suspiro escapó de sus labios.

Si Jin Fengchen no se le devolvía, ¿cómo podría descansar?

“Joven Amo Yuchen, ¿qué hacemos ahora?”, preguntó Gu Nian, que estaba parado al lado.

Esto era algo que no habían esperado.

Después de todo esto, ahora sería aún más difícil para ellos sacar a Jin Fengchen de la residencia Shangguan.

Fang Yuchen reflexionó por un momento antes de decir: “No tenemos más opcio