“Si me gusta alguien o no, no es asunto tuyo”.

Fang Yuchen señaló la puerta e hizo un gesto para echarla. “Estoy muy ocupado y no tengo tiempo para entretenerte. Por favor, vete”.

“¡Fang Yuchen!”. Ye Xiaoyi estaba tan enfadada que dio un pisotón y lo miró con desprecio.

Viendo que no estaba dispuesta a irse, Fang Yuchen pulsó el interfono. “¡Song Yao, acompaña a la Señorita Ye a la salida!”.

¡Él no le daría ni una sola oportunidad!

Ye Xiaoyi estaba fuera de sí de la ira. Le gritó mientras le apuntaba con un dedo a la nariz. “Fang Yuchen, ¿realmente crees que no me casaré con nadie más que contigo? ¿Sabes cuánta gente me persigue?”.

Fang Yuchen sonrió. “Si ese es el caso, deberías elegir a otra persona, Señorita Ye, y ahorrarte todo esta ira”.

“¡Tú!”. Ye Xiaoyi estaba tan enfadada que no tenía palabras para decir.

En ese momento, Song Yao abrió la puerta y entró. Se dio cuenta de que algo iba mal en el ambiente y dijo con cuidado: “Señor Presidente...”.

“Acompaña a la