Liang Xinwei esperaba en la entrada de su barrio desde muy temprano. Miraba su reloj de vez en cuando, el nerviosismo era evidente en su rostro, que estaba ligeramente maquillado.

Respiró profundamente y trató de calmar sus emociones.

Esta sería su primera cita con Fang Yuchen desde que confirmaron su relación.

Unos diez minutos después, un Land Rover negro se acercó y se detuvo junto a ella.

La ventanilla del coche se bajó para dejar ver el apuesto rostro de Fang Yuchen.

“Weiwei, sube”.

Liang Xinwei no pudo evitar sonrojarse al ver la sonrisa en sus ojos.

Ella dijo: “Está bien”, en voz baja y abrió la puerta del asiento delantero para subir.

Fang Yuchen se giró y le sonrió cálidamente.

Liang Xinwei solo sintió que sus mejillas se calentaban y sonrió tímidamente: “Vamos”.

“Abróchate el cinturón”. Fang Yuchen le indicó con un gesto que se abrochara el cinturón de seguridad.

“De acuerdo”. Liang Xinwei se apresuró a ponérselo.

Fang Yuchen sonrió y arrancó el coche,