Le había dicho que sí, pero en su corazón no le creía.

Jiang Sese se rio ligeramente: “Bo Gelian, estás siendo paranoico. Ni siquiera intentaría mentirte”.

La sonrisa en la cara de Bo Gelian se congeló al instante, y su expresión se volvió algo más oscura.

Jiang Sese se volvió y sonrió disculpándose a Jing Liuyue: “Señor Jing, me disculpo. Me temo que no puedo ayudarle más”.

No quería darle problemas a nadie.

Era mejor no arrastrar a Jing Liuyue a esto.

“Cuña... no, Señorita Jiang. ¿Podrías ayudarme un poco?”. Jing Liuyue casi expuso su relación con Jiang Sese. Por suerte, se las arregló para corregirse a tiempo.

“Lo siento”.

Aunque Jing Liuyue estaba muy ansioso por sacarla de allí, pero Jiang Sese tenía sus razones para decir lo que dijo, así que no podía comentar mucho al respecto.

Solo pudo asentir: “De acuerdo, entonces buscaré a otra persona”.

Se dio la vuelta para entrar, mirando de vez en cuando a Jiang Sese, temiendo que Bo Gelian le hiciera pasar un mal rat