Ye Xiaoyi no pensó que sería tan grosera. Al instante se sintió avergonzada y enfurecida y exclamó: “Jiang Sese, no creas que no me atreveré a hacerte nada solo porque eres la prima de Yuchen”.

Jiang Sese se rio: “Este es tu verdadero yo, ¿no es así?”.

“¡Tú!”.

Ye Xiaoyi solo entonces se dio cuenta de que estaba tratando de provocarla.

“Señorita Ye, no pienses que, porque te hagas la santa frente a mí, voy a tener una buena impresión de ti. Conozco tu verdadera cara desde la primera vez que nos conocimos”.

Jiang Sese la miró fríamente y luego se volvió para mirar a Liang Xinwei: “Ya que te gusta este vestido, te lo compraré”.

Liang Xinwei sacudió la cabeza frenéticamente al oír esto: “No, no me lo compraré”.

No se atrevería a aceptar un regalo tan caro.

“¿Por qué no?”. Jiang Sese frunció el ceño.

“Hermana Sese, reconozco tus intenciones, pero es demasiado caro, no puedo aceptarlo”.

Ye Xiaoyi se burló con desdén cuando escuchó las palabras de Liang Xinwei. Dijo en tono