Jiang Sese bajó las escaleras justo a tiempo para ver regresar a Fang Yuchen.

Miró el reloj de la pared y preguntó con una sonrisa: “Primo, ¿por qué regresaste tan pronto?”.

Todavía no era hora de salir.

“Tengo buenas noticias que compartir, hablemos en la sala”.

Jiang Sese hizo lo que dijo y tomó asiento en la sala: “¿Cuál es la buena noticia?”.

“Shangguan Qian nos ha llamado”. Fang Yuchen dijo mientras tomaba asiento.

“¿Qué ha dicho?”, preguntó Jiang Sese con ansiedad.

Fang Yuchen sonrió: “Dijo que Shangguan Yuan llegará a la Capital en unos días”.

“Tú... ¿estás diciendo la verdad?”. Jiang Sese no se atrevía a creerlo. Temía que cuanto mayores fueran sus esperanzas, mayor sería la decepción.

“Sí, me he asegurado”.

Tras recibir la confirmación, a Jiang Sese se le enrojeció la nariz, y las lágrimas brotaron de sus ojos. Ella hizo lo posible por contener las lágrimas mientras sonreía: “Es maravilloso, es increíble”.

Las lágrimas seguían fluyendo a pesar de sus esfue