Shangguan Yuan volvió con Shangguan Qian con el corazón pesado.

“Quiero irme”, dijo ella.

Al principio, cuando Shangguan Qian la vio caminando hacia él, su rostro brillaba con una sonrisa radiante. En el momento en que escuchó sus palabras, se enfadó.

“¿No quieres acompañarme?”, preguntó él.

Shangguan Yuan se limitó a decir débilmente: “Estoy cansada”.

“¿Cansada?”. Shangguan Qian se burló. “¿No disfrutaste hablando con Fang Yuchen? ¿Por qué estás tan cansada conmigo?”.

Shangguan Yuan frunció el ceño cuando escuchó eso. Parecía ligeramente molesta.

Shangguan Qian contuvo la respiración inconscientemente cuando insistió más y preguntó: “O, ¿ya estás saliendo con él?”.

“¿Qué tonterías estás diciendo?”, lo regañó Shangguan Yuan.

Shangguan Qian entrecerró los ojos y cuestionó: “¿No es así?”.

Shangguan Yuan no pudo evitar reírse, pero su risa no se reflejó en sus ojos. Refutó: “¿Y qué si estoy saliendo con él? ¿Y qué si no? No puedes controlarme, ¿cierto?”.

“¡Shangguan Yuan!”.

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