Fang Yuchen se dirigió a su casa a toda velocidad, con los latidos de su corazón acelerados.

Solo se calmó cuando llegó a casa y vio a Shangguan Yuan.

Miró y le sonrió suavemente a Shangguan Yuan. “Yuanyuan”.

Shangguan Yuan se veía sorprendida. Era obvio que no esperaba que volviera.

“Yuchen, ¿por qué has vuelto?”, preguntó Jiang Sese, fingiendo sorpresa.

Fang Yuchen la miró y vio su guiño. Comprendió y respondió con una sonrisa: “Dejé un documento en casa, así que he vuelto por él”.

“¡Qué casualidad! Yuanyuan también está aquí”.

Jiang Sese se levantó y arrastró a Fang Yuchen para que se sentara junto a Shangguan Yuan. “Ustedes dos pueden hablar. Yo iré a ayudar en la cocina”.

Luego, ella se dio la vuelta rápidamente y se dirigió a la cocina, dejando a los dos atrás.

Fang Yuchen echó una mirada a la mujer que estaba a su lado. No sabía dónde colocar las manos y no sabía qué decir.

Shangguan Yuan tomó la iniciativa y habló: “Traje a Sese de vuelta y pensé en venir a saludar a