Despierto debido a un trueno, me levanté de golpe y miré por la ventana la cuál indicaba que se avecinaba una fuerte tormenta.

Dirigí mis ojos hacia el closet y me coloque una chaqueta de cuero marrón.

Después bajé hasta la sala de estar, pensé que el demonio de Yusuf estaba pero no…mi corazón se sintió vacío ya que me estaba acostumbrado a él, pero por otro lado su arrogancia y mal carácter me hacían aterrizar.

Estaba a punto de dirigirme a la cocina cuando escuchó voces. Y no cualquier voz. Estas eran familiares.

No me gusta escuchar conversaciones ajenas pero en la situación en que estoy cualquier asunto sea bueno o malo también sirve de ayuda.

–Rafael. ¿Conseguiste la droga?–Susurro Sara.

–Si, señora–Respondió el hombre que la acompañaba. No sabía quién era el proveniente de esa voz.

–¡Perfecto!–Dijo ella en un estallido de felicidad.

–Sara, ya basta, mira lo que le pasó a la esposa del jefe–Osea que ellos, me… drogaron.

–Jaja–Rió–Ella se lo busco. Es una estúpida, además lo que p