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La fiesta

Ivonne

Después de dos semanas, de estar en reposo en casa, aburrida sin hacer nada, las visitas de mis amigas era lo único que me hacia soportar el encierro. 

La visita al médico no estuvo para nada mal, gracias a Dios la radiografía de mi cabeza no había presentado nada anormal a pesar de los golpes, y eso me aliviada. 

Mi cara se había des inflamado mucho, de solo recordar esa noche me hace tener escalofríos, y aún no le he contado a nadie mis pesadillas, por alguna razón mi cerebro no acepta lo sucedido de esa noche, se que no lograron tocarme ni robarme lo más importante para mi, pero me dejaron un rastro de miedo, un miedo incontrolable. 

Aun escucho sus voces en las noches hablándome al oído, desearía no pasar tantas noches sola, quisiera tener a quien abrazar y sentirme segura, como me sentí aquella noche que Máximo me salvó. 

Suspiro. 

No lo he visto desde que me dejo en el hospital, y no he tenido el valor para contarles a mis amigas que fue el quien me salvó, aunque hubiese deseado agradecerselo sería algo complicado. 

Me levanto de mi cama y me paro frente a la ventana, el sol reluciente pasa por mi ventana pegando en mi rostro, cierro mis ojos para sentir el sol en mi rostro aunque amo la lluvia extrañaria el sol. 

Mi celular suena, camino hacia la mesita que esta colocada de lado de mi cama, y tomó mi celular es Heily. 

Heily

Mañana fiesta. 

Yo:¡como!...¿tus padres te dieron permiso?. 

No tonta, máximo y yo decidimos que debería salir de las reglas. 

Yo: y desde cuando Máximo decide por ti. 

Hay amiga por favor, no seas aburrida. 

Yo: esta bien nos vemos mañana. 

El tema será blanco y negro, a las 8. Diles a tus padres que te quedaras a dormir conmigo please. 

Yo: seguro.

Te amo bff. 

Yo: a ti bff. 

Como que los planetas y los astros estaban a mi favor, mañana será el momento en que le agradezca a Máximo, o tal vez no, aun no estoy segura, realmente los nervios me van a consumir ese chico es tan frío que considero que solo dirá. —Seguro no hay problema. —de solo pensarlo ya me dieron ganas de ni siquiera agradecerle. 

Pero hay algo que aun no me deja tranquila, porque dijo el en el hospital. 

—ella es alguien importante para mi. 

Porque no dijo, que era la mejor amiga de su hermana, o algún otra cosa, me parece tan extraño, este chico es bipolar debería preguntarle a Heily si el no tiene algun problema mental... 

---

Después de la escuela mi madre me dejo en casa de Heily. —portate bien Ivonne. —volteo los ojos. —Mami sabes que Heily no es una chica rebelde. 

Suspira y se coloca su mano en el pecho. —Si pobre chica ha de ser duro, ser ella. 

—¡Mamá es más duro ser tu hija créeme!. — golpea la parte de atrás de mi cabeza y yo sonrió. —Baja del auto antes que me arrepiento. 

—A la orden señora. — me bajo del auto, y camino hacia la casa de Heily. 

Realmente no me dejo de sorprender es una enorme casa, llegó al portón un enorme portón pero el de Seguridad ya me conoce, haci que me es fácil entrar sin identificación o fijar una cita. —Señor Frank un gusto verle. —El sonríe y susurra. —me alegro que estés entera niña—haci que el ya estaba enterado de seguro Heily le había contado. 

Le guiño el ojo y sigo caminando, la casa es totalmente blanca, parece la casa del presidente, saludo a las sirvientas quienes también me saludan y me sonríen, me han visto crecer y me he sentido como familia con ellos. 

Entró por el lado de la cocina, los cocineros están preparando todo para esta noche, subo las escaleras para llegar al cuarto de Heily, pero esta sonando mi celular, es la página de chismes de la secundaria. 

Chismes del Instituto Montano. 

Esta mañana pudimos captar a la pareja alfa de la secundaria discutiendo fuertemente durante el entrenó, según fuentes anónimas y evidencias, han confirmado su rotura. 

Si haci como lo están leyendo, Máximo Linares y Kate Moss rompieron están solteros. 

¡Que! Acaban de romper, aunque no era de esperarse de seguro la había engañado con muchas de las chicas con las que se revuelca eso no es sorprendente, Máximo y Kate se eran mutuamente infieles, deberían recibir el premio a la pareja infiel del año, mientras caminaba leyendo el artículo, me tropiezo golpeando el pecho de Máximo. 

Me quedé congelada al notar que no tenía una camisa, y ver sus brazos fuertes, su abdomen marcado, este chico estaba siendo agradecido por los dioses o quizas adoraba a satanas para que tuviese ese cuerpo de dios griego. 

Note que me había quedado viendo su abdomen algunos segundos, cuando note su sonrisa pícara, hasta que viaje a sus ojos nuestras miradas se encuentran. En ese momento deje de respirar. 

Madre de los buenotes, porque me tientas haci. 

Miro su abdomen y vuelvo a verle su rostro, aclaro mi garganta para que el momento no fuese más incómodo de lo que ya era —¿porque nunca usas camisa? . 

Arque sus labios para darme una pequeña sonrisa burlona, camina sigilosamente hacia mi lentamente, y retrocedo con cada paso que el da. —¡Que! te pongo nerviosa al verme sin camisa. 

Madre, quien no se pondría nerviosa al ver su siX-Pac, y una V muy bien marcada en su cintura.—Claro que no—miento.

—¿Entonces porque sudas? . — arquea sus hermosos labios carnosos, dándome una sonrisa de lado y sus ojos bajan a mis labios. 

Seguimos retrocediendo, hasta que me topo con la pared, el coloca sus dos brazos tapandome el camino, no tenía por donde salir, nuestras respiraciones se entrelazan podía sentirlo tan cerca de mis labios. 

—Me.. Me.. Puedes dejar ir, por.. Por favor. — tartamudeo, el sonrie, su sonrisa era sexy, pero no podía dejar de verle a los ojos igual el a los mios. 

Puedo sentir su aliento serca de mi rostro, mi cuerpo tiembla, mi corazón va a mil por segundo, tengo una sensación extraña bajando a mi abdomen. 

¿Quizas si quería que el me besaría?... 

Lo empujó con ambas manos para librarme de su agarre. —no vuelvas a acercarte a mi de esa forma, no soy una de esas chicas que puedes manipular cuando quieres—tuve que tomar una gran bocanada de aire luego de hablar tan rápido. 

Coloca sus dedos en su mentón, pasándose la mano en el cabello. —¿Me tienes miedo?. 

Era tan ridículo lo que el pensaba obvio no le tenía miedo solo que algo más pasaba en mi cuando estaba tan cerca de el, a pesar que odiaba su actitud dentro de la secundaria y afuera, su lado mujeriego era insoportable, pero aún recuerdo cuando hablamos aquella noche y se mostró tan débil frente a mi, siento que el puede dar algo más que solo engaños. 

——claro que no, es más no pienso discutir, me espera tu hermana haci que yo me largo. —camino aunque siento mis piernas temblar y sin coordinación. 

Mientras camino recuerdo agradecerle sobre salvarme. —Máximo. 

Se gira, arqueado una de sus cejar. —¿Que?. 

Le sonrió. —Gracias por salvarme, no es necesario que lo niegues, se que fuiste tú. —no digo más y sigo caminando. 

El se queda parado, detrás de mi y yo sigo caminando, realmente tengo fe en este chico, algún día dejara ver el otro lado dulce y vulnerable que ví aquella noche de hace dos años, ese chico me hubiera agradado o quizas me hubiese enamorado de el. 

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