-¡No esperes que mantenga la calma cuando mi familia ha sido secuestrada!-rugió Karim tomando a Farid de las solapas de su traje a la vez que Reagan intentaba calmarlo.-Rania y mis hijos están en peligro ahora mismo. Tampoco tienes idea de lo que Amín podría llegar a ser capaz de hacerle a Jax o a Malika y sus hijos…¡Así que no me pidas que mantenga la jodida calma, porque lo único que siento es que voy a volverme loco!Kaled mantenía la cabeza gacha mientras escuchaba al Emir tan desesperado. Para él era imposible no sentir el peso de la culpa sobre sus hombros. Fue un simple despiste que le podría haber pasado a cualquiera, pero un error que podía costarle la vida a personas inocentes.-No te pongas así, ahora lamentarse no servirá de nada.-murmuró Reich colocando la mano sobre el hombro de su hermano.-No me voy a convertir en el muro de las lamentaciones, de eso puedes estar seguro. -replicó Kaled con vehemencia mientras veían como Reagan abrazaba a Karim para consolarlo. –Pero
Malika notaba las patatas de su bebé a la vez que con fervor rezaba a Alá para que les enviará una ayuda, un ángel que los salvará del demonio que los estaba torturando y decidido cobrarse la vida de su familia.Jax se sentía impotente, con un balazo en la pierna se veía imposibilitado de salvar a su mujer del trágico destino que Amín había marcado para ellos.Una música que venía del palacete comenzó a sonar llamando la atención de la pareja. Los dos estaban asqueados pensando que Amín debía estar celebrando su victoria. Jax miró a su reina atada de una manera tan salvaje a un poste de madera astillada. Él podía ver las gotas de sangre que caían por sus brazos y su corazón se apretó.-Perdóname reina, te he fallado.-murmuró y ella lo miró con los ojos cristalizados. -No fui capaz de protegerte a ti y a nuestros hijos.-Fuiste capaz de hacer mucho más que eso.-refutó Malika llorando. -Me enseñaste el camino hacia la libertad. Me buscaste cuando estaba perdida y pasaste por enci
Kaled detallaba cada foto de los destrozos del avión que había caído sintiéndose por un lado aliviado, pero al mismo tiempo angustiado de no saber el paradero de la familia del Emir.Entre los cadáveres que había en la aeronave no se encontraban Rania y sus hijos, pero seguían desaparecidos y la culpa del exmilitar solo aumentaba.-Amín está intentando desestabilizarlo. -opinó Reich golpeando la mesa donde había organizado un armamento entero.-Por supuesto que intenta hacerlo, Amín es un puto enfermo. -contestó Reagan pasando la mano por su vientre abultado. -Si Karim pierde la cabeza se desencadenará el caos en todo el país. Será la oportunidad perfecta para una guerra civil que podría afectar al mundo entero.-Tenemos que encontrar a Rania, si la pierde Karim se volverá loco. -agregó Kaled. -La culpa de si algo le llega a pasar a Jax o a Malika, la posibilidad de perder a su familia en manos de un loco. Karim es un hombre inteligente, fuerte y estable, pero ni él podría resisti
-Son hay una decena de hombres ahí dentro según la información que nos ha dado Jackson y Malika. -informó Reich abriendo un plano de la antigua propiedad de la familia del Emir.-Fue casi imposible convencerlos de ir a un hospital mientras nos encargamos de todo esto. -recordó Reagan cuando encontraron a la pareja unos minutos antes nada más llegar al palacete.-Es normal, solo querían marcharse con su hijo, pero en el estado en el que se encontraban no podían seguir aquí. Ella está muy mal para su embarazo, y Jax con un disparo como ese necesita ser atendido lo más rápido posible. -aclaró Kaled leyendo el plano y trazando el camino que deberían usar para invadir la propiedad.-Pues nosotros tampoco tenemos mucho tiempo. -contestó Reich agarrando el plano. -El tiempo corre y las vidas de Karim y Rania corren peligro. Necesitamos actuar ya.Reich comenzó a explicar su plan, mientras que Kaled se fijaba en lo que hacía la única persona que no ponía atención a lo que decía su hermano.-E
Rania se levantó y se apartó de la puerta de la habitación donde tenía el oído pegado para poder escuchar lo que ocurría abajo, pero se sobresaltó cuando una de las estanterías se movió y su corazón dio un vuelco al ver a Zein en los brazos de su Emir. —¡Karim! —gritó Rania corriendo hacia ellos, pero Amín le apuntó con pistola. —¡Quieta cuñadita, un paso más y mato a los hombres de tu vida! —¡Eres un monstruo Amín! —rugió Rania desolada mirando a su hijo. Karim vio como su mujer estaba vestida, esto hizo que la sangre en sus venas comenzase a hervir, encendiendo su ira. —¿Te hizo daño? —la interrogó Karim apretando los dientes. —Estoy bien mi amor, tranquilo estoy bien. —contestó Rania tranquilizando a su esposo, pero estaba aterrada de verlo allí tan cerca de Amín. —No tenías que haber venido. —Por ti soy capaz de hacer cualquier cosa, tú y mis hijos son todo lo que tengo. —aseveró Karim con la mirada fija en su mujer. —Qué bonitas palabras hermano, hermosa declaración. Incl
Una persona no sabe lo que significa la palabra terror hasta que no ve al mismísimo diablo delante de sus ojos. Eso descubrió Amín Al Thani cuando despertó encontrándose con Derek Anderson. —¡Hola princesa, ya empezaba a preocuparme! —bromeó Derek con una sonrisa que no llegó a sus ojos, pero su satisfacción era evidente. Amín tenía una mordaza en la boca y sus ojos parecían a punto de saltar de sus órbitas. —He traído a unas amigas que te guiarán al infierno. —contó Derek abriendo con Reich una caja llena de serpientes negras. —¿Te gustan los réptiles? A mí me fascinan. —confesó. —¿Sabe una cosa princesa? Hace unos años yo tenía una preciosa Mamba Negra como mascota y todos los días le daba de comer una rata viva. Hoy volveré a hacerlo, como en los viejos tiempos. Amín comenzó a forcejear con sus ataduras desesperado. Tenía la muerte enfrente y sin posibilidad de escapatoria. Bueno, lo cierto es que había una esperanza…El hijo pequeño de Hudad Al Thani vio a su hermano mayor se
Meses después. El Emir expresó aquellas palabras con convicción. No iba a permitir que nadie se interpusiera entre su familia y la felicidad que se merecían, pero unos días después del horrible final que su propio hermano eligió para sí mismo, la vida les quitó al Emir y a su Amira algo que ellos ni siquiera tuvieron tiempo de disfrutar. En el hospital, y tras pasar varios exámenes para asegurar que Rania se encontraba bien tras recibir un disparo, los médicos anunciaron que ella esperaba un bebé de muy pocas semanas, pero apenas un par de días después por todo el estrés vivido, la esposa del Emir sufrió un aborto perdiendo al que niño que sería el tercer heredero de la familia Al Thani.Una mañana Rania miraba los zapatitos rojos con dos lazos de oro que ella guardó en una cajita como si fuera una joya, y al lado puso una prueba de embarazo que había salido positiva. La Emira limpió sus lágrimas pensando en el bebé que perdió unas semanas después de haber sido secuestrada por
El cielo de Nueva York se veía gris y la lluvia bañaba las calles de la ciudad. El día perfecto y el peor para realizar un entierro. En el cementerio Rania entró tomada de la mano de Karim. Ambos robaron la atención de los invitados con su llegada, pues todo el mundo ya conocía el rostro de la realeza saudí, pero lo que no sabían muchos de los miembros de la alta sociedad estadounidense es que la joven marroquí que conquistó el príncipe árabe, también había ganado el corazón del heredero de los Harrisburg. Entre Brian y Rania pasaron una infinidad de sucesos que los separó, rompiendo así todo el cariño que se tenían, y matando las esperanzas de Brian de algún día volver a recuperarla. Pero por todo lo que algún día vivieron Rania sintió que no podía dejarlo solo en un momento tan oscuro de vida. Rania buscó con la mirada ver a su exnovio entre todas las personas que vestían de negro rodeando el lugar donde enterraban a la madre y a la hermana de Brian, pero no lo encontró. -Brian n