Las palabras de Zoe no dejaban de retumbar en mi cabeza luego de enterarme de que Mikaela y Edrik pronto serían padres. Habían pasado varias semanas desde entonces, me encontraba en mi oficina mirando el paisaje y pensando en todo un poco. Unos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos, al dar la voz de pase sonrió al ver a Zoe y Mikaela.—¿Te interrumpimos? —Para nada —Le sonrió y se acercan saludándome —. ¿Qué las trae por aquí?, pensé que estarían en casa con el pequeño Mija.—Vinimos hablar contigo —Responde Mikaela sonriéndome. — A decir verdad estamos preocupadas por ti y por Alex —Responde Zoe tomando asiento —. Se que las cosas no andan bien entre ustedes. Y era completamente cierto, luego de aquella noche en que este me comentara sobre la idea de ser padres mi comportamiento con él cambio. Era un tema muy delicado e incómodo el cuál no podía darle una respuesta a la ligera. —Si. Tuvimos una discusión hace unas noches y desde entonces no va a mi apartamento y muc
Su mirada sobria sobre mí me hacia revivir todo aquello amargo de mi pasado. Mi cuerpo parece no poder reaccionar ante el asombro y finalmente lo hace cuando Alexander sujeta mi mejilla. —Mi amor, ¿Sucede algo? Sus palabras me hacen salir de mi transe, le doy una leve sonrisa forzando a mi cuerpo a reaccionar. —Lo siento cariño. —Tiara, te presento a Lorenzo Pool y su hijo Tyler Pool —Inquiere Ivan —. Los nuevos clientes con los cuales trabajarás, pero al parecer ya los conoces.—Si, el señor Lorenzo y su hijo son conocidos del pasado —Musitó seriamente estrechando su mano —. Quisiera decir que es un placer verles nuevamente, pero estaría mintiéndoles. Ivan me mira completamente asombrado, Alex garraspea y pide que tomen asiento en la mesa para empezar la reunión. —Nena, ¿Qué sucede? —Te cuento luego —Acarició su mejilla —. Vamos, negocios son negocios. Asiente poco dudoso,deja un beso casto beso en mis labios y caminamos a la mesa tomando asiento. Toma la cabecera de la mes
—¿Hablas del mismo maldito que nos comentaste Tiara? —Pregunta Zoe atónita y asiento —. La vida y sus vueltas, ¡Joder! —¿Cómo lo tomó Alex? —Ha tratado de tomarlo con calma, estas semanas apenas y nos hemos cruzado con él —Suspiró—. Y es lo mejor, me temo que Alexander no pueda controlarse. —Los ivanóv no saben controlarse Tiara, en cualquier momento lo molera a golpes —Musita Zoe —. Y más vale que Dante ni Edrik se enteren porque si no ellos dos también lo harán. Observo a los tres hermanos conversar en el mirador de la casa de playa, nosotras nos encontramos unos metros detrás de ellos sentadas en unas mesas tomando una copa mientras los niños de estas se encuentran tomando una siesta. —No quisiera que eso pasará, suficiente tuve con los chismes meses pasados como para otro escándalo. —Qué te valga gorro lo que hablan, total si hablan de más no dudaré en despedirlos por metiches. —¿Serias capaz Zoe? —Pregunta incrédula Mikaela. —Claro que si querida. Una chica del servicio
—Has hecho un trabajo excelente hasta ahora llevando las negociaciones con los Pool aún sabiendo lo que ese hijo de puta le ha hecho a Tiara. —No me faltan ganas de matarlo Dante, pero si he guardado la compostura es por ti y por ella —Suspiró exasperante —. Quiero que esto acabe lo más pronto y se marchen rápido. La puerta de mi oficina se abre de manera brusca,Ivan Claxton entra de manera agitada y rápidamente me levanto. —Alexander, debes venir, ha pasado algo grave. —¿Qué sucede? —Es Tiara, la encontraron inconsciente en las escaleras de emergencia y la llevan camino a urgencias. —¿Qué? —¿A qué hospital? —Pregunta Dante. — NewYork-Presbyterian. —Es el hospital donde están Edrik y Mika —Tomó mi móvil —. Llámalos. Mi corazón late rápidamente al pensar lo peor, subo al elevador seguidos de ellos dos y la impaciencia empieza a llegar a mi. Escucho a Dante hablar por el móvil, mi sangre hierve y mi corazón amenaza con salirse de su lugar. Al abrir sus puertas salimos rápid
Mis ojos pesaban demasiado para mi gusto dificultándome abrirlos. Escuchaba la voz de Zoe en la habitación hablando por el móvil por lo que creo se trata de Maite hablando de sus empresas. Cuando finalmente logró abrir los ojos y moverme suelto un gemido de dolor. —¡Maldición! —Me tocó la costilla derecha —. ¿Por qué me duele tanto? —Tienes fracturas en las costillas, debes quedarte quieta —Se acerca tomando mi mano —. ¿Cómo te sientes? —Me duelen partes del cuerpo que nunca pensé me dolerían y también la cabeza —Me toco la nuca y siento un vendaje —. ¿Qué sucedió? —¿No lo recuerdas? A mi mente vienen los recuerdos de la discusión con Tyler, yo yendo al elevador y luego el forcejando conmigo y tirándome por las escaleras. —Maldito cabrón —Musitó suavemente —. Volvió a tirarme por unas escaleras. —Tranquilízate, ahora solo debes descansar —Acaricia mi cabello —. Necesitan descansar. —¿Necesita? —Preguntó confundida. La puerta de la habitación se abre entrando Edrik y Mika lo
Estaba loca por volver a la oficina después de tantos días de reposo. Alexander me estaba volviendo loca con tantos cuidados excesivos, pero como bien dice Zoe, los Ivanóv son muy sobre protectores cuando de sus mujeres embarazadas se trata.Aún con las objeciones de Alexander me encontraba lista para irme con él a la empresa a retomar mis funciones. —¿Algún día me harás caso? —Querido el tema laboral no está en discusión —Dejo un casto beso en sus labios —. Además como dijo Edrik y Mika, no hay nada de que preocuparse y puedo retomar mis funciones.—Me doy por vencido —Suspira —. Pero estaré pendiente de ti a cada instante y si te noto agotada o estresada regresaremos a casa, ¿de acuerdo? —Como diga el señor gruñón. ***Al llegar a la empresa todas las miradas se posan en mi y se que mucho se tuvo que hablar estás 2 semanas que estuve ausente. Al abordar el elevador este sube , al llegar a su piso deja un casto beso en mis labios despidiéndose y bajando. El elevador sigue hasta
Estaba paralizada ante lo que acababa de escuchar; miraba al pequeño quien me miraba con curiosidad toda la escena sin imaginar la gran tensión que se vivía en esta oficina. —Lo siento, creo que llegue en mal momento. —Tiara aguarda —Me toma del brazo —. No te vayas, necesitamos hablar.—No puedes ponerla por encima de mi y tu hijo Alex —Espeta la mujer —. Tenemos que hablar de nuestro hijo. —¡Kendra Basta! —Espeta serio haciendo que por primera vez retumbe su grito autoritario en toda la oficina. El pequeño rompe en llanto en las piernas de su madre quien ni siquiera se inmuta en verlo, si no que se enfrasca en reclamos con Alexander. Tomo al pequeño en mis brazos y salgo de la oficina sentándolo sobre el escritorio de Helen quién mira al pequeño con asombro. —¿Escuchaste todo? —Asiente. —Tiara, yo creo que...—Aquí no por favor —Musitó mirando al nene —. Frente a él no. Escucho el elevador abrirse, al mirar veo a Zoe y Dante quienes caminan mirando curioso la escena. —¿Y e
Enterraba mis dedos sobre la húmeda arena mientras las olas del mar se deshacían en mis pies y disfrutaba del sonido del mar.Había pasado dos meses desde que huí del colapso que estaba siendo mi vida para poder meditar que haría al volver .Mi teléfono lo encendía de vez en cuando durante la noche encontrándome con miles de llamadas perdidas de Helen, Zoe y Alexander.No me apetecía hablar con ninguno durante todo este tiempo, no me sentía preparada.Necesitaba más tiempo para seguir pensando que debía hacer y si será lo correcto. Acariciaba mi pequeño vientre mientras sonreía al ver lo mucho que había crecido este tiempo.Aunque no era tan grande, era notorio que estaba embarazada y que dentro de mí crecía un pequeño ser que llenaría mi vida de felicidad.Sabía que estaba siendo egoísta al no permitirle a Alexander vivir toda esta etapa conmigo y eso era algo lo cual me carcomía de culpa.—Llevas mucho tiempo allí mi niña —Me giro encontrándome a papá el cual me sonríe —. Tú madre me