POV SOPHÍAEl sonido de la puerta cerrándose me devuelve a la realidad.Mi pecho sube y baja rápidamente. Mis manos están cerradas en puños a mis costados.Dante.Ese hombre es la causa de todo mi dolor, de toda mi ira.Y sin embargo… su voz sigue resonando en mi cabeza."Eran mis hijos también, maldita sea."No, no voy a pensar en eso. No voy a caer en su juego.Camino hasta la ventana, tratando de calmar mi respiración. Veo las luces traseras de su coche alejarse y un nudo se forma en mi garganta.Estoy más sola que nunca.Y si Dante cree que voy a regresar a la mansión Moretti, está jodidamente equivocado.Pero también sé algo más.Si no lo hago, él vendrá por mí.Y esta vez, no sé si podré evitar que me arrastre de vuelta a su infierno.POV SOPHÍAEl silencio en el departamento se vuelve opresivo. Mis piernas amenazan con ceder, pero me niego a mostrar debilidad, aunque no haya nadie para verlo.Dante Moretti… ese maldito hombre. Siempre tiene que tener la última palabra, siempre
Gabriel sonríe con arrogancia, demostrando que no le teme. Es una locura. Se reparten golpes como si fuera un lugar de boxeo, la gente empieza a correr, sillas rotas, mesas tiradas, eta un caos total y en un parpadeo la cafetería queda en silencio —Vaya, con que el gran Dante. ¿Siempre tratas así a los que hablan con tu chica, o solo a los que pueden quitártela? —provoca Gabriel, sin perder la compostura.Dante no responde de inmediato. Su control es absoluto, pero veo un destello de peligro en sus ojos. Un aviso silencioso, letal. Y aunque no quiero admitirlo, la forma en que domina la situación me eriza la piel.Pero Gabriel no se inmuta. Su sonrisa desafiante me inquieta. Él sabe lo que está haciendo.—Si realmente creyeras que puedes quitármela, no estarías hablando. Actuarías.Gabriel sonríe con arrogancia, demostrando que no le importn sus amenazas, aunque su sonrisa se desvanece cuando Dante aprieta los puños.—No vuelvas a tocarla. —Su voz es letal, cada palabra cargada de am
Ninguna mujer me había hecho perder los estribos de esta forma como lo ha hecho Sophía Ferrer. ¡Maldita sea!¿Cómo pudo hacerme esto? Y ese bastardo de Gabriel,… ¡Debi matarlo infeliz! Después de haberla traído casi a rastras y dejarla en la escalera llego a mi despacho. Si no hubiera salido de ahí no se lo que podría haber hecho. La Maldita imagen de ellos dos besándose me carcome por dentro, ¡Se atrevió a tocar lo que es mío! Y no solo eso si no que me desafió. ¿Quién se cree para hacerlo? Voy a destruirte Gabriel, le declaraste la guerra al tipo equivocado. Marco viene entrando detrás de mí, espera a que me relaje. Pero eso no va a pasar. —¿Dónde mierdas esta Lucas?— le pregunto casi a grito a Marco —No lo hemos localizado, señor —Pues busquenlo hasta debajo de la piedras! Tiene que darme muchas explicaciones.—Si señor— se retira y en la entrada nana Maria y él casi choca. ¿Qué le sucede a Nana María? Ella es muy paciente —Joven Dante…— esta exhausta, a penas si puede hab
POV DANTE Ella aún sigue ida, no me ha mirado. Sus lágrimas me duelen más a mí que a ella. ¿Cómo me puede hacer esto? ¿Llorar por él?—Entonces Sophía, ¿ No concibes una vida sin él? Tranquila, voy a borrarlo de tu mente y piel, voy a enseñarte a verme solo a mí y a que entiendas que solo eres mía.Doy un paso más cerca, con una mezcla de furia y deseo reflejada en mis ojos. Sophía me mira desafiante, las lágrimas aún marcan su rostro, pero la rabia endurece su expresión en este momento. —No vas a enseñarme nada, Dante —espeta ella, forzando una sonrisa desafiante—. Ya no tienes poder sobre mí.Rio con frialdad, mi mirada recorre cada centímetro de su cuerpo antes de sostenerle el mentón con firmeza obligándola a mirarme, a entender que nadie desafía a Dante Moretti y sale ileso.—Te equivocas, fiera. Nunca me perteneciste más que ahora —susurro contra sus labios, el roce es una advertencia y una promesa.Sus ojos oscuros arden de furia, pero no se aparta. Por el contrario, me reta
El beso se intensifica, devorándonos como si el mundo fuera a desmoronarse a nuestro alrededor. Mis manos exploran el contorno de su cuerpo, sintiendo el calor que emana de su piel mientras sus uñas se clavan en mi espalda, arrastrándome más cerca de ella. No hay lugar para el control, solo necesidad cruda.La levanto de un movimiento, sus piernas se enredan alrededor de mi cintura y camino a ciegas hasta presionarla contra la pared. El sonido de su respiración entrecortada y los suaves gemidos que escapan de sus labios me vuelven loco. Mis labios recorren su cuello, dejando un rastro de besos que la hacen estremecer.—Dante… —jadea mi nombre, una súplica cargada de deseo y rendición.Mi nombre en su boca suena como un desafío, uno que estoy decidido a ganar. Sus manos exploran mi cuerpo con una urgencia desesperada mientras yo libero los botones de su blusa, dejando que el tejido caiga al suelo. Sus labios vuelven a los míos, hambrientos, exigentes.Las capas de ropa desaparecen una
POV DANTE El aire en la habitación se siente denso, cargado con la mezcla de deseo y frustración que me consume. Aún estoy intentando recuperar el aliento cuando lo veo salir tras esa mujer, cubriéndose apenas con lo primero que encontró. Un nudo se forma en mi garganta, y el calor de la rabia hierve bajo mi piel.¿Es en serio? ¿Después de lo que acabamos de hacer, simplemente va tras ella? Como si yo no fuera más que un desahogo pasajero. Me abrazo las rodillas, sintiendo el escozor de las lágrimas acumulándose en mis ojos. Pero no voy a llorar. No pienso darle el gusto de verme débil.—¡Maldito arrogante! —mascullo entre dientes, pasando una mano por mi rostro para apartar las lágrimas traicioneras.El eco de sus palabras sigue martillando en mi cabeza. “No te hice el amor. Acabamos de… follar.” Esa sentencia fría y calculadora me hace estremecer de rabia. ¿Cómo se atreve a decir algo así después de lo que compartimos? Cada beso, cada caricia… ¿Todo fue solo sexo para él?No. No me
POV DE MIRANDA No puedo cree que esa mocosa me haya enfrentado y, peor aun, se atreviera a sacarme de la habitación, ¿acaso buscaba su muerte?Detesto a esa mujer. Dante Moretti es mío y todo este maldito imperio con él. No actúe tanto tiempo fingiendo desde la distancia ser su aliada para quedarme sin nada.Voy a terminar de sacarte de mi camino así tenga que acabar con tu vida con mis propias manos Sophía Ferrer. Desde el exterior moví mis fichas. Claro que sabia que estaba casado con ella y que fue todo parte de un puto contrato. Fue demasiado tarde cuando lo supe.Sophía Ferrer y su madre, dos mujeres que se ganaron el odio de mi familia a pulso. Pronto esas malditas sabrán hasta donde puedo llegar.Tengo un haz bajo la manga que hará que huya de Dante si o sí. Mi sonrisa de victoria no se hace esperar y una nueva idea ronda mi cabeza. —Es hora de actuar. Soy la debilidad de Dante. Para él soy demasiado pura, un ángel— sonrio complacida al recordar cuan importante soy, será fác
NARRADOR OMNISCIENTE El comedor estaba bañado por la suave luz del amanecer cuando Sophía bajó las escaleras, aún envuelta en una bata de seda. Esperaba encontrar tranquilidad, pero la voz melosa de Miranda resonó antes de que pudiera siquiera sentarse.—Oh, Sophía, ¿qué tal dormiste?— preguntó Miranda con una sonrisa afilada, sosteniendo una taza de café que parecía tan humeante como su mirada.Sophía le devolvió una sonrisa tensa mientras se servía una taza de café. —Bien, gracias.Miranda dejó escapar una risa suave. —Qué bueno escuchar eso. Me preocupaba que la emoción de anoche hubiera sido demasiado para ti. Dante puede ser... intenso.La sonrisa de Sophía se endureció. —Puedo manejarlo.—Oh, claro que sí— replicó Miranda con una dulzura falsa—. Aunque no todo el mundo está acostumbrado a su forma... apasionada de resolver problemas. Algunas mujeres simplemente no pueden seguirle el ritmo.Sophía se negó a morder el anzuelo. Dio un sorbo a su café, manteniendo la mirada fija en