Dante colgó la llamada con Lucas, y mientras descendía las escaleras de la mansión, su mirada estaba fija al frente, cargada de furia y determinación. Las sombras que se proyectaban por los pasillos parecían cobrar vida, como si su propia ira les diera forma.Al llegar al salón principal, uno de sus hombres, Marco, lo esperaba con un informe.—Señor, hemos localizado el posible paradero de Viktor. Es una finca aislada en las afueras de la ciudad, altamente custodiada.Dante tomó el informe, sus ojos escaneaban los detalles rápidamente.—Bien esperemos el informe detallado de Lucas estén listos para salir. Marco asintió y salió de inmediato, dejando a Dante solo por un momento. Cerró los ojos y tomó una respiración profunda, intentando calmar el volcán que ardía en su interior. Pero la imagen de Sophía, vulnerable y en peligro, lo atormentaba. Aunque sabia lo fierte qie era no dejaba de preocuparse. No podía permitirse fallar.Mientras tanto, en la finca de Viktor, Sophía seguía encer
Dante permanecia inquieto en su despacho, solo esperaba la confirmación de Lucas para salir. Tenía preparado un equipo de hombres fuertemente armados para combatir a Viktor. Su preocupación más grande era la seguridad de Sophía, no podía permitir que le sucediera algo, ella debía salir de ese lugar ilesa.Unos minutos más tarde Marcos volvió a entrar al despacho con la confirmación de Lucas, le paso el sobre el cual Dante recibió con rapidez. Dante abrió el sobre, escaneando los documentos con una velocidad fría y calculadora. Cerró el informe y lo arrojó sobre una mesa cercana.—Reúnan al equipo. Esta noche terminamos con esto.Sin esperar respuesta, giró sobre sus talones y salió hacia la sala de operaciones improvisada en la mansión. La furia lo mantenía centrado, pero las imágenes de Sophía atrapada y a merced de Viktor no dejaban de atormentarlo. Sus hombres, aunque entrenados para situaciones críticas, sintieron la tensión en el aire y se movieron con rapidez para preparar el a
La explosión había reducido gran parte de la finca a escombros, y el aire estaba cargado de humo y polvo. Sophía seguía temblando en los brazos de Dante, incapaz de procesar todo lo que le acababa de ocurrir. Podía sentir la tensión en su cuerpo, los nervios incapaz de controlarlo, sabia que ese mundo era peligroso y por eso habia luchado tanto junto al fiscal Blackwood para disminuir la corrupción y darle caza a los mafiosos. Jamas imagino que ella llegaria a ser parte de ellos, el tan solo pensarlo le revolvía el estómago. Su mundo había cambiado en un abrir y cerrar de ojos, ahora estaba en la mira de enemigos que ni siquiera eran de ella. Todo aquello era culpa de ese idiota que la había arrastrado a la fuerza a su mundo de crimen.Mientras Dante sentia una furia contenida mientras miraba el lugar por donde Viktor había desaparecido. Tenía que acabar con aquello, no permitiría que tocara nuevamente a Sophía. —¿Estás herida? —preguntó Dante de nuevo, con voz firme pero baja, como
Nunca me había sentido parte de la familia Ferrer. Cada vez que cruzaba las enormes puertas de la mansión, el aire se volvía espeso, sofocante, como si me advirtiera que no pertenecía a ese lugar. El retrato familiar en el salón me lo recordaba constantemente: mi lugar no estaba ahí. Era la hija ilegítima, la sombra que Victoria, mi madrastra, deseaba borrar.Crecí escuchando las historias sobre mi madre, Galadriel Montenegro, una mujer fuerte y hermosa que, según mi madrastra, nos había abandonado a mi padre y a mí para huir con otro hombre. Desde que tengo memoria, Victoria ha usado esa historia para humillarme, para recordarme que no era más que el resultado de una relación que nunca debió haber existido. Lo peor de todo es que mi padre, Alejandro Ferrer, aunque amoroso en su forma distante, nunca contradecía esa versión. Nunca supe si era porque la creía o porque simplemente prefería guardar silencio.Hoy, el silencio en la casa era aún más denso de lo habitual. Recibí una llamada
POV DE Sophía Ferrer Salgo del despacho de mi padre sin mirarlo a los ojos hecha una furia, la impotencia que tengo no ayuda a contener las lágrimas, así que solo subí directo a mi habitación, necesitaba estar a solas y que nadie me viera llorando, no les daría ese gusto a mi hermana y madrastra, no me verán destruida.Cuando les pedí ver el contrato, solo me dijo que no tenía la copia aún en sus manos, que lo enviarían luego. Como soy abogada, encontraré la forma de anularlo. Primero que nada no se pidió mi opinión, y segundo mi firma a de valer algo, no sabían con quien en verdad se estaban metiendo. Escucho la puerta de mi habitación abrirse, se quien es, puedo verla por el cristal de la ventana, es ella, Victoria. —Que haces es mi habitación— le exijo saber después de limpiar las lágrimas que aún se sentían en mi rostro húmedo.—No creas que puedes escapar de esto Sophía, vas a casarte con Dante Moretti si o sí— su voz afilada suena en mi cabeza mientras le veo una sonrisa de t
POV DE DANTE MORETTI.Desde que tengo memoria, el mundo ha sido un juego de poder. Crecer a la sombra de Leonardo Moretti me enseñó esa lección desde el primer día. Mirando hacia atrás, recuerdo a mi padre, una figura imponente que siempre parecía estar un paso por delante, moviendo piezas en un tablero que la mayoría de la gente ni siquiera sabía que existía. Nuestra relación siempre fue compleja: respeto mezclado con un temor reverencial. Él era el maestro del juego, y yo, su aprendiz.Aunque mi madre, Bianca Moretti, siempre lucho por mantenerme lejos de ese mundo, al final no pudo lograrlo. Mi padre era duro y muy autoritario, amable cuando quería, pero a mi madre la hizo sufrir tanto que al final ella no soportó más y terminó con su vida. Y es algo que pagara con sufrimiento, el mismo que le proporcionó a ella o mucho peor,se lo jure a mi madre y lo voy a lograr. Mi padre piensa que las mujeres solo son trofeos que nos hacen ver más elegantes y poderosos, que no tienen opinión q
POV DE SOPHÍA FERRER Los chicos y yo hemos bailado, reído y disfrutado. Pero esa sensación no se iba, me sentía igual que antes,observada. — ¿Sucede algo Sophy?— me pregunta Ayla al sentirme inquieta. Sophy era cómo ella me llamaba siempre y mi padre cuando era cariñoso lo hacía. Antes de responder el sujeto se acerca. No sé veía mal, pero era un hombre que no llamaba mi atención, es más que seguro que pertenece a ese mundo bajo de la mafia y a esa gente la quería lejos… muy lejos. —Preciosa, es de muy mala educación rechazar la amabilidad de un hombre, no te parece?— me susurró cerca del oído. Me tensé al instante, su sola presencia me provocaba náuseas. —Oiga, aléjese. No sabe quién es ella? Si no quiere verse con una demanda por acoso será mejor que se aleje— le advierte mi amiga enojada. —No hablaba contigo, aunque… eres hermosa también. — la mira de arriba abajo, me da asco y puedo jurar que a Ayla le cae de la patada. —Pueden venir las dos, a ambas las voy a satisfacer— dic
Aún sigo entumecida por lo que sea que haya pasado aquí. Debo ir con Ayla, necesito irme pero ya.Salgo y llamo a Ayla y le aviso que voy para allá, hay varias llamadas de ella, no debería ir a casa ahora. No estoy lista para enfrentar a mi padre.Ayla es lo más cercano que tengo a una verdadera hermana, ella y yo somos inseparables tanto en lo personal como laboral.Ambas trabajamos en el bufete de abogados de su padre ,Sebastián Blackwood. Es el fiscal de la ciudad de Madrid- España con una presencia imponente. Siempre viste trajes oscuros que acentúan su autoridad, pero sé que detrás de su actitud fría hay un profundo amor por su hija Ayla y el idiota Nolan, su hijo mayor. Su deseo de erradicar la redes de narcotraficantes que rodea nuestra ciudad lo impulsa a tomar decisiones difíciles en su búsqueda de justicia y protección. Cuando al fin llego ya Ayla esta fuera esperando por mí.—Voy a matarte Sophy!!- me grita pero yo la ignoro, recuerdo que ella me dejo sola, subimos a su h