Narra Karina.
Inhalé profundamente tratando de alejar todo pensamiento involuntario, pero es que sus besos y caricias se parecen tanto que me confunden. Su boca perdida en mi cuello aumentaba el miedo en mí, quizás no estaba lista para entregarme a Boris, era la primera vez en muchos años y eso era lo que me hacía dudar cuando apenas hace un mes otro hombre me usó a su antojo.
<<Debo ir a terapia>> pensaba esto, cada vez que me encuentro en momentos difíciles, pero al momento de pasar lo olvido o me hago la tonta.
—creo que he actuado impulsivamente—, las palabras salían de mis labios entrecortadas haciendo uso del último hilo de cordura que quedaba en mí.
—me gusta que actúes así
NARRA BORIS.Evito mirar a Karina y me encierro en el baño, no puedo evitar los nervios que empañan mi felicidad absoluta, no salen de mi mente las palabras de Karina “Estás seguro de que solo eso quiere decirme”, lo sospecha, claro que lo hace, Karina no es tonta, debí decirle todo en ese momento, pero como hacerlo, como arriesgarme a perderla, ahora que la tengo a ella y a mi pequeño, no puedo, simplemente no puedo con otro problema en mi vida. Mi padre y su metida de pata monumental, al parecer la habilidad para complicarme la existencia es genética y aunque debo encargarme de solucionar de alguna manera que aún no encuentro los desaciertos de mi padre, ignoraré los míos, entre Karina y yo ya no hay máscaras, aunque mi chica perversa le agarró el gusto, sonreí y niego con la cabeza, ella tendrá lo que desea conmigo, ella a
Narra Karina.Necesitaba salir de la casa, aunque moría por quedarme, pero era necesario hacerme cuánto antes esa prueba, la duda junto a la culpa me están matando.—Señora Karina ya hemos llegado—, me indica uno de mis escoltas en cuanto nos detuvimos en el laboratorio clínico que me realizaré la prueba. Es más confiable hacerme una de sangre así no tengo riesgo de que salga negativa o de un error que me haga pensar que no estoy embarazada o que me deje con esta duda tan incómoda. De paso aprovecho la oportunidad para saber si estoy totalmente sana, ya que no conocí a ese hombre y aunque no lo había pensado puede que me haya contagiado.
Narra Karina.No pude soportar tanta información y me descontrolé, mi único gesto fue ponerme de pie, dejando al señor Meyer hablando prácticamente solo mientras me distraía mirando a través del cristal siento como el aire me faltaba y como las náuseas combinadas con un pequeño mareo volvía a dominar mi cuerpo, pero ese era el menor de mis problemas porque ahora la incertidumbre y la inseguridad se estaban mofando de mí haciendo con mi mente y mis sentimientos un desastre que no podía reparar.<<Tal vez él buscaba el momento preciso para decirme>><<Y si sus planes son otros y en realidad me ama>><<Pero si están en la quiebra como se supone que encontraría ta
NARRADOR.Karina quiso gritar de pura rabia e impotencia cuando Boris se quedó en silencio sin responder a su pregunta y en su cabeza analizó aquel dicho que dice que quien calla otorga, dando por Asentado que Boris tiene planeado dejarla para irse con Amalia.<<Pero qué más podría esperar de él>> se dijo a sí misma en su fuero interno a la vez que lavaba sus dientes, limpiando todo el desastre que había hecho, ignorando la presencia de Boris quien estaba recostado de la pared, sin cambiar su postura, manteniendo ambas manos dentro de su pantalón y observándola con gracia.<<Se ve sumamente hermosa cuando se pone celosa>> pensó emocionado sintiendo felicidad al saber que Karina siente celos de él. NARRADOR.A él solo le pasaba por la mente poseerla y a ella dejarse poseer, la tenía totalmente desnuda besando cada parte de su cuerpo, con mucha dedicación y amor mientras que ella no hacía más que doblarse sobre la encimera.—Quieres jugar—le propuso sobreexcitado viéndose sumamente rojo y las venas en su frente se alteraron; y sintió temor a que ella se molestara por su proposición.Ella se mordió el labio inferior con la respiración entrecortada, los botones de sus pechos endurecidos, el pelo alborotado que bajaba en cascada tapando sus hombros y algunos mechones cubriendo un poco su cara dándole a Boris una imagen sumamente erótica que lo tenía desesperado.—Sí, quiero juERES UNA NENA MALA.
NARRADOR.Adelina no pretendía delatar a Boris con Karina eso nunca lo haría, no sería la culpable de tronchar su felicidad, su amor de madre no le permitía hacerlo por esa razón lo amenazó para que él lo hiciera. Ella entiende que es doloroso saber que la persona que más ama y en quien debe depositar toda tu confianza te mienta o engañe de esa manera y como es una mujer que recientemente ha pasado por una rotura tan grande y dolorosa ahora ve la vida desde otro ángulo. Piensa que los humanos tienen derecho a errar, pero hay errores que destruyen al prójimo que por no ser confesado a tiempo más que un error parece una burla que te destruye la fe y esperanza en los demás.Esa noche tras llegar a su recámara sonrió complacida con la decisión de su hijo y la confianza que dep
Narrador.Samuel estaba muy molesto con Amalia por haberlo incluido en sus discusiones estúpidas de vieja celosa porque al final Amalia terminó montando allí delante de Karina todo un espectáculo, llorando y usándolo a él cómo paño de lágrima a medida que hablaba de un embarazo que ni existe. Cuando tuvo que demostrarle a Karina que era el hermano de Boris lo hizo por la manera en que vio como ella lo miró y le enojó su actitud, sin embargo, él entiende que ya no le seguirá el juego a Amalia porque sus propósitos son otros que ponerse a jugar a ser el cuñado bueno.—Dices que soy yo el tonto, pero tú eres la idi
Narrador.Karina estaba en shock, aún le costaba procesar toda esa cruda verdad, pensaba que Boris resultó ser un desalmado con complejo de manipulador que siempre supo jugar con ella y que siempre fue su muñeca de arcilla que moldeó a su antojo para satisfacer su desmedido ego.Llegó a su oficina pensando en todo eso y en la manera como tuvo que salir casi corriendo para no dejarse derrumbar o convencer así de fácil por él. Cuando lo vio de rodillas quiso falsear.<<No puedo dejar que me envuelva en sus mentiras nuevamente>> pensó dolida, llorando y sin poder abrir su portátil para trabajar porque no tenía cabeza para nada.—Me utilizó en Berlín, cuando creía que era solo