Ya en el infierno Azzael se dedica a su labores, enfocándose en su trabajo para no pensar en lo que Agatha puede estar haciendo, su corazón hierbe en ira y celos pero debe dejarla ir para que ella pueda decidir sin presión, se dirige a la oficina de Lucifer.

Hermano

¿Azzael? ¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo con Agatha?

Si, apareció un hombre que la logró confundir – Azzael se sienta y se lleva las manos a la cabeza- hermano jamás pensé que Agatha podría mirar a otro hombre pero es más fuerte que ella, yo puedo ver la angustia en sus ojos cuando lo ve, desea arrancar, para no estar cerca pero yo no quiero eso, quiero que ella me ame solo a mí, no que tenga dudas, es por eso que decidí darle un tiempo para que se aclare y si aun desea seguir conmigo jamás la volveré a dejar, mataré a cualquiera que se atreva aponer sus ojos en ella. – un aura negra lo envuelve, su ira y odio se hacen presente. –

Tranquilo hermano, yo hable con ella hace unos días, antes que los enviara con Muriel, y ella