Pero fue grande su decepción al no encontrar a Francesco en su apartamento. Dónde diablos podían estar y para colmo de males el teléfono de Lea estaba apagado. No dejaba de pensar en que podía estar pasando por la mente de Lea en aquel momento, que la llevo a tomar una decisión así. Y claro, solo las propias acciones de Marcos podían haber provocado tamaña furia, tamaño odio, pero la verdad la creía más sensata, más inteligente. Menos propensa hacer infantil en un momento así, ni siquiera había querido que hablar correctamente del asunto y como se atrevía siquiera a pensar en abortar a su hijo. Bueno está bien ella creía que podía de ser de Jensen. Pero él sabía que a pesar de todo Jensen nunca se había atrevido a tanto. Aunque la culpa no era de Lea las hormonas deberían estar tomando las decisiones por ella. Nunca había pensado en tener un hijo, pero ahora estaba totalmente fascinado con la idea.

__ Hola, Jensen, si hubieras demorado unos minutos más en volver me hubiera marchado