Capítulo 281
Justo entonces, sonó el teléfono.

Manolo arqueó una ceja.

¿Sería Patricia que había recobrado la conciencia y volvía con la comida para cenar juntos?

¡Hmph!

Si se comportaba bien, tal vez no sería tan duro con ella.

Con este pensamiento, sacó su teléfono.

Pero en la pantalla apareció el número de Miguel.

¿Por qué lo llamaría Miguel de repente?

¿Habría pasado algo?

Después de un momento, contestó.

—Salgamos a beber —dijo Miguel sin rodeos.

—Oye, ¿qué pasa? —Manolo estaba muy extrañado.

¿Estaría Miguel de mal humor?

¿Por qué si no querría beber con él?

—Demasiadas preguntas. El lugar de siempre —y colgó.

Manolo guardó el teléfono, terminó el plato de verduras y salió.

Al llegar al club, vio inmediatamente a aquella mujer esperando.

Se frotó las sienes antes de acercarse a ella.

—Señorita Suárez.

Se dirigió a ella con expresión indiferente.

—Ayer me dejaste plantada —dijo ella, apartándose el largo cabello con un aire frío.

—Ayer tuve que salir de urgencia por trabajo y olvidé llamarte, l
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP