"Lorisha, te dije que fueras amable la última vez que hablamos. Obviamente, no tomaste mis palabras en serio. Te lo buscaste tú sola. No tienes motivo ni derecho para odiar a nadie", le dijo Cristina a Lorisha, con odio a la vista.
Cristina miró a Gloria y continuó: "Gloria, no necesitabas ayudarla. Ella se lo merece".
Lorisha lloraba intensamente. Ya no era la arrogante que había sido antes al enfrentarse a Gloria. Agarrando la ropa de Gloria con ambas manos, suplicó: "¡Gloria, por favor! Ayúdame. Esta es la primera vez que te pido algo".
Gloria se quedó de pie en su lugar sin expresión. Le causaron gracia las palabras de Lorisha.
Ella respondió: "Así es. Esta es la primera vez. Porque el jefe del Club Fittro no te va a creer esta vez, incluso si juego contigo y te ayudo a mentir".
"Gloria, ¿estás aquí solo para echarle sal a la herida, verdad?"
Patricio pensó: '¿Vas a hacer todo lo que pida yo?'¿Así eres tú, Gloria Carter?'No lo creo'.Patricio levantó la mano, apoyando su brazo en el sofá mientras sostenía su barbilla con la otra mano, luciendo un poco perezoso.Él miró a la mujer frente a él en silencio.El tiempo pasaba y Gloria comenzó a sentirse inquieta.Patricio nunca desvió la mirada de su rostro. La luz era tan tenue que ella no podía ver la emoción en su expresión. De vez en cuando, ella miraba tímidamente hacia arriba, pero solo alcanzaba a ver sus ojos fríos en la penumbra.Unos minutos después, finalmente se rindió, pues le resultaba difícil quedarse sentada sin hacer nada. Levantó la cabeza y dijo: "Señor Hammond, estoy aquí para pedirle que perdone a una persona".Ella fue directa al gr
Gloria pensó: 'Sé lo que es deberle la vida a alguien y no poder pagarlo.'Aunque me he estado esforzando mucho, trabajando duro para ahorrar dinero y recuperar mi libertad, sé que Mica nunca verá lo que hago.'No me importa Lorisha. No me gusta ni la odio; aunque es egoísta e insolente, y ha cruzado la línea muchas veces. Además, no tengo intención de meterme en los asuntos de los demás ni de venir aquí a suplicar por ella.'Simplemente no quiero deberle la vida a nadie, sea alguien agradable o no, y ya sea que tenga algo que ver conmigo o no. No lo quiero de ninguna manera.'Por eso vine aquí después de todo, aunque estaba bien reacia'.Cuando Gloria estaba gritando, dijo que no quería deberle la vida a alguien, y Patricio la escuchó.Patricio reflexionó por un momento y tuvo su suposición.Patricio no sabía que Glo
Patricio no cortó el enlace mental. Miró a Gloria inconsciente, que estaba acostada en la cama.Él caminó hacia ella y la empujó hacia un lado. Luego, lentamente quitó su camisa.La mirada de Patricio se posó en su cintura.Patricio vio una herida espantosa y sus pupilas se contrajeron."Nuestra pareja", dijo Leo con voz adolorida. No podía sentir a su pareja. Solo un leve aliento le indicaba que Gloria era la pareja de él y de Patricio."¿Quién hizo esto?". La voz de Patricio era tan fría como una repentina ventisca.Vio una fea cicatriz en el lado izquierdo de la cintura de Gloria.Extendió la mano, queriendo acariciarlo. Su mano grande no pudo evitar temblar.Sus dedos delgados tocaron la cicatriz.Cubierta por la cicatriz, su piel ya no era suave.En el momento en que lo tocó, sintió como si sus dedos hubie
Stéfano de repente pensó en lo que le había dicho a Gloria hoy. Le había dicho que la había decepcionado y que la culpaba por haber cambiado. Ahora, al pensar en eso, le daba una pena enorme. No era él quien había estado sufriendo.Stéfano continuó: "Cuando fui a verla antes, no estaba tan mal. No sé por qué se desmayó otra vez, pero te recomiendo que la lleves al hospital ya. Ha pasado por tantas cosas, desde ahogarse, tener fiebre, hasta desmayarse. Ni los hombres lobo más fuertes aguantarían eso, y mucho menos ella. Las hierbas de hombre lobo ayudan con los síntomas, pero lo que realmente hace la diferencia es nuestra resistencia. Gloria ya no tiene a su loba. Es más vulnerable que los humanos"."De acuerdo. La llevaré al hospital ahora"."De acuerdo. Te veré allí".Entonces Patricio y Stéfano cortaron la llamada s
Patricio miraba a Gloria de una forma obsesiva. Perdido en sus recuerdos, le era imposible no sentirse atraído por ella.Cada día, se sentía más atraído por ella."¿Qué diablos está pasando?", le preguntó Patricio al lobo en su mente."Esa es nuestra pareja", repitió Leo en su cabeza. "Nosotros, los hombres lobo, necesitamos estar con nuestra pareja. Un vínculo así nos da seguridad y felicidad".Patricio estaba en silencio y no respondió a Leo.Leo se dijo a sí mismo: "Sería mejor si pudieras marcarla lo antes posible. Me molesta cuando nuestra pareja está cerca, pero tú no puedes marcarla"."Ya la rechacé", dijo Patricio."Pero ella no te rechazó, así que no tuvo efecto", dijo Leo desaprobando.Justo cuando Patricio quería preguntarle a Leo sobre la loba de Gloria, de repente recibi
"¿Qué quieres?". Patricio finalmente guardó el documento. Levantó las cejas con elegancia y miró a Gloria."¿Está bien Lorisha?", preguntó Gloria con cautela.No importaba lo calmado que pudiera estar Patricio, no pudo evitar reaccionar cuando escuchó la pregunta de Gloria."Gloria, ¿en serio? ¿Te estás pasando de hipócrita? Mírate. ¿Cómo puedes preocuparte por alguien más cuando estás así?", soltó Patricio, visiblemente molesto.Gloria apretó los labios y miró a Patricio con seriedad. "Sr. Hammond, estás equivocado. Quiero pedir por ella, rogarte que le perdones la vida y no la tortures. En lo demás, Sr. Hammond, hagas lo que quieras"."Pensé que eras tan falsa como para ser amiga de quienes te han dañado tanto", se burló Patricio. No ocultaba el sarcasmo en su
"Bueno, si tanto amas tu trabajo, entonces ponte a chambear. En un mes, transfiéreme un millón de dólares a mi tarjeta y te dejo en paz. Si no, no va a servir de nada, por más lejos que corras", dijo Patricio a Gloria con una mirada fría."Sr. Hammond, tiene razón. Todavía le debo un millón de dólares. Me dijo que debía devolverlo en un mes". Gloria no lo discutió. Continuó, "Bueno, entonces, Sr. Hammond, voy a ponerme a trabajar".Patricio estaba furioso, y sus ojos se volvían aún más fríos. Miraba fijamente a la mujer frente a él. Ella quería pagar la deuda lo más rápido posible y se moría por irse.¿Por qué?¿Para eso Miguel?Se cruzaron todo tipo de emociones: ira, celos, y un dolor profundo.Patricio no se percató del cambio en sus emociones. Solo sabía que
Cuando Stéfano escuchó lo que dijo Patricio, caminó hacia adelante, molesto. Normalmente, no tenía que hacer esto él mismo porque otros médicos del grupo se encargaban de ese tipo de cosas."Stéfano, espera un segundo. ¿Sabes cómo hacerlo?", preguntó Patricio.La mano de Stéfano tembló un poco y terminó equivocándose de vena. El rostro de Patricio se oscureció al instante. "Si no puedes, mejor le pido a otro que lo haga. No te esfuerces"."¡Silencio! Patricio, si no logro darle infusión, mañana mismo te entrego mi carta de renuncia y me voy a casa a ayudar a mi viejo con las hierbas", contestó Stéfano, decidido.Stéfano demostró que podía hacer el trabajo."¿Cómo no voy a poder hacer algo así? Patricio, tenerme de médico en tu manada es un desperdicio de talento.